Las vueltas de Pascual

El nueve de agosto, con la pretemporada a la vuelta de la esquina, el agente de Kostas Papanikolaou llamó de improviso a las oficinas del Barcelona. El alero griego se decidió a última hora a pagar la cláusula de rescisión de su contrato, de 1,2 millones de euros, para cambiar la camiseta azulgrana por la de los Houston Rockets. Fue la última vuelta de tuerca a la periódica reconversión de la plantilla azulgrana.

El Barcelona había desembolsado un año antes 1,4 millones por el alero griego y le había firmado un contrato por tres temporadas con la intención de convertirlo en un jugador esencial en su proyecto a medio plazo. A sus 24 años y después de una temporada discreta, con unos promedios de 6,6 puntos y 4 rebotes, a Papanikolaou le faltó tiempo para tirarse de cabeza a la NBA. Pocas semanas antes también Dorsey había descartado renovar por el Barcelona para probarse en la NBA los Rockets.

Esa atracción irresistible que la NBA ejerce sobre la mayoría de jugadores de nivel, con proyección o especialistas es algo que el Barcelona, como todos los equipos europeos punteros, ya tiene asumido. En este caso, el club azulgrana reaccionó con más tranquilidad si cabe. Ya había reforzado su plantilla con jugadores muy contrastados. Apenas pasaron unas semanas desde que ganó el título de Liga en la final ante el Real Madrid, cuando hizo oficial la contratación del ala-pívot estadounidense del Valencia, Justin Doellman, de 29 años, y el MVP de la competición en la que promedió casi 15 puntos. Y también se apresuró en atar al checo del Cajasol, Tomas Satoransky, de 22 años. Con 2,01 metros, se trata del base más alto en la historia del Barcelona, superando al croata Ukic, que mide 1,95 metros. El Barcelona será un equipo de altura porque, fiel a su tendencia a pescar en Vitoria, también fichó al alemán Tibor Pleiss. Se trata de un pívot de 2,18 metros, que formará pareja con el croata Tomic, de 2,17 metros. Superan a la pareja más alta en la historia del equipo azulgrana, la que formaron Dueñas (2,21) y Femerling (2,13) entre 2002 y 2004. El último en llegar fue el alero DeShaun Thomas, de dos metros, procedente del Nanterre francés después de haber destacado en la Universidad de Ohio State. La reconversión de la plantilla, esta vez, ha sido obligada porque Lorbek se lesionó de nuevo y el club no paró hasta lograr un acuerdo para rescindir su contrato a cambio de 1,1 millones de euros. Pascual también descartó a Sada y Pullen, y decidió apostar por la incorporación al primer equipo del sueco Marcus Erikson, de 21 años, una de las perlas que cultiva el club azulgrana junto a Abrines y al croata Hezonja.