Nakamura triunfa por ‘muerte súbita’
El estadounidense derrota a Anand en Zúrich tras un desempate electrizante
Hikaru Nakamura, de 27 años, sigue siendo la bestia negra de Viswanathan Anand, de 45. El estadounidense de origen japonés ganó este jueves el torneo de Zúrich tras una última jornada trepidante, que terminó con una muerte súbita entre ambos. Es el segundo triunfo importante de Nakamura en dos semanas, tras su victoria en el abierto de Gibraltar.
Es probable que los 18 años de diferencia en las edades de ambos hayan sido el factor fundamental, por su influencia en la rapidez de reflejos y la fortaleza nerviosa. Como ya le ocurrió en noviembre durante la partida decisiva del Mundial de Sochi, cuando tuvo a Magnus Carlsen contra las cuerdas, Anand no supo mantener la calma en el momento de máxima tensión. El indio, bautizado desde que tenía 18 años como El Rápido de Madrás, precisamente por sus asombrosos reflejos, es ahora inferior a sus colegas de la élite en ese ámbito.
Pero el pentacampeón del mundo había ganado el torneo clásico (partidas lentas) con un punto de ventaja sobre Nakamura, y empezó por tanto como favorito la última ronda, consistente en una liga de partidas rápidas (aproximadamente media hora por bando) a una vuelta entre los seis participantes. Además, el martes recibió una fuerte inyección de autoestima, al vencer a Nakamura por primera vez tras veinte enfrentamientos entre ambos.
Sin embargo, jugar cinco rápidas consecutivas, con descansos de diez minutos, es un reto muy exigente cuando la biología indica que el declive deportivo de Anand ya ha empezado. De hecho, la primera ronda apretó el marcador: Anand cedió medio punto ante Krámnik, mientras Nakamura ganaba a Caruana. Pero los dos líderes perdieron la segunda, ante Aronián y Krámnik, respectivamente. Y Anand volvió a agrandar su ventaja en la siguiente tras vencer a Caruana, mientras Nakamura no pasaba del empate ante Kariakin. Sin embargo, en la cuarta se vio que la carga psicológica que el indio sufre ante el estadounidense sigue siendo grande: la victoria de éste dejó a ambos empatados ante la última ronda, en la que ambos hicieron tablas, con Kariakin y Aronián, respectivamente. Había que desempatar.
Los árbitros anunciaron dos partidas relámpago (cuatro minutos cada jugador), pero Anand protestó y pidió que se aplicase directamente el sistema Armagedón, el equivalente en ajedrez de la muerte súbita en el tenis: una sola partida, que el jugador de las blancas está obligado a ganar con cinco minutos para toda la partida, por cuatro de su rival. Nakamura aceptó, y la tensión se puso al máximo en una sala con un centenar de privilegiados espectadores; de ellos, sólo tres mujeres.
El último duelo fue emocionante y espectacular, pero duró poco. Por la razón que fuera, las neuronas de Anand, con blancas, no estaban en alerta máxima, lo que provocó un error tempranero, castigado por Nakamura con una bella combinación de ataque directo al rey. Su triunfo cierra tres semanas de gloria: el estadounidense ha ganado el abierto más duro de año y uno de los cerrados más prestigiosos. Ahora es el 6º (pero cerca del 3º) de la lista mundial en la modalidad clásica, y el 2º en rápidas y relámpago. Y da la impresión de haber madurado mucho.
Jugar cinco rápidas consecutivas, con descansos de diez minutos, es un reto muy exigente cuando la biología indica que el declive deportivo de Anand ya ha empezado
Su padrastro, Sunil Weeramantry, lo confirmó en los pasillos: "Hikaru enfoca ahora el ajedrez de manera más profesional. Ha abandonado por completo los torneos de póquer, que ya ni siquiera practica por Internet. Distribuye bien el tiempo entre EEUU y Europa, la relación con su novia es muy estable, ha renovado el patrocinio de Red Bull por dos años…". Y aún hay más: "También hay una novedad en cuanto a su entrenamiento, pero de momento no quiere hablar de eso, quizá se sepa en unos meses".
Weeramantry reveló asimismo que cuando Nakamura se entrenó con Kaspárov, en 2011, lo hizo por el insistente deseo del mecenas estadounidense Rex Sinquefield. Pero la relación no funcionó, y no sólo porque el carácter –más bien anárquico entonces– del estadounidense no encajara con la férrea disciplina militar del ruso: "Además, Kaspárov quería que Hikaru se entrenara de una manera determinada, que a nosotros no nos gustaba. Se lo explicamos a Sinquefield, y la relación terminó amistosamente".
Además de Nakamura, otros jugadores muy jóvenes han mostrado mucha fuerza desde 2014: el italiano Caruana (22 años), el holandés Giri (20), el estadounidense So (21), el francés Vachier-Lagrave (24) y el chino Ding Liren (22); y no se puede descartar al ruso Grischuk (31) ni a Aronián (32). Todo indica que la lucha por retar a Carlsen a finales de 2016, cuyo punto culminante será el Torneo de Candidatos dentro de un año, será sumamente interesante.
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