“Hemos perdido crédito y solo se recupera ganando y con buen juego”

En un contexto de necesidad y obligación, el seleccionador nacional, Vicente del Bosque, se expresó para medir el valor de la victoria ante los macedonios: "Sabemos que hemos perdido un poco de nuestro crédito y tenemos que recuperar la confianza de la afición. Pero eso hay que demostrarlo y lo mejor es hacerlo en el campo intentando jugar bien y sumando puntos. No valen las palabras".

Tras esa necesaria victoria emergió la figura de Munir y el debate que ha generado su llamada y su estreno. "No le hemos convocado", advierte el seleccionador, "para que Marruecos no pueda hacerlo. Si no se hubiera lesionado Diego Costa, ni hubiera tenido esta oportunidad". Del Bosque parece muy convencido de las posibilidades de un chico que con solo 100 minutos en Primera División ya es internacional absoluto: "Es rápido, tiene desmarque y gol y le vamos a seguir de cerca", le analiza el seleccionador.

El chico se presentó en la zona mixta con naturalidad. Parecía intuir el tipo de preguntas que debería responder. "¿Te has sentido presionado?", le inquirieron. "En algún momento me he sentido presionado, pero hay que convivir con ello", indicó Munir, que no especificó si las presiones fueron de Marruecos, pero sí fue rotundo a la hora de explicar su decisión: "He nacido en España y desde pequeño quería jugar aquí. Todo esto es un sueño y quiero darle las gracias a mi familia por lo que me ha apoyado". Munir tiene un discurso elaborado de tópicos que tiene mucho que ver con las jóvenes promesas: "El míster me ha pedido que jugara como en mi club, esto se trata de trabajo estés en el Barça o en el filial".

"En algún momento me he sentido presionado, pero hay que convivir con ello" Munir El Haddadi

Durante estos días, su compañero Bartra ha ejercido de protector. "Es un chico humilde y trabajador", subrayó el central. "Estamos tranquilos con él, lo ha hecho bien", abundó Pedro.

El otro gran protagonista de la noche fue el valencianista Paco Alcácer, que jugaba en su ciudad. En el 2-0, obra suya, enseñó ese instinto de cazagoles que le ha llevado hasta la élite. No pudo olvidar a su padre, fallecido hace tres años cuando ambos abandonaban Mestalla al término de la final del Trofeo Naranja: "Le he dedicado el gol a mi padre, cada día lo recuerdo y eso, cada vez que salgo al campo a jugar, me ayuda mucho".

“Hemos perdido crédito y solo se recupera ganando y con buen juego”