David Navarro condena al Levante

David Navarro, curtido en mil batallas, no aprende. Y cíclicamente le aparece su vena pendenciera que mancha su currículo de buen central, con agresiones fuera de guion. Hasta llegar al Martínez Valero, el historial de Navarro se oscurecía con varias acciones alejadas de la deportividad. La más sonada ocurrió en marzo del 2007 en un partido de Liga de Campeones ante el Inter de Milán cuando defendía la camiseta del Valencia. El también defensor argentino Burdisso, se llevó un puñetazo de Navarro en una tangana final formada por ambos equipos. “Perdí los papeles tratando de defender a un compañero y saqué mi instinto protector”, se disculpó por entonces el defensa de Puerto de Sagunto. No lo hizo cuatro años después cuando Llorente, el delantero de la Juventus, entonces en el Athletic, recibió en el rostro el impacto del codo de Navarro. Sonada resultó también la brecha en la ceja izquierda y los cinco puntos de sutura que recibió Cristiano Ronaldo en noviembre del 2012 tras otro codazo de Navarro en un salto con el portugués en Ciutat de València. Se disculpó el central de que el balón estaba en el aire. “No tenía intención de hacerle daño”, explicó el levantinista que fue acusado también por un exjugador del Compostela, Jesús Torres, que a Navarro le viene de lejos sus malas artes. En un Valencia B-Compostela de Segunda B disputado en Mestalla en 2002, “David Navarro me rompió el pómulo”, recordó Torres.

A pesar de atemperar su carácter en el terreno de juego, hay cosas que David Navarro ni con 34 años logra remediar. Ante el Elche le dio por dar un bofetón a Pelegrín, que le provocó con un leve empujón. El árbitro, Velasco Carballo, a un metro, le expulsó ante la evidencia.

La roja de Navarro dejó un vacío en el eje de la zaga granota. Y por ahí llegó poco después el gol que ponía en ventaja al Elche tras un remate de cabeza de Jonathas, quién si no, a centro de Aarón Ñíguez. El octavo gol del brasileño que mantiene las esperanzas de un Elche sumido en problemas institucionales y económicos.

El árbitro vio claro el despropósito de Navarro. Y sorprendió, sin embargo, al inventarse un penalti de Vyntra a Jonathas por un liviano agarrón del central checo que ya no le quedó ni fuerzas para protestar. Apenas pasado un cuarto de hora y sobraba en apariencia el resto del encuentro. Sin embargo, Mariño, el excelente portero gallego formado en el Villarreal, adivinó la trayectoria del lanzamiento desde los once metros por parte de Faycal. Cuesta encontrar tranquilidad en casa del pobre. La acción de Mariño sostenía al Levante, que no se rindió a la adversidad en el encuentro que David Navarro se encargó de arruinar para los granotas.

El Levante contó en la segunda parte con un penalti para empatar. Paró Tyton el lanzamiento de Rubén, para alivio del Elche que sufrió para conseguir una victoria que le saca del descenso a pesar de jugar con un hombre más 88 minutos.