La junta se desmarca de Bartomeu
Los vicepresidentes Faus y Vilarrubí rechazan la teoría del presidente sobre una conspiración del Estado en el caso Neymar, aunque afirman que siguen dándole su apoyo
El discurso institucional del Barcelona ya no es homogéneo en la estrategia a seguir por el caso Neymar. Sobre todo porque el presidente parece ir a su aire, ahora que las elecciones están a la vuelta de la esquina y que se suceden las cuitas judiciales. Javier Faus, vicepresidente primero y económico azulgrana, y Carles Vilarrubí, vicepresidente tercero, desmintieron ayer la teoría de la conspiración enhebrada desde Madrid a la que recurrió el presidente Josep Maria Bartomeu cuando le imputaron esta semana por irregularidades en el fichaje y los contratos de Neymar. “Alguien con poder ha hecho estos movimientos que afectan al club”, lamentó el presidente en su intervención televisiva. Tesis que estos dos importantes miembros la junta rechazaron. “No veo a un señor diciendo vamos a por el Barça ni creo que haya motivaciones políticas. Creo que cada uno actúa por su cuenta”, expresó Faus. “No veo la teoría del complot ni en la vida en general ni en este caso en particular”, suscribió Vilarrubí. Declaraciones que evidencian la división de opiniones al respecto del caso, pero que no les disgrega, toda vez que ambos dijeron que siguen apoyándole.
A finales de enero de 2014, Sandro Rosell dijo dimitir de la presidencia del Barcelonapor unas amenazas a su persona, por más que le hubiera salpicado de lleno las supuestas irregularidades de la incorporación de Neymar, toda vez que el club declaró que los 40 millones pagados al padre del jugador eran en concepto de fichaje y Hacienda estipuló que eran como salario. Pagó el Barça de forma preventiva 13 millones, pero un nuevo error —el contrato con el padre de Neymar devenga este año y no el pasado, por lo que los últimos cinco millones pagados el cinco de enero deben tributar al 52% y no al 24,75% porque el 11 es residente— ha imputado a Bartomeu como en su día ocurriera con Rosell. Una resolución que sí preocupa a la junta porque cree que un imputado no puede presentarse a las elecciones.
“No creo que haya motivaciones políticas ni alguien que vaya a por el Barça”, dice Faus
“Hacienda ofrecía un pacto con una pena de seis meses de prisión para Rosell, más una multa y admitir que habían cometido delito fiscal”, desveló Faus. Pero tanto él como el resto de la junta directiva rechazaron el ofrecimiento porque defienden que no se cometió tal imprudencia, sino que es cuestión de interpretaciones. “La operación fue compleja y excepcional en el mundo del fútbol. El Real Madrid lo tenía pre-firmado e incluso había pasado revisión médica blanca. No era fácil pero desde luego no hicimos nada fraudulento ni ilegal”, prosigue Faus. “En ningún caso admitiremos que el Barça ha cometido un delito fiscal ni que esta junta ha engañado a la asamblea como se está diciendo. Y si se ha cometido un delito, que lo diga un Tribunal de un estado de derecho, no un fiscal”. No hay tanta unanimidad, en cualquier caso, con la teoría de la conspiración de “los poderes del Estado” que denunció Bartomeu y que ahora desde el club tratan de corregir, una línea bien diferente de la presidencial. El presidente, sin embargo, compareció después en Barça TV. “Siempre respeto la opinión de todos. Faus y Vilarrubí me han llamado y me han comunicado que siguen dando su apoyo a la junta y a mí como presidente”, dijo.
“No es que haya mal ambiente en las juntas, pero cada uno va por su lado”, explican desde el club. “No es malo discrepar, sino que en este caso hemos tenido descoordinación. Pero no estamos ni más ni menos unidos que hace 24 horas”, señala otra fuente de la entidad. Pero son varios los trabajadores del Barcelona que sugieren que el presidente desde hace unos meses se ha focalizado en su carrera electoral, hasta el punto de que filtran que toma decisiones de forma unilateral como la destitución de Andoni Zubizarreta y el área deportiva —aunque fue Jordi Mestre quien se lo notificó a alguno de ellos, que por otra parte todavía esperan una llamada presidencial o, al menos, un argumento de peso—, o como la medida de adoptar las rayas horizontales en la camiseta de la próxima temporada. Unas determinaciones que chocarían con el órgano de gobierno del club porque el quórum para aceptarlas o rechazarlas debe ser de 10, que es la mitad más uno de la junta porque son 18. “No lo consultó en la junta”, aseguran desde la entidad. “Yo sólo digo que no encontrará un solo directivo que no esté de acuerdo con esas decisiones”, añade otra fuente oficial; “y este presidente, como el anterior, han debatido siempre, incluso con temas delicados. Otra cosa es que todas las resoluciones sean aprobadas por todos”. Y una tercera voz abunda: “No es cierto. Sí que preguntó en la junta”.
“No veo la teoría del complot ni en la vida ni en este caso”, añade Vilarrubí
Sea como fuera, el vídeo que se hizo con motivo del récord goleador histórico de Messi en la Liga le resultó a Bartomeu doloroso, sobre todo porque la afición le dedicó una pita a él y a Zubizarreta. Así, despidió al director deportivo y relativizó el poder del jefe de comunicación Albert Montagut al ponerle a Albert Soler (director de relaciones institucionales) por encima.
Montagut, en cualquier caso, forma parte con Ignacio Mestre (director general), Manel Arroyo (portavoz y también vicepresidente), el mismo Soler y Jaume Masferrer, consejero del presidente, una especie de gabinete electoral de Bartomeu que le aconseja en sus discursos y que bien podría haberle dado los argumentos que los vicepresidentes rechazaron. Un gabinete que parece haberse creado oficialmente en el club con la llegada de Bartomeu para, entre otras cosas, velar por las cuestiones de seguridad que superan la rutina. “En su día era un departamento que la prensa bautizó de inteligencia y eso figura en las actas del club”, recuerdan desde el Barça. “¿Existe?”, se pregunta un directivo; “pues no tengo ni idea”. Y se suma un tercero: “Quizá esté desmantelado”.
Activo o no el departamento, sí que funciona el gabinete. “Es para potenciar la figura del presidente y hacer encuestas dirigidas por Masferrer y una empresa suya a tal efecto, que es externa al club”, apuntan desde el Camp Nou; “y hacen preguntas similares a: ¿Le gusta más este presidente que el anterior? ¿A quién votaría en las próximas elecciones? ¿Desde que está Bartomeu cree que el club funciona mejor en cuanto a imagen?”. El presidente se defendió esta misma semana ante los micros: “No hago nada pensando en las próximas elecciones”. Desde la entidad replican: “Pues no da esa sensación porque parece ya ha tanteado a gente de fuera de la directiva para montar la próxima junta en caso de salir reelegido”.
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