Alves, en la diana
Luis Enrique apuesta por el lateral a pesar de que él mismo reconoce no estar fino
Cuentan en la ciudad deportiva del Barça que Dani Alves anda por la vida de la misma manera que por el campo. Es un tipo atrevido y con personalidad. Nadie mejor que Alves personifica la frase de Jorge Valdano: “Se juega como se vive, y se vive como se juega”. El brasileño trepa por la banda derecha aunque el boquete en su lateral sea inmenso. Y cuelga sus vídeos en Instagram saltando en la cama del hotel en una concentración, aunque provoque algún dolor de cabeza al gabinete de comunicación. El lateral es protagonista. Dueño del ala derecha en la era Guardiola, ahora Alves no anda fino y él mismo lo reconoce. “No he estado bien”, admitió tras la derrota frente al Celta (0-1). Antes del duelo de hoy en Almería (16.00), el brasileño busca su mejor forma, pero no la encuentra.
En el vestuario no tienen dudas de que Alves se implica al máximo. “Él quiere, pero no puede”, cuentan desde el grupo. “¿La temporada de Alves?”, dice Luis Enrique. “Igual que la del resto del equipo: esperando hacer muchos méritos para que lleguen las notas positivas”. El preparador asturiano confía en el brasileño, aunque duda de su colocación defensiva. El técnico hace un enroque de piezas y coloca a Xavi de interior izquierdo para compensar, con Rakitic, las escaladas del lateral. No es nada nuevo para el Barça. Puyol se ganó más de una tarjeta amarilla por corregir alguno de los deslices del lateral brasileño.
Con el juego del Barcelona aceitado, el papel de Alves es clave en ataque (Guardiola lo llegó a poner de extremo en el Bernabéu). En la última temporada con el técnico de Santpedor en el banquillo dio 11 asistencias, sus centros tenían un 29,51% de efectividad y recuperó 258 balones. Su sociedad con Messi es superlativa. De las 250 dianas que lleva firmadas el argentino en la Liga, 25 han sido gracias a pases de Alves, números por delante de Xavi (20) e Iniesta (18). Sin embargo, en los últimos dos cursos el fútbol del brasileño se ha ido apagando. En este curso el acierto en sus centros roza el 17% y ya lleva 167 balones perdidos. Con cada uno de sus fallos en el Camp Nou resuena el run-run. Desde que Alves criticó a la afición por su falta de apoyo al equipo la temporada pasada, la relación entre el brasileño y la hinchada no volvió a ser la misma.
El contrato del brasileño acaba esta temporada y el Barça no puede fichar
Sin embargo, y a pesar de que la posición del lateral derecho es de lo más abundante en la plantilla (Alves, Montoya y Douglas, en tanto que Adriano puede jugar en ambos lados), Luis Enrique no apuesta por ninguno de los jugadores que tiene en la recamara. Alves ha disputado 12 de los 14 partidos del Barça este curso.
El entrenador por ahora apenas cuenta con Montoya, Douglas y Adriano
La situación de Montoya es una incógnita. El canterano era uno de los preferidos de Luis Enrique cuando dirigía el filial —intentó ficharlo incluso para el Roma— y esta temporada ha jugado sólo un partido. “Ha de esperar su momento... si es que puede llegar”, afirma el entrenador del Barça sobre Montoya, que se cierra en banda y nadie sabe que le pasa. En el Amsterdam Arena, una vez finalizado el partido, salió a ejercitarse solo al campo. Douglas, el fichaje del verano para rejuvenecer el lateral, pasó del susto de debutar con la camiseta del Barça en la Rosaleda, a la enfermería, y después, al anonimato. “Tengo mucha confianza en Douglas”, asegura el técnico. El caso de Adriano es diferente. El técnico lo ha utilizado desde el inicio siempre por la izquierda y saltó al campo como lateral derecho para reemplazar a Alves frente al Ajax en el Camp Nou, y a Douglas, en la visita a Málaga.
El contrato de Alves finaliza esta temporada. Así lo dejó claro Zubizarreta. “Hemos tenido un debate sobre el tema contractual de Alves. Su contrato finaliza en el año 2015, a partir de ahí veremos qué cosas van pasando”, corrigió el director deportivo al lateral, que, en verano, había dicho que su vínculo expiraba en 2016. El Barcelona no podrá fichar por un año, y sin recambio para Alves, se abre un agujero en el ala derecha azulgrana.
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