Día 5. Elogios, Montoro y ciclos
Llevo 19 años viviendo en la misma casa, y aunque parezca mentira, sigo sin haberle cogido el tranquillo a los horarios de cortar el césped de mis vecinos. A veces se me cruza una visión por mi mente y les veo a todos reunidos repartiéndose horarios a partir de una exhaustiva investigación de mis costumbres. Como si fuesen los hombres de Harrelson (TJ al tejado), tú por la mañana, cuando escribe su diario, tú a la hora de la siesta, que seguro que no le importa, y tú de guardia por si decide tomar un poco el sol a la hora que sea. Sé que es un pensamiento un poco paranoide, pero es que tanta casualidad, me mosquea. En fin, tendré que ponerme los auriculares y dejar que la playlist de Spotify llamada Your Favorite Coffeehouse me dé el relax suficiente para cumplir como mi tarea diaria, que no es otra que pasar revista a lo que acontece en este Mundial nuestro. Aunque lo tengo crudo, pues la ola de calor con la que ha empezado septiembre ha multiplicado la presencia de esa especie fundamental en la cadena alimenticia, pero por la que no derramaría una sola lágrima si desapareciese como lo hicieron los dinosaurios. Me estoy refiriendo a las moscas, cuatro de las cuales me están dando la mañana. Siempre que hablo de moscas, me acuerdo de Andrés Montes y una discusión que tuvimos durante la retransmisión de un partido, a cuenta de una que no dejaba de darnos la tabarra. El encuentro era de esos que no había quien se lo saltase, aburrido hasta decir basta, por lo que comenzamos a debatir sobre cuánto vive una mosca. Fue una más de los absurdos y a la vez desternillantes momentos que viví junto a Andrés, al que sigue siendo difícil no echar de menos.
Vamos al grano, que la introducción se me está yendo de las manos. Ayer hubo actividad a medias, y el grupo de España descansó, lo que además de dejarme irme a cenar con mi familia y forrarme a picante en un restaurante mexicano, ha permitido que la selección española se dé un baño de halagos después de su gran partido frente a Brasil. Que si somos muy buenos, que si Pau está que se sale, que si vamos a ganar el Mundial, todo son parabienes. No quiero pensar como hoy les metamos un carro a los franceses, que les tenemos ganas, y mañana a los serbios. A mitad de torneo se nos van a acabar los adjetivos. “Tampoco hay que volverse locos” dice Gasol, versión educada del clasico “No empecemos a ….. todavía”, que dijo el Sr. Lobo en Pulp Fiction. No fue lo única frase que ha dejado para la posteridad este enorme personaje. “Hola, soy el Sr. Lobo y soluciono problemas”. “Estoy a 30 minutos de ahí. Llegaré en 10”. ¡Qué grande!
Ya me he ido otra vez. Decía que descansó España pero jugaron otros, los de la otra parte del cuadro e irán a Barcelona para disputarse el derecho a jugar la final. He leído, como siempre con interés, el artículo de Paul Shirley donde dice que no sólo va con España, sino con cualquiera que se enfrente a Estados Unidos. Me gustaría decirle que además de que cualquier día le van a retirar el pasaporte por ser una amenaza nacional, está cerca el día de que se lleve una alegría. Pero es que no lo veo. Ni de lejos. Sabiendo que estamos hablando de deporte, donde no existe la certeza absoluta, tendría que tomarme unas cuantas copas y algún cigarrito de la risa para, después de verles jugar estos días, imaginar a Lituania, Eslovenia, Australia o quien sea de los componentes de esos dos grupos derrotando a los norteamericanos. Sospecho Paul, que a tus esperanzas sólo tienen un nombre: España.
Con la jornada de ayer a media actividad, esta mañana he podido ampliar mi radio de acción informativa y husmear en el mundo exterior a este torneo. Tentado estoy en dedicarle unas líneas a nuestro ministro Montoro y su comparecencia para hablar del exhonorable Pujol. ¡Qué discurso! ¡Qué firmeza! Igualito igualito que cuando tuvo que salir a dar explicaciones de Bárcenas, ese del que a pesar de tenerle al lado, nadie sabía nada. Pero bueno, hablemos de deporte, de otros deportes. He visto el leñazo que se dio Nairo Quintana en la Vuelta y siendo positivos, para lo que podía haber sido si, por ejemplo, no hubiese estado la valla metálica, aun tuvo suerte.
El tema del Madrid de fútbol, sus fichajes y traspasos, sigue en primera línea. Como para no estarlo, habiéndose soltado la lengua (de forma educada) nada más y nada menos que Cristiano Ronaldo. Ya puede empezar a ganar y jugar bien el Madrid, porque si no, el ruido no cesará y el debate va a ser interminable. Mientras, vuelve la selección a la actividad después de lo de Brasil, y siendo fan absoluto de Vicente del Bosque, me alegro de que siga al frente. Más si cabe después de leer su entrevista de hoy en El Pais. Sólo una discrepancia. Dice Del Bosque que “todo el mundo estaba pidiendo su dimisión”. No tuve yo esa sensación. Es más, creo que evidentemente hubo decepción, debate sobre las causas y opciones de futuro, pero no indignación como en otras épocas, donde se pedían las cabezas hasta del masajista. Dejo a un lado, por supuesto, talibanes e incendiarios. A veces unos pocos hacen tanto ruido que se corre el peligro de pensar que esta es la opinión generalizada. Todos éramos conscientes que la racha se terminaría algún día. Quizás no de forma tan taxativa, pero aun así, creo que se tomó con más naturalidad de la que puede dar a entender este tipo de frases.
Lo ocurrido con el fútbol me lleva a una reflexión con el baloncesto. Nada es eterno, y mucho menos en deporte. Si en fútbol fueron 6 años, en baloncesto llevamos ¡13! disfrutando de un equipo maravilloso, que además de ganar, han jugado como los ángeles. Este sueño terminará algún día, no sé si con el oro de este Mundial o dentro de dos años en los Juegos de Río. Pero esta conjunción astral de jugadores de talento y mentalidad superlativa tendrá su The End. Por lo tanto, disfrutemos cada partido como si fuese el último. Porque lo que ha ocurrido, lo que hemos vivido y las alegrías que nos han dado, ha sido, perdón, está siendo, excepcional y difícilmente repetible.
Es que se han ido las moscas, vete tú a saber por qué, y me he venido arriba.
Termino, que en media hora comienza la jornada con dos apasionantes Filipinas-Puerto Rico y Australia-Mejico. Ya me funciona el livebasketballtv y los veré doblando la pantalla, que seguro que entre los dos, siempre hay algo interesante que observar. Y a las diez, España-Francia con mucha historia detrás. El año pasado nos derrotaron en semifinales aprovechándose de nuestras ausencias. No estoy en la mente de los jugadores españoles, pero sé de alguno que se las tiene jurada. Como para no verlo.
Que el día os sea propicio y hasta mañana.
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