El calendario define al Barça

Hacía un lustro que no se dudaba del Barça en cuanto a competitividad y fiabilidad, sobre todo porque finalizó cada temporada con un título, o al menos los disputó hasta el final. Se sabía, además, que con el balón en los pies no se le resistía rival alguno. Pero con los años ha perdido la efervescencia y eficacia, hasta el punto de que en este verano llegaron ocho jugadores —la mayor revolución en una década— y aterrizó otro entrenador tras el batacazo de Martino. “Estamos en el proceso lógico y normal”, esgrime el técnico Luis Enrique, que ayer recordó que han ganado los dos últimos partidos (Ajax y Almería) y que son el equipo menos goleado (cinco tantos, frente a los nueve del Valencia y del Sevilla). Y abundó: “A día de hoy la afición no nos ha mostrado su disconformidad. El margen de error en los grandes equipos es mínimo, pero espero que esto esté abierto hasta el final, por lo que todavía hay margen de error”.

Hay que ver cómo evoluciona el equipo porque los grandes parece que nos van grandes”, resuelven desde el club

Ocurre, sin embargo, que ni la exigencia de los resultados ni del calendario entiende de procesos ni márgenes, más que nada porque no se sabe bien a qué juega el equipo, del mismo modo que tampoco se explica. Por lo que los próximos rivales, todos de arrea, definirán al Barça, que aspira a subrayarse como algo más que la clase burguesa. “Hay que ver cómo evoluciona el equipo porque los grandes parece que nos van grandes”, resuelven desde el club; “pero es cuestión de tiempo que todo funcione”. De momento toca el Sevilla (20.00, Canal +), con dos puntos menos y con el hándicap de que Emery, técnico en el Pizjuán, nunca puntuó en el Camp Nou. “Es un entrenador que siempre nos ha puesto en dificultades”, replica Luis Enrique; “y el Sevilla se atreve a presionar alto, crea problemas en campo ajeno y domina perfectamente la estrategia. Lleva nueve goles así y ocho de centro y remate”. Y la mayoría de esos centros corren por cuenta de Denis Suárez (lanza las faltas) y Deulofeu (un surtidor en la banda), jugadores a préstamo por el Barcelona. “No queremos aplicar esa famosa cláusula [la denominada del miedo] porque entendemos que los cedidos pueden participar en estos partidos. De lo contrario, no te hacen daño, pero tampoco compiten contra equipos de alto nivel”, añadió el técnico, que ha dejado fuera de la convocatoria a Iniesta, lesionado, y a Mascherano.

Y eso es lo que se exige el Barça, competir en la élite. Para ello, y tras el Sevilla, visitará a un Valencia que ha recuperado el gusto por la competitividad, además se las verá con el Apoel a domicilio y recibirá al PSG para aclarar su posición en la liguilla europea, en la que es segundo. Entre medio, el supuesto trámite copero ante el Huesca. Duelos de alta alcurnia; una agenda con sentencia.