Balneario en Nicosia

El Villarreal tendrá su continuidad en Europa en febrero. Nicosia y el Apollon fueron una tarde de spa para el Villarreal, superior de principio a fin al conjunto chipriota, uno de tantos clubes de relleno en la segunda competición continental en el ámbito de los clubes. Con profesionalidad, sin alardes, solventó el partido y disipó dudas el Villarreal. En apenas cinco minutos, del 35 al 40 de la primera parte, con los tantos de Gerard Moreno y Vietto, finiquitó un encuentro sin trampa. Ganó el Gladbach ante el Zurich y al Villarreal le alcanzó para quedar segundo.

Al comenzar la temporada, Vietto y Gerard Moreno partían como el tercer y cuarto delantero respectivamente para Marcelino, cuyas preferencias iniciales se inclinaban por Giovani, el jugador llamado a ser el faro en ataque, la figura amarilla. La veteranía de Uche y su buen hacer como referente en la posición de nueve, le daban al nigeriano la camiseta de titular. Las prolongadas ausencias de Giovani, tras sendas lesiones musculares sufridas con la selección mexicana, han impedido que el mayor de los dos Santos tenga continuidad. Sí que lo ofrece Uche, a pesar de que le está costando encontrar el gol.

Llegado desde Argentina a Vila-real con 20 años, a Luciano Vietto no le iban a exigir una adaptación rápida, se entendía que necesitaría un periodo de aprendizaje. Lo mismo se pensaba de Gerard Moreno, con 23 primaveras, tras marcharse cedido al Mallorca para regresar a hacerse un hueco en el Villarreal y demostrar que es un jugador válido para Primera. Y ambos delanteros están siendo una bendición para Marcelino con la pasión, aptitud y actitud que demuestran cada vez que tienen la oportunidad. Consolidado ya como titular por la baja de Giovani, Vietto volvió a anotar ante el Apollon, su tercer gol en Europa, dos más contando la previa, cuatro más lleva en Liga. Al gol de Vietto le precedió el de Moreno, con una finalización exquisita que desmiente su aparente torpeza, ecléctico en sus definiciones, que igual son con potencia de disparo de zurda, oportunismo o sutilidad. Su tercer gol en la Liga Europa, dos más lleva en la Liga.

Al paso, sin mucha intensidad, con buenas formas, los visitantes hicieron suyo el duelo

Marcelino lo tenía claro. Sabía del potencial propio y del escaso ajeno. El Apollon es un bendito. No le importó al asturiano el estar jugándose la clasificación. La victoria le aseguraba el pase a dieciseisavos de la Liga Europa y evitaba estar pendiente del marcador de Mönchengladbach. Y, sin embargo, aplicó nuevamente las rotaciones puestas en escena en Europa. Extraño la presencia de Rukavina de centrocampista de banda y la de Pina de acompañante de Bruno en el eje, dejando en el banquillo a Jonathan dos Santos o Trigueros. Daba igual quién jugase.

“¡Más ritmo!”, reclamaba Marcelino desde la banda, entendiendo el técnico asturiano que la circulación rápida del esférico desmontaría a un rival endeble, sin nada que jugarse y que ya se llevó cuatro goles en El Madrigal. Al paso, sin mucha intensidad, con buenas formas, el Villarreal fue haciendo suyo el partido, con cadencia, sin prisas.

Las ocasiones amarillas se sucedían. A Vietto, Rukavina y Gerard Moreno les faltó tacto para finalizar tres ataques llegados desde el costado izquierdo, por dónde percutía una y otra vez Moi Gómez. Y pasada la media hora, un gran pase interior de Vietto fue culminado con serenidad y dulzura por Gerard Moreno, picando el balón con suavidad ante la oposición del meta chipriota.

Ante las lesiones de Giovani, Marcelino ha encontrado una mina en los dos puntas

Sin un gran ritmo, simplemente mostrando su superioridad técnica, el Villarreal tenía el partido en su mano. Y apenas cinco minutos después del gol de Gerard Moreno, llegó el de Vietto rematando de zurda un nuevo centro del costado izquierdo por donde campaban a sus anchas Jaume Costa y Moi Gómez.

Con el viento a favor, la segunda mitad quedó a modo de inventario. Bruno y Mario se quedaron en el vestuario al descanso, donde se marcharía al poco tiempo Vietto. No hizo falta más. Nicosia fue un balneario para el Villarreal, que sigue en Europa.