Salvadores, intérpretes y conspiradores
Como cada lunes y jueves, 'El Palomero' analiza toda la actualidad deportiva desde su peculiar perspectiva
17/11 Lunes
Será el clima otoñal, o lo que sea esta estación donde pasamos de días radiantes a otros infernales y el termómetro se mueve más que Steve Markovic. ¿Steve Markovic? se preguntará el lector, ¿quién es ese? Pues un norteamericano con el sistema nervioso siempre en puertas del colapso que tuve de compañero durante quince días escasos, y que desde el pitido inicial del partido, se levantaba, colocaba justo detrás del banquillo y no paraba de hacer estiramientos para calmar su ansiedad. A pesar que le avisamos que en aquellos tiempos no salir en el quinteto inicial te aseguraba una dosis extrema de minutos en el banco, el bueno de Steve no nos hacía caso y en alguna ocasión se pasó los cuarenta minutos calentando para terminar no saliendo a la pista.
A lo que iba, será el otoño o lo que sea, pero estoy muy vago. Normalmente me gusta empezar la semana con una buena sesión de spinning en el gimnasio, pero últimamente me cuesta más que a un partido político castigar de verdad las corruptelas en su propia casa. Total, que en lugar de darle al pedal mientras el profesor no para de gritar ¡vamos equipo! lo que en lugar de animarme me aumenta las ganas de bajarme de la bici y destrozar el amplificador de la sala, he desayunado con parsimonia mientras asistía a la entronización mediática de Isco. Isco is the new Mesias, venían a decir unas cuantas firmas de diferente calado, y claro, de tanto repetirlo, uno termina creyéndoselo. Mucha carga le estamos poniendo a este artista malagueño, al parecer principal depositario de las esperanzas, no sólo del Real Madrid, sino de la renqueante selección española.
A menudo se escuchan voces críticas con alguno de los comportamientos de las estrellas deportivas, pero es que no se lo ponemos fácil cuando elevamos a los altares y parecen terminarse los adjetivos dedicados a, no lo olvidemos, chavales de ventipocos años. Hay que tener la cabeza muy bien amueblada para soportarlo y que no se te vaya la pinza. En este caso, Isco , a su corta edad, ya ha vivido bajo los focos y también en el ostracismo, por lo que espero que sepa digerir tanta portada y artículo laudatorio.
De evoluciones y maduraciones, las mías más concretamente, han hablado mis antiguos compañeros en la presentación de mi nuevo libro, Ahora que me acuerdo, donde no han ahorrado en descalificaciones y puñaladas, siempre desde el cariño. Egocéntrico, contradictorio, ciclotímico o palomero de la vida han sido algunos de los calificativos que me he llevado al darles el derecho a réplica de lo que he escrito sobre ellos. Han sido tantas y tan variadas las coces que al terminar, una amiga que no me conoció en mi época de jugador me ha preguntado si yo era así de mala persona. Menos mal que había algún que otro notario periodístico como Faustino Sáez, que ha sido algo más cariñoso conmigo en su crónica del evento.
Bromas aparte, lo hemos pasado en grande, disfrutando del placer de encontrarnos y gozando de la presencia de Coronas y Cansado como ilustres maestros de ceremonias, lo que ha convertido la reunión en un puro delirio humorístico.
18/11 Martes
El barcelonismo no gana para sustos. El equipo no acaba de coger la onda, hay dudas sobre el estilo y Luis Enrique está bajo la lupa. Todo esto con el Madrid llevando el liderazgo de la liga, lo que ya de por sí es una mala noticia para los culés. En este escenario, va Messi y dice algo que parece que podría quizás entenderse como que se está planteando abandonar el Barça en fecha cercana. Como diría Rajoy, todo supuesto, pues para interpretar lo que dice Messi las pocas veces que habla se necesitaría una carrera al menos de cuatro años. No envidio para nada a los mesiólogos pues trabajan con un material extremadamente complejo. A partir de unas pocas palabras, muchas suposiciones, carreras, goles, caras y hasta vómitos, deben sacar conclusiones que satisfagan la demanda de información y análisis que genera el jugador argentino. Cualquier día van a tener que utilizar posos de café o estómagos de aves para saber cómo se encuentra.
Por cierto, hoy Messi ha jugado con Argentina frente a la Portugal de Cristiano. Y claro, como cada vez que los dos mejores jugadores del mundo, la atención era grande. Lo mismo que ante el España-Alemania, los dos últimos ganadores del mundial. No cabe duda que el fútbol cumple cada vez mejor con uno de los grandes mandatos marketinianos de estos tiempos. Crear expectación previa a los acontecimientos. Ahí están las empresas tecnológicas, amenazando constantemente con cosas que nos dejaran patidifusos. Hoy mismo, Nokia ha lanzado un tuit que decía escuetamente: "Estamos trabajando en algo" y lo acompañaba con una foto de una caja negra. Toma ya.
En la mayoría de las ocasiones, lo real no cumple con lo imaginado a través de las campañas, llenas de grandilocuentes llamamientos. Ha vuelto a ocurrir en estos dos partidos señalados bombo y platillo. Ni una jugada reseñable por parte de los dos astros, que además no gastaron energías y sólo jugaron 45 minutos. Y en Vigo, una nueva demostración de que el camino de reconstrucción futbolística y anímica de nuestra selección va a ser largo y complejo. Ni siquiera con la eximente del chaparrón que cayo como sólo puede caer en Galicia, dejó más dudas que certezas.
Pero no hay tiempo para que la decepción vaya más allá de la duración de los partidos. Recién concluidos, ya se anuncian otros acontecimientos que nos prometen grandes emociones. Y así, de expectación en expectación, no siempre satisfecha, vamos tirando.
19/10 Miércoles
Leo la noticia que a Barcelona no le han dado el Mundial de Atletismo 2019 y me pregunto cuanto tardará alguien en ejercer ese recurso tan nuestro de las manos negras y la conspiración contra nuestra candidatura como factores decisivos en la elección. No pasa ni un minuto y encuentro las declaraciones de Jose María Odriozola, sempiterno presidente de la Federación de Atletismo, que se despacha a gusto con un "lo único que tienen (Doha) es dinero. Es un atraco. No pienso ir allí". Vaya, otra vez. Es increíble la ceguera que tienen los dirigentes internacionales, ya sean del COI o de otro organismo para no darse cuenta que nuestras propuestas son las mejores. Ya lo hicieron en las candidaturas olímpicas, que claramente perdimos por corruptelas, y ahora se ha vuelto a repetir. Porque qué importa que de dinero andemos como andamos y que la producción de embutidos (chorizos) esté rozando máximos históricos. Que haya un enorme conflicto político que puede llevarnos a tener próximamente un presidente con coleta y unas ideas que ponen de los nervios a los poderes establecidos. Y que también exista otro lío territorial, y no sepamos si en el 2019 Cataluña será carne o pescado. O que nuestros casos de doping, algunos en atletismo, se hayan resuelto tarde y mal. Eso es pecata minuta, por lo que no puede haber otra explicación que nuestro impecable trabajo se haya tirado por la borda por manipulaciones y conspiraciones. Hace bien Odriozola en no ir. Su ausencia prácticamente asegura el fracaso de la competición.
Hablando de ir o no ir, dos certezas y una duda. La duda es si el gobierno tendrá los santos bemoles para indultar a Jaume Matas y que no tenga que volver a la cárcel. Las certezas son que a la Pantoja ya no hay quien le libre (entre lo suyo y lo de la Duquesa de Alba, vive eufórico y sin dar abasto el universo rosa) y que Casillas no va a celebrar la Navidad con Xabi Alonso. Ese "de largo" en su frase "Neuer es, de largo, el mejor portero con el que he jugado" añade y convierte una frase de halago a su actual compañero en un claro menosprecio hacia Casillas. Como Xabi es un tipo cabal y racional, no contemplo la posibilidad de un desliz, sino más bien una declaración hecha con toda la intención. El sabrá sus razones para meterse en este jardín.
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