“Igual que solo hay un Usain Bolt, solo hay un Marc Márquez”
El pentacampeón de 500cc Mick Doohan se identifica con Márquez, un piloto que destroza la moral de sus contrincantes como él hacía
Lejos de la pista, sin rivales ya, Mick Doohan (Brisbane, Australia; 49 años), padre de familia y piloto retirado, ha dejado de ser el tipo duro, invencible e imposible, que atemorizaba a la competencia. Ríe mucho y bromea otro tanto. Ganó cinco títulos consecutivos de 500cc y todavía posee el récord absoluto de triunfos en una temporada, doce. Pero también sabe que está a tiro de Márquez, el chico que puede convertirse en campeón del mundo este domingo (07.00, MovistarTV) precisamente si gana la que sería su 12ª victoria del año. Saldrá desde la cuarta posición de la parrilla.
Pregunta. Va de un acto promocional a otro, ¿cómo es su vida?
Respuesta. No la cambiaría por nada. Está muy bien. Me paso los días pensando en cómo hacer para no hacer nada.
P. ¿Qué siente cuando ve lo que Márquez está consiguiendo?
R. Hacía unos cuantos años que no veía las motos con tanta asiduidad. Ahora no me pierdo una carrera, son emocionantes y ver a Márquez pilotar no está nada mal. Lo que hace con la moto es fantástico.
P. ¿Cómo se pueden ganar diez carreras consecutivas?
R. Porque sigues exigiéndote más a ti mismo. Y a medida que pasan las carreras, cuando ganas tres, cuatro o cinco, tu confianza va en aumento. Te crees que puedes seguir ganando y te sientes muy fuerte, aunque al mismo tiempo eres consciente de que no las ganarás todas. A Marc lo veo con mucha confianza, está pilotando extremadamente bien, sin cometer demasiados errores. Tiene todo a mano para dominar como lo está haciendo.
P. ¿Cómo lo hizo usted?
R. Diría que tenía, a la vez, todo lo que necesitaba para ganar: la moto era buena, el equipo trabajaba bien, me sentía genial y no cometía errores. Así que sólo tenía que concentrarme en tirar tanto como pudiera. Aquel año jugué un poco psicológicamente con mis rivales. Y eso también suma.
P. Reconoció que intentaba destruir mentalmente a la competencia, ¿también lo hace Márquez?
R. Me gustaba jugar con ellos. La dominación empezaba por hacerles creer que era imposible ganarme. Marc está en la misma situación. Los demás piensan que no le pueden ganar. No sé si lo hace intencionadamente, pero también él se ocupa de destrozar la moral de los rivales: eso de demostrar esa fortaleza en cada sesión, aunque sea la de calentamiento, justo después del desayuno, es agotador para los demás. Es un efecto colateral de su dominio.
En carrera Marc apenas comete errores; en los libres se equivoca más, pero sólo está buscando los límites”
P. ¿Acusó Lorenzo esa presión al principio de la temporada?
R. Un contrincante como Márquez te destroza la moral, te hace venirte abajo. Es muy difícil entender cómo alguien puede estar tan fuerte. Pero, del mismo modo, en las últimas carreras Lorenzo ha vuelto.
P. ¿Está asumiendo Márquez demasiados riesgos últimamente?
R. No. Debe asumir riesgos, aunque tienen que estar bien calculados, que lo están. En carrera Marc apenas comete errores; los cometió en el último gran premio y en Misano, pero se trata de errores minúsculos. En los libres o en la clasificación se equivoca más, pero es cuando tiene que hacerlo; no es más que una señal de que está buscando los límites, aprendiendo qué puede y qué no puede hacer la máquina.
P. ¿Se inquietan en Honda con pilotos como él?
R. Parece que corra sólo con el corazón, pero Marc también corre con la cabeza. Es muy inteligente sobre la moto. Su aplicación, su velocidad, su método, y la habilidad que tiene para absorber toda la información es lo que le hace tan fuerte. Los japoneses son felices y seguirán siéndolo mientras siga ganando.
P. Al igual que Márquez, usted también popularizó un estilo de pilotaje diferente, extraño entonces.
R. No lo era para mí. Desarrollé ese estilo muy temprano como consecuencia del dirt track. Marc, en cambio, pilotó motos de velocidad ya de muy pequeño. Al final se trata sólo de encontrar el estilo con el que te sientes más cómodo, de moverte encima de la moto como más te guste. Parece que las MotoGP, a diferencia de las 500cc, exigen desplazar más el cuerpo. Algunos intentan copiar el estilo, como ha hecho Valentino con Marc, pero es mejor tener uno propio. Sólo hay un Usain Bolt, sólo hay un Marc Márquez.
Cuando yo corría ya se decía que la Honda era muy buena. Marc en una Yamaha también ganaría”
P. Rossi recuerda este año que cuando él ganaba con la Honda se decía que lo hacía por la moto; le molesta que no se mida a Márquez con el mismo rasero.
R. No es más que una percepción de la gente. Ya cuando yo corría se decía que la Honda era muy buena. Pero seguí ganando durante años. Con Valentino, o con pilotos como Eddie Lawson, ocurrió lo mismo: pasar de Yamaha a Honda o al revés no cambia tanto las cosas. Si pusiéramos a Marc en una Yamaha también ganaría.
P. Usted criticó que Honda renovara a Pedrosa. ¿No se merecía el puesto?
R. Dani es un gran tipo. Pero un equipo tiene que tomar decisiones. Deseo que pueda vencer el año que viene, pero el caso es que ha tenido ya muchísimas oportunidades de ganar el Mundial con una moto de fábrica y en el equipo Repsol Honda. Me disculpo ante Dani y ante los que piensen que fue una crítica hacia él, sólo es la realidad. Esto es un negocio. Y a veces hay que empezar a pensar en quién será el próximo piloto.
P. Hablando de futuro, ¿cómo ve la llegada de Jack Miller a MotoGP?
R. No creo que sea un gran problema pasar directamente de Moto3 a MotoGP. En 1987 yo pasé de una moto de calle de 250cc a una 500cc sin haber pilotado jamás una moto de carreras, ni siquiera una 125cc. Kevin Schwantz llevaba una moto de calle en 1984 y dos años después estaba compitiendo en los grandes premios. Es sólo una moto. El único problema es que Miller no llevará una oficial y eso puede ser decepcionante si se siente capaz de ganar y no tiene la moto para hacerlo. Puede desestabilizarle mentalmente.
P. Usted le hubiera subido directamente a la moto de fábrica.
R. Yo, sí. Hay un poco más de agua, pero la piscina es la misma. Cometerá errores, pero es parte del aprendizaje. Marc sólo tiene 21 años. Valentino tiene 35. Este deporte necesita encontrar a los próximos pilotos capaces de batirle y Jack puede ser uno de ellos.
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