Nadal: derrota, apendicitis y pierde el número dos
El balear, dolorido, cae 3-6 y 6-7 con Feliciano y pasa a número tres del ránking tras ganar Federer a Mayer
Feliciano López eliminó 6-3 y 7-6 a Rafael Nadal en la segunda ronda del Masters 1.000 de Shanghái. La derrota del mallorquín, que se trató durante los días previos de fuertes dolores en el apéndice, sumada a la victoria de Roger Federer a Leonardo Mayer, le han arrebatado el número dos del ránking, que pasa a manos del suizo. La derrota también retrata las dudas con las que compite en estos momentos el campeón de 14 grandes: cedió la segunda manga pese a que tuvo bola de 5-1, tras sacar para ponerle su sello (break de Feliciano) y después de tener punto de set con su servicio en el tie-break.
En su segundo torneo tras tres meses de baja por lesión, Nadal compitió con muchas dudas, disparando corto y afrontando cada saque con el temor de que el apéndice le pegara un doloroso mordisco. En consecuencia, intentó agarrarse a los elementos más naturales de su juego, y buscó seguridades allí donde siempre las ha encontrado: Nadal fue drive, drive y drive. Se tapó siempre que pudo el revés para golpear con su mejor arma y tirar con la máxima precisión posible. Sin embargo, le faltó ritmo. Víctima de la falta de entrenamientos y de los días guardados en cama, en su juego predominó la confusión.
Así, el primer break fue para Feliciano. El toledano creció desde su saque (cuatro aces en los dos primeros juegos) y se agrandó cuando vio que la bola de su rival no tenía la profundidad necesaria para incomodarle e impedirle dictar el guion de los intercambios. La rotura abrió una herida en el convencimiento del balear. Perdió los cinco siguientes puntos. Del 2-2 y 30-30 en el que pensó asomarse a la bola de break, se vio 3-5 abajo con el toledano sirviendo por el parcial con la soltura del especialista: dos aces, un saque ganador, y a por la segunda manga, en la que ya disfrutó de pelota de break en el juego inaugural.
La continuidad, sin embargo, nunca ha sido una de las señas de identidad de Feliciano. Es un tenista que vive bailando sobre el alambre, entregado al riesgo y la inspiración. En cuanto Nadal redujo el número de errores, perdió el miedo a sacar y encontró un par de ganadores (con su revés, curiosamente) el partido cambió y se entregó a un diálogo mucho más reconocible, con el mallorquín mandando desde el fondo y el toledano asaltando la red. Ahí, como casi siempre, se impusieron los pasantes del balear, que en un visto y no visto se colocó con tres opciones de anotar el 5-1 en la segunda manga ("¿Qué haces Feli?", se recriminaba a sí mismo López).
Que Feliciano sobreviviera a todo eso, que no tuviera que pagar una doble falta con 5-5 en el tie-break (punto de set para su rival) y lograra su primera victoria ante Nadal desde 2010 retrata las inseguridades del mallorquín. Desde que conquistó Roland Garros, allá por junio, el campeón de 14 grandes solo acumula malas noticias. Las lesiones le han quitado el ritmo. El principio de apendicitis, las fuerzas. Con Basilea, París-Bercy y la Copa de Maestros aún por delante, Nadal deja Asia sin casi opciones de luchar por el número uno mundial (Novak Djokovic) hasta finales de temporada, y con todo su calendario pendiente de la decisión de si pasa o no por el quirófano para operarse del apéndice.
Por otra parte, David Ferrer, Andy Murray y Novak Djokovic llegaron hasta los octavos de final del torneo. Como Wawrinka, Nishikori, Cilic, Raonic y Dimitrov se despidieron de Shanghái, el español y el británico compiten ahora en China por acercarse a la Copa de Maestros, que reúne en noviembre y en Londres a los ocho mejores tenistas de la temporada.
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