Hamilton, pole en Monza

Ni siquiera en su casa, en el circuito de Monza, Ferrari logró motivar a sus seguidores. La clasificación del Gran Premio de Italia despertó con muchas expectativas en la escudería de Maranello. No porque se pensara que sus monoplazas ofrecerían algún aliciente suplementario, que también, sino porque Luca Cordero de Montezemolo, su Presidente, había anunciado una conferencia de prensa en la que se pensaba que podía anunciar su adiós. Las palabras de Montezemolo no aportaron nada nuevo y los monoplazas rojos, tampoco. Al contrario, los tifosi sufrieron una nueva decepción cuando el finlandés Kimi Raikkonen, con un coche incontrolable en pista, quedó eliminado en la segunda tanda, por lo que deberá salir desde la 11 posición –gracias a la sanción de Kvyat por cambio de motor, que había acabado por delante de él-. Alonso al menos salvó los muebles, pero poco más y concluyó en la séptima posición.

Sin embargo, ni las tretas que habitualmente utiliza Ferrari en su casa, ni tampoco ninguna otra escudería consiguió romper la hegemonía de Mercedes que sigue siendo intratable. Todo el mundo se imaginaba que el duelo para la pole position lo dirimirían las dos flechas plateadas. Y así fue. Nico Rosberg y Lewis Hamilton dirimen una batalla a muerte en cada circuito, hasta el punto de que su equipo ha debido intervenir para evitar que se reproduzcan situaciones como la que se vivió en Bélgica: un toque entre los dos pilotos, que acabó con las aspiraciones de Hamilton, dejó a Rosberg segundo e impidió un nuevo doblete de la marca alemana.

Para Ferrari, el drama se acentúa cada vez más porque en cada gran premio se alejan un poco más de la cabeza

En Monza, la pole fue finalmente para Lewis Hamilton, que marcó un tiempo de 1m 24,1s, superando a su compañero de equipo, Rosberg, en dos décimas y a Valteri Bottas (Williams), en cinco. La superioridad de Mercedes es absoluta y, si no surgen problemas mecánicos o incidentes de carrera entre sus dos pilotos, parece improbable que no logren un nuevo doblete en la carrera. Sin embargo, para Ferrari, el drama se acentúa cada vez más, porque en cada gran premio se alejan un poco más de la cabeza. En Monza, tras los dos Mercedes, se colocaron los Williams de Bottas y de Massa y los McLaren de Magnussen y Button. Alonso quedó relegado a la séptima posición, a 1.3 segundos de Hamilton… un drama.

“Nos ha faltado un poco de competitividad, pero es lo que hay”, indicó Alonso al concluir la clasificación. “Va a ser una carrera difícil. Puede ser una carrera en grupo y eso nos daría alguna opción. Deberemos cuidar mucho los neumáticos, porque la mejor estrategia aquí es ir a una sola parada. Pero no será fácil”.

Hamilton logró su quinta pole de la temporada, la primera desde el Gran Premio de España, y la 36ª de su carrera. La salida de la carrera de Monza se presenta espectacular. ¿Cumplirán su compromiso los dos pilotos de Mercedes, o seguirán defendiendo sus propios intereses sobreponiéndolos incluso a los de la marca que les paga? Las órdenes son claras: “Seguid luchando, pero que no se produzca ningún otro toque”, explicaron fuentes de Mercedes que les habían dicho a Hamilton y a Rosberg. Pero lo que está en juego es el título mundial. Y nadie quiere perderlo.