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Alemania se pierde en los cambios

Polonia, veloz en las transiciones, rompe a la defensa novel de Löw y vence por vez primera a su rival histórico Benzema, con un gol y una asistencia, descose a Portugal en un amistoso

Jordi Quixano
Milik marca de cabeza el primer gol de Polonia ante el meta Neuer y Boateng.
Milik marca de cabeza el primer gol de Polonia ante el meta Neuer y Boateng. KACPER PEMPEL (REUTERS)

Campeón del mundo, Alemania parece tener cuerda para rato porque muchos de sus integrantes están aún en el cenit de su carrera del mismo modo que no hay Eurocopa o Mundial de categorías inferiores que se le resista, acaso cuando España está entonada. Pero le salió rana la apuesta forzada a Joachim Löw —Schweinsteiger, Gündogan, Khedira y Schmelzer andan lesionados al tiempo que Lahm y Mertesacker se han retirado de la selección— frente a Polonia, toda vez que los recambios no acabaron de funcionar en el Estadio Nacional de Varsovia (2-0).

Cuenta Alemania con Durm, lateral efervescente del Dortmund, con el espigado central Rüdiger (1,90m), del Stuttgart, y con el extremo Bellarabi, del Leverkusen, equipo al alza esta temporada. También juega Kramer, quien sufriera una conmoción cerebral que le impide recordar la media hora que jugó en la final del pasado Mundial. Perlas nuevas que ni chirriaron ni marcaron la diferencia como sus predecesores, jugadores que palidecieron ante una Polonia atildada, que no le hizo ascos al balón y que trató de agitar el árbol por los costados con las carreras de Grosiki y Rybus.

Müller, anárquico como pocos, tiró de la carrera pero erró en el remate

Alternó Alemania el toque con la contra, nada nuevo para Löw, que tiene a Guardiola y a Klopp como manuales de consulta. Y Müller, jugador anárquico como pocos, explotó la verticalidad con carreras y llegadas, con dos disparos que no encontraron puerta. Tampoco el remate de cabeza de Hummels tras una jugada ensayada. Algo que sí logró el polaco Milik, certero al romper desde atrás y rematar un centro lateral. La guinda llegó por parte de Mila, que enhebró un pase de Lewandowski. El triunfo, histórico porque nunca había doblegado a Alemania, mantiene a Polonia en lo alto de su grupo, sólo empatados por Irlanda, que recuperó al viejo roquero Keane para descoser en 18 minutos a Gibraltar, para hacerles todo un triplete que redondeó más tarde la selección de Martin O'Neill (7-0).

En el grupo F, Rumanía se complicó la vida al empatar en casa frente a Hungría (1-1), sobre todo porque al gol inicial de Rusescu —delantero del Sevilla cedido al Steaua Bucarest— replicó Dzsudzsák en los compases finales. Coyuntura que malogró Finlandia; perdió en casa ante Grecia (0-1), que estrecha un grupo liderado por Irlanda del Norte.

La sorpresa corrió por parte de Albania, que logró empatar en el grupo I con Dinamarca (1-1). Y le imitó Armenia, que tuvo contra las cuerdas a Serbia (1-1), pero que falló un penalti en el minuto 83 para después lamentar un tanto sobre la bocina, un latigazo de Tosic, habilidoso extremo del CSKA.

Albania y Armenia dieron la sorpresa al empatar con Dinamarca y Serbia

Aunque fuera de competición, Francia y Portugal se midieron en un duelo intenso, marcado por el buen juego galo, impulsado por la participación de Pogba y las carreras de Griezmann, además de los arrebatos lusos, casi siempre de Nani y Cristiano Ronaldo, bien al galope y mal en la definición. Sucedió, sin embargo, que el partido se decidió de buenas a primeras en una estupenda jugada de Francia, por trenzada y precisa. Así, se repartieron el cuero los futbolistas de Deschamps, de la zaga a la media y de ahí a Griezmann, que buscó la pared con Matuidi para centrar al segundo palo, donde se incorporó Sagna. El chut lo escupió Rui Patricio, pero Benzema, siempre oportunista y bien colocado, cogió el rechazo para festejar su tanto y reivindicarse también como bleu.

Benzema, definido por Ronaldo como el mejor delantero del planeta, se esmeró en darle la razón. Por lo que tras un centro de Evra, meció el esférico y se lo puso en bandeja a Pogba, que chutó con fiereza y acierto para sentenciar el encuentro y a Portugal, por más que recortara distancias con un penalti que ya no ejecutó el 7, sustituido justamente en la jugada anterior (2-1).

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