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El feroz Faried anda suelto

El pívot estadounidense, apodado ‘Manimal’ por su despliegue físico y que apoyó públicamente el matrimonio homosexual, es con 2,03m el máximo reboteador de su equipo

Juan Morenilla
Faried se dispone a machacar ante el ucranio Kravtsov.
Faried se dispone a machacar ante el ucranio Kravtsov.RAFA RIVAS (AFP)

Le llaman Manimal, una mezcla en inglés entre las palabras hombre y animal. Y él mismo se ha ganado a pulso un apodo que le encanta. Kenneth Faried (Nueva Jersey, 1989) es una bestia en la pista, un pívot que suple su menor estatura (2,03m) respecto a otros jugadores interiores con un despliegue físico incontenible. Faried pone las pilas a EEUU con su baloncesto de gran movilidad, saltos y mates, a menudo lanzado en alley oop por Irving o Harden. La vistosidad de sus acciones y su imagen diferente con una coleta que recoge sus largas rastas le han convertido en uno de los preferidos en Bilbao. El propio Faried se promociona en Twitter con este mensaje: Unleash the Manimal. Deja suelto al Manimal.

Estados Unidos ha descubierto un protagonista inesperado en el pívot de 24 años de los Denver Nuggets. Las bajas y su energía contagiosa han potenciado su relevancia en su primera convocatoria con los campeones mundiales y olímpicos. Faried ha promediado 13,8 puntos y 7,8 rebotes por partido en la primera fase, y se ha convertido en el mejor de su equipo en capturas, por delante de Anthony Davis (6,4). La manera de cocinar sus canastas, generalmente cerca del aro y en acciones menos elaboradas técnicamente, ha disparado su porcentaje de acierto en tiros de campo hasta el 79%, si bien ha probado muy poco el tiro de media distancia, uno de sus deberes pendientes. Este jueves arrancó ante Ucrania moviendo sus muelles con un tapón. El que puso ante Turquía para machacar el aro contrario tres segundos después fue una de las mejores acciones de esta ronda. Al estilo Ibaka.

“Es todo energía, siempre está a tope. Ha sido la mejor sorpresa del equipo. Él se lo ha ganado”, dice Coach K, encandilado con el alto voltaje de Manimal. Esa explosividad le permite jugar de cuatro (mide lo mismo que Rudy Gay) pese a que encara a rivales con más centímetros. Faried no es el más alto ni el más fuerte, pero pocos juegan con tanta dedicación y los contrarios sufren para pararle los pies. “No soy un hombre grande”, admite él, ya con el pelo suelto. “Tampoco creo que Anthony Davis lo sea [2,09m]. No tenemos que preocuparnos por lo que la gente piense”, afirma Faried sobre su compañero en la pintura, con quien ha formado una pareja solvente y complementaria. Davis domina la zona por su envergadura. Faried se ha ganado un puesto en el quinteto titular por su pólvora. Ambos mezclan su movilidad en una fórmula diferente a la que forman las dos torres españolas de 2,15 de los hermanos Gasol.

Faried ya había avisado de sus dotes cuando en la NCAA superó la marca de rebotes de Tim Duncan y coleccionó varios premios al mejor defensor. En tres cursos en la NBA ha promediado 12,1 puntos y 8,6 rebotes por encuentro, y su agente negocia con Denver su continuidad.

Es todo energía, siempre está a tope. Ha sido la sorpresa”, dice Krzyzewski

Faried se hace notar en la pista y fuera de ella. Como cuando apoyó públicamente el matrimonio homosexual para que se aprobara en Colorado. El año pasado grabó un vídeo en el que aparece vestido de traje sentado en un sofá entre dos mujeres. “La madre que tengo a mi derecha es Manasin Faried y la que tengo a mi izquierda, mi madre biológica, es Waudda Faried”, dice mientras las abraza; “apoyo las uniones entre personas del mismo sexo y ellas también, porque de hecho están casadas. Lo apoyo porque da derecho a las personas a decidir por sí mismas con quién quieren estar”. Faried, de religión musulmana, cuida de su madre Waudda, enferma de lupus, y no olvida la discriminación que han sufrido. “Cuando era pequeño me dijeron de todo por el hecho de que mi madre estuviera con otra mujer. Me decían que me volvería loco, pero eso me ayudó. Ahora sé adaptarme a cualquier cosa”, asegura el animal de Estados Unidos.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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