España se hunde

Lo comentaron las propias atletas antes de volar a Turquía. "¿Un instante clave? En ningún momento te puedes relajar. Igual te destacamos uno y luego te equivocas en una tontería y te crea un problema algo que nunca te lo había causado". Y esto fue precisamente lo que le pasó al equipo español este sábado en la competición de conjuntos del Mundial de gimnasia rítmica, en Esmirna, durante la ejecución del ejercicio mixto (tres pelotas más dos cintas). Un error que descolgó al equipo formado por Alejandra Quereda, Sandra Aguilar, Elena López, Artemi Gaveozuo y Lourdes Mohedano hasta la undécima posición. Bulgaria se coronó como campeona del mundo, algo que no lograba desde hacía 18 años, los mismos que llevaba Rusia sin quedarse fuera del podio. En esta ocasión, Italia, que fue plata, y Bielorrusia, bronce, coparon las tres primera posiciones.

El equipo dirigido por Anna Baranova y Sara Bayón era consciente de la complejidad extrema del ejercicio. "Uno de los más difíciles del mundo", aseguraba Bayón. Parte del éxito radicaba en superar el comienzo. Con la pelota enrollada en una cinta, Elena López tenía que lanzarla, que la cinta se desprendiera correctamente de la esfera y que ambos aparatos cayeran en dos puntos exactos. España salvó el obstáculo, pero poco después el fallo llegó en un momento inesperado: "Se produjo una descoordinación. De una tontería se salió la pelota fuera del tapiz. Todos los elementos de riesgos se hicieron perfectamente. Una pena", analizó Sara Bayón, poco después de que finalizara la competición.

Se produjo una descoordinación. De una tontería se salió la pelota fuera del tapiz" Sara Bayón, técnica de la selección

Nadie se esperaba quedar tan atrás en la clasificación general. Sobre todo después de conseguir la segunda mejor puntuación en cinco pares de mazas (17,183). Pero el error penalizó duramente al equipo de Baranova y el ejercicio mixto fue valorado con 14,733, lo que ponía muy cuesta arriba terminar el campeonato entre las 10 primeras y dejaba a las españolas fuera de la final de mixto.

Al equipo solo le queda ahora cazar un metal en la final de mazas que se disputa el domingo para rebajar la decepción. Las atletas aseguran que tras los éxitos de las últimas temporadas se han ganado el respeto entre las rivales. Un respeto que tendrán que volver a poner a prueba en los próximos grandes retos en la cumbre, como los Juegos Olímpicos Europeos del verano que viene y la cita olímpica de Río en 2016.