Batum limita con España
La estrella de Francia, que vio morir a su padre mientras jugaba un partido y rechazó su fichaje por el Baskonia por expreso deseo de su madre, mantiene una rivalidad con la selección de Orenga
Nicolas Batum estuvo a punto de ver el Mundial desde el sofá de su casa. "Me hubiera vuelto loco", admite una vez metido de lleno en la tarea de defender el título europeo obtenido por Francia hace un año. Una labor difícil por cuanto el mejor jugador en la historia del baloncesto francés, Tony Parker, se ha tomado un verano sabático tras conquistar su cuarto anillo de la NBA con los Spurs. Les bleus asumen esa orfandad como un acicate más. "Es uno de los mejores del mundo y su liderazgo dentro y fuera de la pista no se sustituye así como así", resalta Batum. "Pero tenemos un estatus que defender. Hemos convenido una estratagema: aspiramos al menos a estar en los cuartos de final. Y después... tal vez ir a por el tercer puesto si se considera que Estados Unidos y España son intocables. Pero nos mediremos a España sin complejos", avisa ante el encuentro que les enfrenta en la tercera jornada del grupo A en Granada (22.00, Cuatro).
Francia confía en que Diaw y Batum, a la sombra de Parker durante los últimos años, den un paso al frente. "No he cambiado mi juego, ni he perdido la cabeza ni voy a tirar 20 veces cada partido porque él no esté aquí", avisa Batum, el alero de 25 años y 2,03 metros. "Este año ya he dado un paso adelante en Portland, donde he asumido más responsabilidad, teniendo más tiempo el balón y asumiendo más decisiones. Aquí sucede lo mismo".
"No he cambiado mi juego, ni he perdido la cabeza ni voy a tirar 20 veces cada partido porque Parker no esté aquí", avisa Batum
Desde que Batman debutó con la selección absoluta en 2009, España siempre se ha cruzado en su camino. La generación de Parker y la de Batum se estrellaron en repetidas ocasiones con el equipo español. Así sucedió en los cuartos de final del Europeo de 2009 en Polonia (86-66), en la segunda fase y en la final del de 2011 en Lituania (96-69 y 98-85), y en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres (66-59). Pero la última vez que se enfrentaron, en las semifinales del último Eurobasket en Eslovenia, el triunfo fue para el equipo galo (72-75), que remató su éxito al vencer a Lituania en la final y proclamarse por primera vez campeona de Europa.
El duelo es ya un clásico en el que se han producido todo tipo de rifirrafes, desde la sospecha de que los franceses jugaron a perder en los cuartos de final de 2011 para evitar cruzarse en las semifinales con Lituania, hasta una tangana en Londres en la que estuvo implicado Batum. En los últimos instantes, el alero francés le propinó un puñetazo a Navarro, al que acusó de haber simulado una falta. Poco después pidió disculpas a través de Twitter. Los franceses devolvieron a los españoles las acusaciones y les reprocharon que también tiraran su partido ante Brasil para evitar enfrentarse a EE UU antes de la final olímpica de 2012.
Batum lleva el baloncesto en la sangre. Su padre, Richard, jugó como profesional en Francia. Falleció tras sufrir un aneurisma durante un partido que Nicolas presenciaba desde la grada cuando solo tenía dos años. La tragedia no le disuadió de seguir los pasos de su padre. Su madre, a la que no le gustaba en absoluto que su hijo se pasara muchas noches en vela para ver por televisión la NBA, influye muchísimo en sus decisiones. "Fue ella la que me dijo que no me apuntara la primera vez al draft de la NBA. Fue ella la que orientó el inicio de mi carrera y me dijo que me quedara en Le Mans en lugar de ir a jugar a España con el Baskonia. Hubiera podido cobrar más en Vitoria, pero para ella esa no era la prioridad. Era necesario que concluyera mi formación para tener minutos de juego y progresar en el entorno que más me convenía".
Su madre, a la que no le gustaba que su hijo se pasara muchas noches en vela para ver por televisión la NBA, influye muchísimo en sus decisiones
Batum se ha asentado en los Blazers de Portland. Ha asumido el papel que le demandaba el entrenador, Terry Stotts. "Quiere que anote, que rebotee, que asista y que cree juego para todos". Ha crecido en el juego de los Blazers y en sus promedios: 13 puntos, 7,5 rebotes y 5,1 asistencias. Tiene contrato hasta 2016 a razón de unos nueve millones de euros anuales.
Su reto, ahora, es ejercer junto a Diaw el liderazgo de una selección rejuvenecida en la que han encontrado un papel relevante nuevos jugadores como Edwin Jackson, escolta tirador de 24 años, Antoine Diot, base de 25 años, y Joffrey Lauvergne, pívot de 22 años. La exhibición de España ante Brasil, no dejó indiferente al seleccionador francés, Vincent Collet. "Son como la Yugoslavia de los noventa", dijo comparando con aquel equipo campeón del mundo y de Europa en el que se juntaron Petrovic, Divac, Kukoc, Paspalj, Radja, Danilovic o Djordjevic. Una escuadra legendaria.
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