“Ojalá no se vaya ninguna a la WNBA”
El seleccionador español, Lucas Mondelo, analiza una a una a las subcampeonas del mundo. "Tenemos mucho presente y mucho futuro", dice
"Tenemos mucho presente y mucho futuro", explica el seleccionador, Lucas Mondelo, para analizar la histórica plata de España en el Mundial. "No somos la mejor selección, quizá tampoco la segunda o la tercera mejor del mundo. Lo que no tengo ninguna duda es de que hemos sido el segundo mejor equipo, las mejores en ambición y mentalidad. Muchas de las jugadoras están tentadas por la WNBA, ojalá no se vayan y aguanten por lo menos hasta los Juegos para no fastidiarnos los veranos. Hay una gran estructura para proyectar el sueño del Mundial de 2018 en España", señala antes de analizar una a una a sus jugadoras.
Laia Palau. Base. 34 años. USK Praga. La Gran Capitana. Es de las mejores pasadoras del mundo y juega siempre pensando en el equipo. Es la mezcla perfecta de autoexigencia y generosidad. Ya lo hacía antes, pero en este campeonato le ha tocado ejercer la capitanía desde la primera línea y lo ha hecho impecable, guiando al grupo entre la prudencia y la ambición.
Alba Torrens. Alero. 24 años. Ekaterimburgo. Una jugadora de dibujos animados. En la pista es capaz de lo mejor o de lo imposible. Su talento y ambición son desbordantes. La gente la redescubre cada vez que logra hazañas como los 28 puntos ante Turquía, pero siempre es clave en la fortaleza mental que tiene este equipo. Una líder sin estridencias.
Marta Xargay. Alero. 23 años. Perfumerías Avenida. La jugadora all round. Juega en todas las posiciones del perímetro y también de falso cuatro. Todo el equipo defiende bien, pero lo suyo es sobresaliente. Defiende como nadie a las jugadoras más físicas del equipo rival. En su equipo juega de base y aquí su trabajo por dentro ha sido clave. Su radio de acción es infinito.
Laura Nicholls. Pívot. 25 años. Kayseri Kaski. La guerrera. Se enfrenta de tú a tú a todas las pívots que se encuentra, sean del color y la estatura que sean. Sin miedo, mirándolas a los ojos. Es una jugadora hecha a sí misma, que mejora año a año en calidad individual y en físico. En este torneo ha dado una demostración de carácter. Tiene una gran líder dentro.
Sancho Lyttle. Pívot. 30 años. Galatasaray-Atlanta Dream. La bandera de ébano. Nos da la diferencia de calidad que necesitábamos para poder competir en un Mundial. Cada vez disfruta más en el grupo, está implicadísima. En España dio su salto de calidad y en la selección tiene el rol de estrella que merece y que se la niega injustamente en la WNBA.
Silvia Domínguez. Base. 27 años. Ekaterimburgo. La hormiga atómica. Es la jugadora ideal para cambiar los ritmos del partido, descifra siempre la velocidad que necesita el equipo. Cada minuto en pista es intensa y valiente. Fuera de la pista le da un toque de alegría imprescindible al grupo. Ha jugado todo el campeonato lesionada, con un edema en un pie.
Nuria Martínez. Alero. 30 años. Galatasaray. El arma secreta. Es una jugadora multiusos. Su juego es muy físico, puede jugar de base o de exterior y con su experiencia saca faltas importantes. Fue clave en la semifinal ante Turquía. Una de las cosas por las que la incluí fue por ese posible cruce. Las conoce muy bien y ellas la temen. Ese factor psicológico cuenta. Su rol de veterana ha sido crucial en el grupo.
Anna Cruz. Alero. 27 años. Nadezhda Orenburg. La correcaminos. Es un valor seguro. Le da una marcha más al equipo. Es muy vertical en ataque y una defensora espectacular, incansable. Maya Moore tuvo problemas con ella, con eso está todo dicho. El año pasado no estuvo en el equipo por culpa de una lesión y en este campeonato ha dado un salto de calidad.
Laura Gil. Pívot. 22 años. Cadí La Seu. Carácter. Es una jugadora muy dura. Crucial para mantener la intensidad en la rotación interior. Ha superado y olvidado la grave lesión de rodilla que sufrió en enero y tiene mucho futuro por delante.
Lucila Pascua. Pívot. 31 años. CB Conquero. La torre. Nuestra jugadora más grande (1,96m), importante en la defensa en zona para defender a las gigantes de los rivales. Hace esa faena a la perfección y hace grupo por su personalidad.
Leticia Romero. Base. 19 años. Florida State. El futuro. Inteligente, responsable y madura, más de lo que indica su edad. Ha venido a este Mundial como parte de su proceso de aprendizaje y está casi lista para tomar la alternativa cuando el relevo generacional lo marque. Esperemos que este año que va a estar sin competir con Florida por la normativa de la NCAA no le afecte en su progresión.
Leonor Rodríguez. Alero. 22 años. Perfumerías Avenida. Proyección. Ha venido como especialista tiradora y pasadora. Ha interpretado a la perfección su rol en el equipo con actitud positiva. El futuro es suyo, pero tenemos un perímetro tan bueno que quizá la toque esperar como esperaron las que están ahora.
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