El Córdoba funde a Caparrós
Respiran los de Djukic a costa de un Granada que suma 13 partidos sin ganar en una situación muy delicada para el técnico andaluz
Djukic le dio una lección táctica a Caparrós. Así, cimentó la segunda victoria del Córdoba en lo que va de Liga y provocó que el Granada sumara su partido 13 sin ganar. Demasiado para la paciencia de Quique Pina y demasiado para el futuro de su entrenador en la Liga española. El derbi regional dejó tocado de muerte a Caparrós, que se convirtió en el sexto entrenador con más partidos en Primera y que, casi con total seguridad, se quedará en esta cifra de 489 encuentros sumada en El Arcángel. El Granada no funciona y desprende sensaciones horribles. Es muy difícil justificar cinco puntos de un total de 39 en juego, por lo que su etapa en el banquillo nazarí puede haber llegado a su fin.
El Córdoba, mientras, demuestra que está vivo y que tiene un entrenador con capacidad para cambiar el orden de las cosas. Lo demostró jugando con dos puntas y haciendo partir a Ghilas desde la banda izquierda. Desgraciadamente, el argelino, que hizo un gran encuentro, se lesionó en el minuto 66. Su rodilla pudo haber crujido después de doblarse tras un salto en busca del balón. Una acción con muy mala pinta. Antes, Ghilas, que ya ha anotado cinco tantos en un equipo que lleva 13 en total, marcó un golazo, el primero de la noche, y participó en el segundo del Córdoba, mucho más dinámico e inteligente que este Granada sin alma. En todo fue mejor el conjunto local, que se llevó el triunfo con total merecimiento.
CÓRDOBA, 2-GRANADA, 0
Córdoba: Juan Carlos; Campabadal, Pantic, Deivid, Crespo; Fede Cartabia (Borja García, m. 46), Ekeng, Rossi, Fede Vico; Florin (Xisco, m. 83) y Ghilas (Fidel, m. 66). No utilizados: Saizar; Pinillos, Abel Gómez y López Silva.
Granada: Oier; Nyom (Riki, m. 67), Babin, Mainz, Juan Carlos (Larsson, m. 46); Foulquier, Javi Márquez, Fran Rico, Piti; Córdoba (Ortuño, m. 36) y El Arabi. No utilizados: Roberto; Marcelo, Eddy y Yuste.
Goles: 1-0. M. 16. Ghilas, de fuerte disparo. 2-0. M. 44. Florin anota a placer tras un gran pase de Fede Cartabia.
Árbitro: Bikandi Garrido. Amonestó a Fede Cartabia y Campadabal.
El Arcángel. 15.790 espectadores.
Lo tendrá muy complicado el Córdoba para salvarse, sin duda, pero es un equipo con fe. Está vivo porque tiene un entrenador, Djukic, que toca teclas para hacer reaccionar a los suyos. Lo mismo abronca a sus jugadores después de pasearse ante el Barcelona que modifica el esquema para dotar de más agresividad a su plantel. Por ejemplo, salió con dos delanteros, Ghilas y Florin, ante un Granada mustio. Una decisión arriesgada a la que sus dos atacantes respondieron con acierto. Mientras, el Granada se desangra. Llegaba a Córdoba después de 12 partidos sin ganar y eso no hay técnico que lo resista. Por muy Caparrós que uno sea. En un duelo directo en la zona baja, el Granada demostró que no está para nada y que todo lo que intenta Caparrós le sale mal. Ya sea jugar con dos puntas como alinear a dos laterales en la banda derecha. Es un equipo sin brújula ni líderes y con un problema impresionante ante la portería contraria. Se fue Brahimi y El Arabi es una sombra. Ni juega ni marca. En el colmo de su mala suerte, se le lesionan sus jugadores más determinantes, caso de Córdoba.
Sí estuvo a gran nivel Ghilas. Un milagro sus cinco goles en el Córdoba (13 en total) y una lástima su lesión en la segunda mitad. Con sus limitaciones, el equipo andaluz goza de cierta salud, como se aprecia en el empuje de Ekeng o las diabluras de Fede. Dos centros al área de estos futbolistas fueron estupendamente rematados por Ghilas y Florin. Interesante la jugada del segundo gol cordobés. Una perfecta combinación entre Ghilas y Fede permitió el pase de la muerte del centrocampista a Florin, que marcó bajo palos.
Ghilas, el mejor del partido, se retiró lesionado al doblarse la rodilla después de un salto
El 2-0 al descanso sumía al Granada en una situación pavorosa. Con solo 10 goles a favor en todo lo que va de Liga, solo un milagro podía provocar remontar un marcador tan adverso. El Córdoba, mientras, se frotaba los ojos porque por primera vez en nueve partidos en casa (en los que no había conocido la victoria) había sido incapaz de anotar más de un gol en cada uno de ellos.
Djukic siguió haciendo de las suyas al descanso. Quitó a Fede Cartabia, con una amarilla, para meter a Borja García. Su equipo dio un paso atrás y esperó las estériles acometidas del Granada. Un planteamiento inteligente que aburrió al rival, sin chispa ni ilusión para intentar la remontada.
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