Poco suspense, mucha rutina

El sorteo de los octavos de final de la Liga de Campeones estaba tan condicionado que no tenía más suspense que el de saber a qué cabezas de serie les tocaría en suerte el Manchester City, el París Saint Germain y el Juventus. Los tres peores adversarios del segundo bombo quedaron emparejados con el Barcelona, el Chelsea y el Dortmund, respectivamente.

Nada nuevo, en cualquier caso, porque se repetirán dos duelos que ya se dieron la temporada pasada: los azulgrana se batieron con los ingleses en octavos y el equipo de Mourinho eliminó en cuartos al de Blanc con un gol en el minuto 87 de Demba Ba. El deseo de Mourinho de volver a jugar contra el PSG se cumplió y fue igualmente bien recibido por el presidente del club francés, Masser Al-Khelaifi. Así que a pesar de la dificultad de la eliminatoria, y del interés que provoca el enfrentamiento de Ibrahimovic y David Luiz contra Mourinho, los dos contendientes se dieron por satisfechos, nada que ver con el cruce entre el Manchester City-Barça.

El partido de vuelta, por lo demás, le ha caído al Barça en la misma semana que recibirá al Madrid en la Liga

Ambos quedaron igualmente disgustados, no solo por la calidad del rival sino porque se conocen de sobra en la cancha y en el palco: el secretario técnico y el director ejecutivo del club inglés fueron azulgranas —Txiki Begiristain y Ferran Soriano—, el entrenador es Pellegrini y cuenta en su plantilla con futbolistas tan conocidos como Agüero, Silva, Navas, Touré Yaya o Zabaleta.

Los triunfos contra el Bayern Múnich en el Etihad Stadium y después en Roma, cuando ya se había anunciado su eliminación, convierten al City en un resucitado especialmente peligroso para cualquier contrario, y más para el dudoso Barça, que la temporada pasada se impuso a partir de la expulsión de Demichelis y del temor hacia el equipo de Martino.

El partido de vuelta, por lo demás, le ha caído al Barça en la misma semana que recibirá al Madrid en la Liga. El equipo de Ancelotti se enfrentará una semana antes al Schalke 04 y dispondrá de más tiempo para preparar el clásico del Camp Nou. El Madrid y el Schalke 04 también se enfrentaron el curso pasado en una ronda que quedó finiquitada en Gelsenkirchen: 1-6. Las diferencias seguramente se han agrandado con el tiempo porque Huntelaar y Höwedes siguen siendo los signos de distinción del equipo que entrena Di Matteo.

Más cuidado deberá tener el Atlético con el Bayer Leverkusen. Robert Schmidt ha montado un equipo alegre y dinámico con Leno, Bender, Çalhanoglu, Kiessling y Bellarabi. La condición de finalista de la pasada edición subraya la condición de favorito del plantel que dirige Simeone.

También parte con ventaja el Bayern Múnich ante el Shakhtar Donetsk, duelo que enfrentará por tercera vez a Guardiola y Lucescu, y se apuesta a favor del Arsenal frente al Mónaco —Wenger, santo y seña de los gunners, regresará al estadio Louis II en el que entrenó de 1987 a 1994— y del Oporto de Lopetegui sobre el Basilea a pesar del dominio del Benfica en la Liga de Portugal.

El cuadro del sorteo, que dejó una sensación de dejà vu, se completa con el Juventus-Borussia Dortmund, protagonistas de la final de 1997, ganada por los alemanes con dos goles de Riedle, el mismo que ayer sacó la bola que volvió a emparejar a ambos equipos.Ni el uno ni el otro parecen hoy candidatos a la final del 6 de junio en Berlín. El momento actual bendice a Real Madrid, Chelsea y Bayern; en febrero, ya se verá.