El Villarreal gana como quiere

En cuanto se lo propuso el Villarreal, el Deportivo, que no puso oposición, quedó en nada, refrendando lo lejos que están en maneras y resultados el conjunto castellonense y el gallego. Fue poca cosa el equipo de Víctor Fernández, noble y frugal como pocos, para un Villarreal de dulce que ha encontrado el equilibrio en defensa y en ataque y que concluye el año con la dinámica positiva que le ha llevado a sumar los tres puntos en los últimos cinco encuentros. Un gol inicial de Jonathan dos Santos desmontó a un Dépor sin alma, con más carencias que virtudes y que apenas pudo competir con un Villarreal trabajado, bendecido y con notables jugadores.

Como era de suponer, comenzó fuerte el Villarreal, con el mismo once que venció al Atlético de Madrid en el Calderón. Y muy pronto le hizo saber al Dépor que, a pesar de la primaveral mañana, la excursión a El Madrigal no le iba a resultar lúdica, más bien al contrario. Sí lo fue para el conjunto de Marcelino que a los nueve minutos ya mandaba en el marcador tras un disparo de Cheryshev que Fabricio no pudo detener y cuyo rechazo fue a parar a Jonathan dos Santos que embocó a la red sin oposición. Primer gol de amarillo del centrocampista mexicano que corrió hasta el banquillo a abrazarse a su hermano Giovani, inédito en la Liga en la que apenas ha disputado siete encuentros mermado por sendas lesiones musculares.

Tiene el Villarreal dulzura y gol. 16 partidos consecutivos lleva anotando al menos uno en el marcador. “¡Mueve, mueve!”, gritaba Marcelino desde la banda arengando a sus jugadores para que los suyos hiciesen circular el esférico rápidamente y de un costado a otro. Las largas posesiones del Villarreal, vertical en las inmediaciones del área visitante, minimizaban a un Dépor con pocas posibilidades de arrimarse a las cercanías de Asenjo, sin apenas disposición del balón capitalizado por completo por el conjunto amarillo a las órdenes de su capitán Bruno. Tan claro tenía el Villarreal que el partido era suyo que incluso se permitía licencias y algún arabesco, un toque de más o una pausa de menos llegados al área de Fabricio que supo desde el inicio que se le exigiría concentración y trabajo en El Madrigal.

Entró Giovani dos Santos tras el descanso sustituyendo a Uche, que se retiró tras un golpe en un salto con un defensor del Dépor. Apenas iniciado el segundo periodo, tuvo la primera ocasión Gio, que no acertó a superar a Fabricio estando solo ante el meta deportivista El conjunto coruñés se mantenía vivo en el partido por un exceso de confianza del Villarreal, complacido en su manifiesta superioridad, sufrida por el Dépor desde el inicio del segundo acto. A Vietto le podían sus ganas de marcar y a Giovani le sobraba tacto en el último pase.

El marcador reflejaba un guarismo exiguo para lo que acontecía en el terreno de juego de claro color amarillo sin hallar respuesta por parte del conjunto gallego que solo por inercia comenzó a poner a prueba a Asenjo. Un par de sustos del Dçepor despertaron al Villarreal al que no dejó que le asomaran las dudas, disipadas con el sencillo gol de Vietto sorprendentemente asistido por Víctor Ruiz que se quedó enganchado en el ataque tras una jugada a balón parado. Y repitió Vietto, que de nuevo solo tuvo que empujar a gol tras un nuevo pase raso de Cheryshev, que lleva ya ocho pases de gol en el curso. Sentenciado el encuentro comenzó la diversión para los amarillos que no se alteraron ni con la expulsión de Pina a falta de 10 minutos para la conclusión. El Villarreal venció en cuanto se lo propuso.