“Es un ejemplo para la Copa”

Rafinha, titular contra el Villarreal, compareció con un ojo morado al término del partido, muestra evidente de lo mucho que le costó al Barcelona sacar adelante un envite en el que se tuvo que fajar a fondo para llevarse los tres puntos. “Es un ejemplo para la Copa. Los que piensan que la final está ahí se equivocan, va a ser durísimo clasificarse y lo de hoy nos sirve de aviso porque el Villarreal sabe a que juega y tiene un buen entrenador”, razonó Luis Enrique, consciente de que a su equipo le esperan dos partidos complicados en las semifinales.

Visto lo que le costó llevarse los tres puntos parece tener razón. “Teníamos que darlo todo”, reconoció con el ojo a la virulé el centrocampista del Barcelona, que no le dio mayor importancia a la factura física, mientras su entrenador insistía en el valor de los puntos obtenidos al tiempo que dejaba dos frases de calado. La primera tiene que ver con sus intenciones: “Sólo hay una orden: ganar”. La segunda, con la política del club: “¿Renovar a Alves? No tengo que pronunciarme públicamente sobre ese tema. Es cosa del club y de la dirección deportiva”. Se olvidó de que su presidente, Josep Maria Bartomeu, destituyó no hace mucho al responsable de la parcela, Andoni Zubizarreta, y aunque ha nombrado una comisión que le busca sustituto, no le ha puesto nombre a su remplazo. Dicho eso, consideró el asturiano que sus hombres lo habían hecho todo bien en el partido, a excepción de diez minutos tras el primer gol del Villarreal.

¿Renovar a Alves? No tengo que pronunciarme públicamente sobre ese tema. Es cosa del club y de la dirección deportiva” Luis Enrique

Aunque se le cuestionó si no hubiera sido necesario hilvanar posesiones más largas, no pareció darle importancia: “No especulamos”, dijo antes de volver a hablar de Messi y de sus compañeros de delantera: “Para nosotros es un placer tener a jugadores tan desequilibrantes arriba, nos viene de perlas”. Fue razón suficiente para volver a incidir en lo determinante que resulta la presencia de la pulga en el equipo. “Con él es muy fácil. Tiene libertad para jugar en cualquier posición y escoger, aunque ahora está más abierto”, dijo.

“Una vez más ha sido absolutamente determinante. La jugada del 1-1 fue suya. Y luego creó más daño”, aseguró Marcelino, que también se refirió a la importancia de Iniesta en el juego del Barcelona, últimamente menospreciada: “Es un mago, a mí me parece un auténtico fenómeno, un ejemplo de futbolista y profesional”. “Iniesta jugaba de banda hacia dentro. Ahora es más interior, es la mejor para él. Es su posición ideal, nos genera mucho”, añadió Luis Enrique respecto del futbolista de Fuentealbilla. “El equipo sigue enchufado. Sigue creciendo en todas las facetas”, convino Iniesta, ayer capitán, más protagonista que otras veces, de nuevo pensando más en el equipo que en sí mismo.