El mejor domador de La Pulga
El Atlético de Madrid desactivó al argentino en sus últimos enfrentamientos
No hay un equipo en los dos últimos años que haya desactivado más a Leo Messi que el Atlético de Madrid, al que hasta la llegada de Simeone tenía como una de sus víctimas preferidas. Desde que el técnico argentino se hizo cargo del Atlético en enero de 2012, Messi solo le ha marcado tres goles a los rojiblancos, todos ellos en el partido de Liga celebrado el 16 de diciembre de 2012 en el Camp Nou (4-1).
Los sistemas de ayudas diseñados por Simeone redujeron a Messi hasta convertirle en un futbolista periférico
Desde entonces, La Pulga ha sufrido un calvario ante los colchoneros. Lleva dos años sin hacerle un gol. La temporada pasada, Messi se midió en seis partidos a los rojiblancos (dos de Liga, dos de Champions y dos de Supercopa) y en todos ellos sus registros y su participación fueron rebajados sensiblemente. No hizo gol y dio la sensación de estar desconectado del juego por el entramado defensivo rojiblanco.
Los sistemas de ayudas diseñados por Simeone redujeron a Messi hasta convertirle en un futbolista periférico. No hubo un marcaje especial, pero sí la consigna, línea por línea, de avisarse y controlar cada movimiento para evitar que recibiera cómodo o en situaciones de uno contra uno. El Tata Martino trató de encontrar soluciones para que apareciera el mejor Messi haciéndole caer a banda. En los costados, entre los laterales, uno de los mediocentros, un volante y uno de los delanteros evitaron que desde allí también pudiera emerger su mejor versión.
Muro anti-Messi
- Desde que Simeone lo dirige, en 2012, el Atlético es el equipo menos acosado por Messi: siete tiros a puerta en siete partidos de Liga y Champions.
- Hasta la llegada de Simeone, el delantero metió 14 goles en 11 partidos al Atlético. Después, tres goles en siete partidos.
- En dos de los últimos cinco partidos, el Atlético logró parar a Messi sin hacerle falta. Su último gol a los rojiblancos fue el 16 de diciembre de 2012 en el Camp Nou (4-1).
Ante el enfrentamiento del domingo, nadie en el Atlético se fía de Messi, abocado a liderar la reacción del Barça. Le preocupa tanto a Simeone una explosión goleadora de su compatriota como de juego. Esa versión más pasadora que rematadora que luce en este curso tratará de evitarla impidiendo que reciba cómodo entrelíneas. En esa zona la responsabilidad apuntará tanto a los mediocentros, Gabi y a Tiago, como a los centrales, Godín y Giménez. Se esperaba un once con Miranda, pero la larga inactividad del central brasileño y la respuesta de Giménez pesan mucho. Con más de un mes de baja, la exigencia del partido puede resultar excesiva para el central brasileño.
En la tarea de frenar a Messi, se han añadido elementos nuevos. La presencia de Luis Suárez y un juego más vertical son factores a los que todavía no se ha enfrentado el Atlético.
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