Marc Gasol pone en órbita a los Grizzlies

Marc Gasol está que se sale. Ya no se trata de un momento de forma excepcional, de una racha, de unos partidos en estado de gracia. Lo suyo se adentra en otra dimensión, un nuevo estadio reservado ya a muy pocos jugadores, a pívots contados con una mano esta temporada en la NBA. La manera en la que dominó el juego ante un equipo de un nivel notable como los Clippers, ratificó su capacidad para dominar los partidos y por supuesto su liderazgo. Los Grizzlies lo aprovecharon para apuntarse un nuevo triunfo (107-91) que los consolida como líderes de la Conferencia Oeste y como el equipo que más partidos han ganado esta temporada: 12.

Sus 30 puntos y 12 rebotes, la imponencia con la que dominó el juego, en defensa, en ataque, en lectura de las situaciones y en capacidad para dar el pase correcto y ofrecer los bloqueos adecuados, acabó desquiciando y sacando del partido a DeAndre Jordan primero y a Spencer Hawes después.

Los Grizzlies se confirman como un equipo sólido, sin grandes estrellas, pero con una pareja interior demoledora formada por Marc y Randolph, y muy duro en defensa, con una excelente química entre todos sus jugadores y una dinámica competitiva ideal para situarse donde están, con esas 12 victorias. Sus dos únicas derrotas, además, se han producido en finales muy ajustados ante Milwaukee y Toronto, en este último encuentro, además, con la desventaja de tener a media plantilla de baja, aquejada de un virus intestinal. La eficacia del equipo de Tennessee es especialmente destacable en su cancha, en la que suman ya 22 victorias seguidas.

Los Clippers no pudieron con Marc y perdieron por completo la batalla por el rebote, con 20 capturas más para los Grizzlies. Blake Griffin estuvo inspirado en ataque y Chris Paul, con 22 puntos, solo encontró un apoyo consistente en Jamal Crawford, autor de 22 puntos.