Revancha entre genios
Carlsen y Anand se enfrentan de nuevo, en Sochi, con el título mundial en juego.
Viswanathan Anand no siente ya el enorme peso de la corona que logró cinco veces porque Magnus Carlsen se la quitó hace un año. Pero el indio logró en marzo la hazaña de ganar el Torneo de Candidatos a los 44 años (sólo cuatro de los 50 primeros del mundo tienen más de 40) y ahora es el aspirante al título del noruego, de 23. El duelo empieza este sábado en el Parque Olímpico de Sochi (Rusia) con un millón de euros en premios, al mejor de doce partidas.
Todo está listo excepto un detalle: la altura del salón donde los dos genios medirán sus fuerzas es demasiado grande para instalar un muro de cristal opaco que les impida ver al público. En el siglo XXI eso puede ser importante porque un espectador, ayudado por programas informáticos que calculan millones de jugadas por segundo, podría soplar los mejores movimientos a uno de los jugadores a través de un código de señales. El apoderado de Carlsen, Espen Agdestein, se mostró algo contrariado: “Van a intentar configurar la luz de tal manera que los espectadores sean invisibles desde el escenario, pero me temo que no va a funcionar”. El polaco Andrej Filipowicz, árbitro principal, quitó importancia al problema: “Eso hubiera sido preocupante el año pasado en Chennai [India] porque había muchos seguidores fanáticos de Anand, pero Rusia es un país neutral”. Además, cabe recordar que ni Carlsen ni Anand han tenido nunca una conducta antideportiva.
Anand ya no sufre la enorme presión mediática de hace un año en India, donde es un ídolo de masas y fue galardonado como “mejor deportista del milenio”; sólo en su estado, Tamil Nadu, 13 millones de niños aprenden ajedrez en los colegios. Es probable que esa liberación psicológica haya influido en sus buenos resultados de 2014: además de su asombrosa y clara victoria en el Torneo de Candidatos, hace dos meses ganó la Final de Maestros en Bilbao.
Carlsen, 21 años más joven que Anand, hará cuanto pueda para que las partidas sean muy largas
Pero su principal problema puede ser la resistencia física, a pesar de que su preparación en los meses anteriores a un duelo siempre incluye dos horas diarias de gimnasio. Como ya ocurrió en Chennai, Carlsen, 21 años más joven y practicante de varios deportes, hará cuanto pueda para que las partidas sean muy largas, luchando hasta la última posibilidad incluso en aquellas posiciones que parecen destinadas al empate. Como recuerda el excampeón del mundo Vladímir Krámnik, “Carlsen es quizá el mejor de la historia en ese tipo de situaciones, que Anand debería evitar complicando las partidas cuanto pueda”.
Otro excampeón, Anatoli Kárpov, resaltó durante la conferencia de prensa inaugural el mérito de Anand: “En mis tiempos, el campeón tenía derecho a la revancha cuando perdía. Ahora ya no, y por eso me impresiona mucho que Anand, con el sabor de la derrota aún muy reciente, fuera capaz de ganar con claridad el Torneo de Candidatos. Eso nos hace esperar un gran duelo entre dos grandes campeones”.
Como ya es habitual, ambos jugadores tuvieron extremo cuidado en no desvelar información interesante para su adversario en la rueda de prensa inaugural. Pero aún así hubo algunas frases con sustancia. Anand, que se ha concentrado varias veces en Alemania con su equipo de analistas (el indio Sasikirán, y los polacos Wojtaszek y Gaievsky), confirmó que se encuentra más a gusto que hace un año: “Rusia es el mejor país para jugar al ajedrez; aquí siempre me han tratado muy bien; y en el Parque Olímpico de Sochi no hay atascos de tráfico”. Carlsen reconoció su momento más difícil del año pasado: “Cometí varios errores en las primeras partidas que me podrían haber costado muy caro. He trabajado para que eso no vuelva a ocurrir”. El sorteo de colores determinó que el campeón juegue la primera partida con las piezas negras. De su periodo de concentración sólo se ha hecho público que ha estado una semana en Zermat (Suiza) pero es indudable que ha durado mucho más tiempo, quizá en Noruega o tal vez en lugares secretos con entrenadores cuyos nombres también se mantienen en la sombra; sólo se conocen los del danés Nielsen y el noruego Hammer.
Karpov: "En mis tiempos, el campeón tenía derecho a la revancha cuando perdía. Ahora ya no"
Aunque muchos periodistas abusan del calificativo de “genio”, en este caso no hay duda. Anand exhibió desde su adolescencia una rapidez de reflejos superior incluso a la de Kaspárov, que le permitía detectar jugadas geniales en muy pocos segundos. Carlsen, quien a los cinco años sabía de memoria las capitales, superficie y población de todos los países del mundo, muestra una comprensión tan profunda de la estrategia que ya se le cataloga como uno de los mejores de todos los tiempos, aunque sólo tenga 23 años. Ello ha contribuido a convertirlo en un ídolo nacional en Noruega, un país donde el ajedrez era casi desconocido, aunque los discretos resultados de Carlsen en los últimos meses han creado algunas dudas en los medios de comunicación de su país.
Por otro lado, es difícil acostumbrarse a que el himno nacional de Rusia sólo se oiga en un Mundial porque es el país organizador. Los países que formaron la extinta URSS, donde el ajedrez era una pasión nacional muy masiva, siguen produciendo jugadores excelentes; de hecho, Rusia tiene siete entre los 30 mejores, pero no parece probable que ninguno de ellos sea campeón en los próximos años. Sin embargo, el ajedrez sigue siendo prestigioso en Rusia. Ello explica que el presidente Putin se haya implicado personalmente en la organización de Sochi, cuando sufre sanciones internacionales que pronto podrían afectar a acontecimientos culturales y deportivos. Hace pocas semanas, se reunió con el Gobernador de esta provincia, Krasnodar. Y, según varios testigos presenciales, le dijo: “Es muy importante que el Campeonato del Mundo de Ajedrez salga muy bien. ¿Me ha entendido?”.
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