Bartomeu cambia la ejecutiva del Barcelona

Josep Maria Bartomeu completó ayer la reestructuración de la cúpula ejecutiva del Barcelona, tal como anunció ayer este diario. Ignacio Mestre, director gerente nombrado el 16 de junio, es el nuevo director general en sustitución de Antonio Rossich, y Albert Soler, director de relaciones institucionales desde el 30 de mayo, pasará a coordinar también el trabajo de los responsables de las áreas deportivas de fútbol, gestión de fútbol y secciones profesionales. El secretario técnico Andoni Zubizarreta, por tanto, reportará a partir de ahora con Soler, que coordinará también el gabinete de presidencia.

Bartomeu ha prescindido progresivamente del núcleo duro creado por el anterior presidente, Sandro Rosell, cuya principal figura era Rossich, al que se rescindirá el contrato que vencía en 2016. El protagonismo de Rossich, intervencionista y obsesivo en el control presupuestario, capital en el saneamiento económico, acabó por incomodar a varios directivos, quejosos de que participara en los consejos presididos por Rosell. La caída de Rossich, cuyos colaboradores más directos serán recolocados seguramente en otras áreas, contrasta con el aumento de poder de Mestre y Soler, personas de la máxima confianza de Bartomeu.

“La nueva estructuración deberá agilizar la toma de decisiones”, se lee en el comunicado emitido ayer por el club, “basándose en una coordinación más efectiva y que quedará dividida en tres grandes áreas”.

Los cambios afectarán también al departamento de seguridad, que pasará a ser dirigido por Gabi Pérez

Los cambios afectarán también al departamento de seguridad, que pasará a ser dirigido por Gabi Pérez en sustitución de Álex Gascón. A su llegada a la presidencia, Bartomeu ya relevó al directivo Toni Freixa de los cargos de portavoz —el actual es Manel Arroyo— y secretario del consejo —hoy ejerce Jordi Moix. Hay directivos que recelan incluso de Freixa como directivo por sus aspiraciones a participar en las elecciones inicialmente previstas para 2016. Bartomeu ya ha anunciado su intención de concurrir a los comicios, circunstancia decisiva para entender los cambios que ha promovido en el organigrama de la entidad, alguna de cuyas operaciones —por ejemplo el contrato de Neymar o la sanción de la FIFA— provocaron una gran controversia. El actual presidente quiere desmarcarse de la manera de proceder de Rosell, a pesar de que Bartomeu era el vicepresidente deportivo en la anterior etapa.

Bartomeu aspira a simplificar el operativo del club a partir de una bicefalía —Soler y Mestre— que debe afrontar ya mismo los contratos con Nike, Televisión y de patrocinio con Catar —el equipo jugará un amistoso el próximo 4 de febrero.