Bocazas, hermanos y tiburones

Se hacen público los ganadores de los Premios Ondas y me llevo una alegría doble. La primera porque el premio nacional de radio recae en Todo por la radio, sección de La Ventana de la SER, que según el jurado es “el mejor ejemplo en la radio actual de cómo hacer la digestión de la actualidad diaria a través del humor”. Y no es fácil eso de la digestión en estos tiempos, donde desde demasiados lugares se nos intenta alimentar con ruedas de molino. Como mi opinión es totalmente subjetiva, pues participo en él aunque sea mínimamente, solo animo a cualquiera a escucharlo, bien en directo, de lunes a jueves de cinco a seis de la tarde, o por las diferentes maneras que la tecnología posibilita escuchar la radio cuando y como se quiera. Aseguro que merece la pena y cada edición viene a recordar que el humor no sólo es un vehículo de diversión, sino también de reflexión y análisis político y social a veces mucho más certero y riguroso que otros que se publicitan con la etiqueta de la seriedad. La segunda satisfacción es por el Ondas nacional de televisión a ilustres Ignorantes de mi amigo y compañero Javier Coronas, otro espacio fundamentado en el humor, ingenio y talento de un trío, la triple C (Coronas, Cansado y Colubi) que lleva camino de convertirse en todo un clásico.

Escucho a Arturo Vals, galardonado como mejor presentador, diciendo entre risas que cuando no se lo dan, los premios son una mierda, pero cuando le eligen a él, son la bomba. Comportamiento habitual y humanamente entendible, siempre que no te pases de frenada, como en aquella Copa del Rey que el presidente del Real Madrid (sobra decir que fue ganada por los blancos) calificó como la mejor de la historia. Hablando de premios y récords, hoy la prensa de Madrid se vuelca con Cristiano, que recogió su bien ganada bota de oro, mientras a la de Barcelona eso es pecata minuta y lo que importa es que Messi ha alcanzado a Raúl como máximo goleador de la Champions. Pues eso, lo que decía Arturo Vals.

07/11 Viernes

Soy muy fan de Charles Barkley. Como jugador, una auténtica fuerza de la naturaleza, y sobre todo como lengua viperina. La lista de frases polémicas salidas de esa bocaza es larga y sabrosa. Hay de todo, faltonas, racistas, ingeniosas y en general surgidas más de las ganas de montar polémica que de creencias personales. Recuerdo algunas: Sobre la opinión ajena. “No me importa lo que la gente piensa. La gente es estúpida”. Sobre los árbitros. “No necesitamos árbitros, pero entiendo que los blancos necesitan tener algo que hacer”. Sobre sus nuevas zapatillas. “No te van a hacer rico como yo, no te van a hacer rebotear como yo y tampoco te harán guapo como yo. Solo conseguirás llevar las mismas zapatillas que yo. Eso es todo”. Sobre las mujeres de San Antonio. “Es una mina de oro para los amantes de las chicas gordas”. Sobre Stanley Roberts, compañero suyo, exjugador del Real Madrid y glotón empedernido: “Stanley, podrías ser un gran jugador de baloncesto con sólo aprender dos palabras: Estoy lleno”. Sobre su precio “A mí se me puede comprar. Si me pagan lo suficiente, trabajo para el Kukuxklán”. Así podríamos seguir hasta mañana (si alguien quiere más, aquí hay hasta cincuenta). Su última invención ha sido anunciar una huelga de hambre que durará hasta que los horrorosos Lakers ganen un partido. Por encima de otras consideraciones, hay que reconocerle su capacidad para atraer el foco y provocar la contestación que alimenta el follón. Eso sí, lo que hace el gordo Barkley sería impensable en otros sitios, nuestro país por ejemplo. Nos rasgaríamos las vestiduras, se presentarían querellas, le tildarían de un montón de cosas que terminan en ista, en definitiva, nos las tomaríamos en serio.

08/11 Sábado

Comienzo el día leyendo una entrevista a Paco Jémez, entrenador del Rayo, del que me declaro seguidor. Su ideario me seduce y hace entender mejor el por qué del atractivo juego que desarrolla su equipo. Pero sobre todo disfruto de sus teorías sobre el desorden, del que se confiesa enamorado. ¡Un entrenador hablando de los beneficios del desorden! ¡Hasta dónde vamos a llegar!

Así como el video mató a la estrella de la radio, el exceso de orden y control que muchos entrenadores intentan ejercer sobre sus equipos ha resultado contraproducente. Lo ha sido en el ciclismo, con los pinganillos de marras limitando las decisiones de los corredores, o en el baloncesto con el intervencionismo casi obsesivo de algunos entrenadores sobre sus jugadores, especialmente los directores de juego. El desorden, como la arruga, es bello y hasta necesario. Cuando una carrera o partido se descontrola, surge la imprevisibilidad, el guion saltado, el atractivo inmediato. Evidentemente, debe tener su justa duración, pero como bien dice Jémez, la clave no está en estar siempre ordenados, sino en la capacidad para reordenarte después del inevitable desorden.

Ahora bien, para desorden el de José Antonio Monago, presidente de Extremadura, que no puede explicar (más bien no quiere) con quien estuvo en sus 32 viajes a costa del Senado que realizó en poco más de un año. Como dicen que no hay mejor defensa que un buen ataque, cuando convocó una rueda de prensa para ¿explicarlos? se mostró más enfadado que Luis Enrique. Eso sí, en lugar de contestar lo que interesaba aclarar, el tema de los viajes, se dedicó a hablar de lo de siempre. Ataques a su persona y por extensión a su comunidad, ofensa por las dudas, proclamación de absoluta limpieza, anuncio de acciones legales y bla, bla, bla. De la pregunta principal, ¿qué hizo en Canarias? lo que definiría si se trataba de trabajo o placer, nada más allá de un “siempre he ido a trabajar honestamente”. Eso fue el viernes, y veinticuatro horas más tarde resulta que ha prometido devolver el dinero gastado, lo que hace tambalear o bien lo de trabajar, o bien lo de la honestidad. Todo esto ha ocurrido en plena reunión de la cúpula del PP en Cáceres (casualidades de la vida) para hablar de “buen gobierno”. A la vista de lo ocurrido y lo que viene, buen gobierno debe ser defender a gente como Monago con un aplauso que le hacen saltar las lágrimas, pobre, qué gran injusticia se está cometiendo con él por un quítame 32 viajes. O que la lucha contra la corrupción la lidere una persona que supuestamente y durante veinte años, no se ha enterado absolutamente de nada, haya apoyado a unos cuantos chorizos y hasta le cuesta pronunciar la palabra corrupción. Pues nada, en pocos meses sabremos si ese buen gobierno seguirá gobernando.

09/11 Domingo

Álex Márquez gana el Mundial de Moto 3 y la familia hace doblete con el apabullante dominio de Marc en Moto GP. Nadia Tronchoni nos cuenta que los Márquez son gente corriente, que a Marc todavía se le conoce en Cervera como el hijo del Pichote y que Alex se forró de batidos de frutas para ganar altura. Igual fue eso lo que tomaron también los Gasol, otra pareja de hermanos estelar. O los Entrerríos, apellido ilustre de nuestro balonmano. Dudo más que fuese alimento principal en la dieta de los Sánchez Vicario, pues altos, lo que se dice altos, no son. Batidos aparte, todos tienen su mérito, en especial los pequeños, que han tenido que enfrentarse en sus comienzos a la inevitable etiqueta de ser “hermanos de”, herencia a veces envenenada. Lo ha repetido Álex, que con su éxito se quita de encima la sensación de que algunos pensaban que su presencia en el mundial era una prebenda por su apellido. En todos estos casos, la carga de llevarlo encima no ha sido obstáculo mayor para terminar demostrando sus capacidades, aunque también hay casos donde el peso resultó excesivo.

Domingo de motos y también de coches. Rosberg ganó, Hamilton tiene muchas papeletas para llevarse el mundial y Alonso juega al gato y al ratón con los medios de comunicación al no desvelar su futuro, que supongo tendrá bastante amarrado. Mientras tanto y como ocurre con convivencias que ya tienen puesta la fecha de caducidad, Fernando y Ferrari se tiran dardos como quien no quiere la cosa, lo que hace pensar que cuando la separación se consume, no celebrarán una fiesta de despedida. Triste final a un matrimonio del que se esperaba mucho y ha dado más bien poco.

A las seis paso de la Fórmula 1 y me cambio al baloncesto, donde compruebo de nuevo que el Fiatc Joventut es en la actualidad el equipo más divertido de ver de toda la Liga Endesa. Reafirmando las teorías de Paco Jémez, se ordenan y desordenan a gran velocidad, sin perder nunca sus señas de identidad. Triple va triple viene, masticaciones las justas y como decía un entrenador que tuve en el colegio, al rebote con dos…. Con veteranos como Kirksay o Savané, que viven su segunda o tercera juventud, y unas cuantas muñecas que hacen honor a la historia de la Penya, su hoja de servicios en este curso ya cuenta con una victoria en el Palau, la de este fin de semana en Badalona frente al hasta ahora invicto Unicaja y un uyyyy en Madrid ante los de Pablo Laso. Y sólo llevamos seis jornadas.

Termino con una noticia cinematográfica. El anuncio de la llegada en 2015 de Sharknado 3. Como su propio nombre indica, Sharknado es un tornado muy especial que en su primera entrega chupaba tiburones del mar y los lanzaba en Los Ángeles y en la segunda lo hacía contra un avión o en Nueva York. Sí, ya sé que suena fatal este demencial punto de partida y es cierto que Sharknado, en sus dos entregas, es mala con avaricia, auténtica serie Z cinematográfica. Pero no me queda otra que recomendarlas, pues a partir de su cutrerío, inverosimilitud y escenas absurdas, terminé pasándomelo bomba viéndolas. Que no todo va a ser películas de arte y ensayo.

Postdata.- Noticia de última hora. Los Lakers ganan su primer partido. Ed Davis, compañero de Kobe Bryant, publica ese tuit: “Ya puedes comer, culo gordo”. Supongo que Barkley le ha hecho caso metiéndose entre pecho y espalda una ensalada Stanley Roberts que consiste en tres hamburguesas separadas por una hoja de lechuga.