Huelva es todo corazón (y algo más)
El conjunto onubense se impone en un partido igualado del principio al último segundo
En una semifinal de esas que crean afición (y escuela), el equipo revelación de esta temporada en la Liga Femenina de baloncesto se ha ganado un puesto en la final de la Copa de la Reina. Si hace cinco años luchaban por no bajar a Primera Nacional, ahora están en la cima. Defienden como una sola, salen concentradas y tienen mucho corazón y una afición que se desgañita. Este sábado, fue una más. Solo faltó que metieran canastas. El Conquero Huelva Wagen luchará por arrebatarle el título al Perfumerías Avenida.
Girona, 69-Huelva, 70
Spar Citylift Girona (20+16+13+13+7): Britanny Chambers (12), Noemí Jordana (12), Vita Kuktiene (4), Ify Ibekwe (16) y Vanessa Gidden (8) -quinteto inicial-. También jugaron Anna Carbo (7) y Jael Freixanet (10).
Conquero Huelva Wagen (21+18+8+15+8): María Asurmendi (13), María Pina (14), Luci Pascua (3), Aja Parham (7) y Adaora Elonu (15) -quinteto inicial-. También jugaron Aleksandra Stanace (0), Itziar Germán (4) y Chelsea Davis (14).
Árbitros: Juan Manuel Uruñuela y Esperanza Mendoza
Segunda semifinal de la Copa de la Reina, disputada en el Pabellón Jorge Garbajosa de Torrejón de Ardoz (Madrid).
Desde el principio se vio que la segunda eliminatoria del día no iba a ser un monólogo como el de hacía unas horas. Las onubenses salieron enchufadas, dispuestas a demostrar frente a todo un líder de Liga, el Girona, por qué están donde están. El primer cuarto, intenso e igualado, con 20-21 al final, prometía. Y no mintió.
El encuentro se desarrolló sin grandes ventajas de uno u otro equipo. Conquero defendía en orden, y solo tener más ganas les hacía estar por encima en el recuento de rebotes al llegar al descanso (33 frente a 17), dada la mayor envergadura de la pívot de Girona Gidden, a la que se llegó a ver un poco desesperada. En el marcador, 36-39. La base pamplonica Asurmendi, que anotó 13 puntos, dio un recital de batuta y de juego.
En el tercer cuarto se cambiaron las tornas. Huelva, de nuevo, sin perder la concentración, pero un trabajo intenso de las de negro las llevaba a avanzar en el marcador canasta a canasta, hasta terminar por delante: 49-47. Se preparaba un último cuarto a cara de perro.
El toma y daca de los compases previos se intensificó, y en los cuatro primeros minutos del que sería penúltimo parcial, el Girona se mantuvo dos puntos por encima. Los nervios y el cansancio habían hecho mella en ambos conjuntos, y se notaba en la efectividad de los tiros. Pero había que echar el resto. A cuatro minutos y cuarenta segundos del final, Asurmendi de nuevo, cómo no, igualaba el marcador a 51 y el Jorge Garbajosa se hacía un solo berrido de las aficiones choquera y gerundense.
Tres puntos después para cada equipo, Chambers, segunda máxima anotadora de las de negro junto a Jordana, con 12 puntos cada una, tuvo en sus manos dos tiros seguidos para decidir la eliminatoria. Pero no era eso lo que iba a pasar. Había que ir a la prórroga (62-62).
Todo parecía perdido para Conquero cuando Asurmendi, con su equipo dos por debajo, encaraba la canasta contraria en un contragolpe, dos contra uno. Decidió jugarse el triple. Falló. Segundos después, Girona anotaba. Mandaba por cuatro puntos.
Pero las onubenses no bajaron en ningún momento los brazos. La sexta jugadora, la afición empujando desde la grada, no dejaba de armar jaleo. “Sí se puede”, temblaba el Jorge Garbajosa. Una canasta y, sobre todo, un triple de Pina, hacía rozar el cielo a un equipo curtido y equilibrado. Las de Girona tuvieron aún un tiro para llegar a la final, pero la historia tenía un sitio para las otras. Se lo han ganado por derecho propio.
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