El Athletic se reivindica en Europa

Lo bueno para el Athletic es que ha reaccionado a tiempo en la Liga; lo malo, es que la reacción ha llegado muy tarde en la Champions. En Ucrania firmó su mejor partido de los últimos meses, pareciéndose al que fue, al menos en la presión, en el dominio del juego, del campo, de la pelota, de la anticipación. Y todo ante un rival acreditado por su fútbol y su experiencia, por sus protagonistas, a los que convirtió durante muchos minutos en puros secundarios. Fue una victoria reivindicativa de quien accedió a este grupo con la mirada alta y corría el riesgo de marcharse con la cabeza gacha.

En el partido prevalecía la tranquilidad entre un equipo ya clasificado para octavos (el Shakhtar) y otro ya eliminado (el Athletic). Más aún por cuanto al comenzar ya se sabía que el Oporto había vencido (0-3) al BATE. O sea, el Shakhtar debía ganar al Athletic y al Oporto para ser primero, y al equipo de Valverde le daba igual empatar que perder, porque en ambos casos debería vencer al BATE en San Mamés para ser tercero y caer a la Liga Europa y no al vacío.

La tranquilidad sacó la mejor versión del Athletic y la cara más relajada de los chicos de Lucescu. Costaba reconocer a futbolistas como Teixeira, Taison o Luiz Adriano, sombras de sí mismos. Solo Douglas Costa, por su velocidad y su brío, era el habitual.

Pero el Athletic va aprendiendo lecciones poco a poco, sin comerse las páginas del libro del fútbol que tenía escrito. Ha recuperado la táctica, defiende con más orden, pero le cuesta alcanzar el porcentaje de ocasiones que acostumbraba. En la primera mitad, dominando, mandando, gozando del balón, no fue capaz de fabricar una buena oportunidad.

El destino le tenía reservado el gol en la segunda mitad, precisamente cuando parecía que comenzaba el asedio del Shakhtar, con los dos centrales rojiblancos (verdes en Ucrania) y su medio centro amonestados y esa tendencia natural a partirse entre defensas y delanteros. Llegó el gol, con Aduriz ya en el campo, al que conocían bien los defensores del Shakhtar porque se fueron a por él olvidándose del resto cuando Beñat efectuó un libre indirecto. Y por allí apareció San José para marcar a bote pronto en el área pequeña. El gol premiaba el buen trabajo defensivo de San José, empequeñeciendo la enorme figura de Luiz Adriano, y el buen fútbol creativo de Beñat, que recompone su hasta ahora triste figura.

El Athletic se está reconstruyendo de atrás hacia adelante. Arriba, le fallan los extremos. Muniain y Susaeta, aún muy lejos de su mejor versión, y la productividad ofensiva del equipo lo padece. A cambio, poco a poco va contando con un Iturraspe más reconocible. Junto al todoterreno Mikel Rico se merendaron al centro del campo. Por ahí comenzó el nuevo orden del Athletic, que consiguió su primera victoria en esta Champions. Como la derrota y el empate tenían idénticas consecuencias, pues ganó, aunque ninguno de los cinco árbitros vio un claro penalti de Balenziaga por mano, casi en la prolongación. Ahora le basta con un empate en San Mamés frente al BATE para volver a la Liga Europa de imborrable recuerdo. Pero su mejor noticia fue que sigue creciendo. Poco a poco, pero crece.