Tres en uno

El estado de gracia de Sergio García, Stuani y Caicedo es el mejor resumen para el explicar el bienestar del Espanyol en la temporada, noveno en la Liga y aspirante a las semifinales de la Copa, después de vencer al Sevilla (3-1). Entre los tres suman 28 goles, el 82% de los tantos del equipo. Para encontrar cifras mejores hay que bucear hasta el curso 2006-2007, cuando el Espanyol llegó a la final de la UEFA y entre Pandiani (9 goles), Luis García (11), y Tamudo (16) contaron 36 dianas, en toda la temporada.

Sergio García cuenta con una variedad de recursos técnicos muy amplia" Sergio González, entrenador del Espanyol

El héroe atinado. La afición blanquiazul, acostumbrada a invocar a ídolos de otras épocas, encontró por fin a su referente. “Estoy en casa”, simplifica Sergio García. La comunión del delantero con la hinchada, sus compañeros y el club, despertó su mejor versión. Suma ocho goles y seis asistencias. “Lo reúne todo”, analiza Sergio González; “capacidad para asociarse, desequilibrio en el uno contra uno. Cuenta con una variedad de recursos técnicos muy amplia”. “Jugar con él es simple: puede recibir al pie y es muy bueno al espacio”, tercia Salva Sevilla. “Es mágico”, completa Abraham. El 9 juega seguro, el otro lugar es para Caicedo o Stuani. “Son pequeños detalles lo que diferencian a Christian y Felipe. Los dos fijan muy bien a los defensores y eso me permite jugar con espacios”, explica el capitán.

El saltarín charrúa. Stuani fichó en el verano de 2013 como ariete. Sin embargo, Javier Aguirre lo reinventó como extremo derecho. Sergio González no quería improvisaciones y lo devolvió a su lugar de origen: el área. No se equivocó: el charrúa es el máximo goleador: 11 tantos. “Jugar en la banda me convirtió en un jugador más completo”, explica Stuani. “Christian necesita que el equipo tenga más el balón y centre más. Ahí es donde luce su fuerte", dice el técnico. El uruguayo ganó 25 centros en el área por 11 de Caicedo. “¿Stuani?”, opina Víctor Sánchez; “gana todos los balones por arriba. No sólo en el área sino también en mitad del campo; peina todas las pelotas”. Y cierra Salva Sevilla: “Es un rematador nato”.

Christian y Felipe son dos delanteros que fijan muy bien a los defensores y eso me permite jugar con espacios” Sergio García, capitán blanquiazul

La revancha del “hijo de pueblo”. En su Guayaquil natal, a Caicedo lo conocen como el hijo del pueblo. Mote que se ganó por regatear una infancia dura gracias a su suerte con el balón. Después de pasar por el fútbol ruso y la liga de los Emiratos Árabes, el ecuatoriano estaba con ganas de sentirse futbolista de élite. Felipao llegó como la gran (y única) estrella del mercado de verano. No arrancó fino, entre algodones y sin puntería, no daba pie con bola. Todo cambió hace un mes: suma seis de sus nueve goles en la temporada en los últimos cinco partidos. “Cuando llegué no estaba al 100%. Ahora me encuentro muy bien y el juego del equipo me facilita el trabajo no sólo a mí sino a Sergio y a Christian”, explica Caicedo. “A Felipe le gusta bajar a elaborar, prefiere conducir el balón, es muy técnico y tiene capacidad de remate con las dos piernas”, puntualiza Sergio González. “Tiene movilidad y genera muchos espacios”, tercia Lucas Vázquez. Y cierra Víctor Sánchez: “Es pura potencia”.