La enésima revolución de Márquez

La irrupción de Marc Márquez en MotoGP ha obligado a replantearse muchas cosas. El año pasado, en la pista, impuso la moda de un nuevo estilo de pilotaje. Y no era la primera vez que rompía moldes. Lo hace desde que es un enano: obligó a la federación catalana a reestructurar las categorías del motociclismo base primero, cuando no pesaba ni 30 kilos; después, llevó a Dorna a derogar una norma que impedía a los novatos debutar en la categoría reina en equipos oficiales. La que se impone ahora no es más que la enésima revolución de un piloto magnífico: está cambiando los tempos de los grandes equipos en cuanto a fichajes se refiere. Las marcas piensan en futuro y buscan a la desesperada a aquel que sea capaz de batirle los próximos años. La paciencia no existe.

"La llegada de Márquez está haciéndonos pensar en la necesidad de rejuvenecer la parrilla. Pedrosa, Lorenzo y Valentino seguirán aquí los próximos dos años, pero ¿quién tomará el relevo en 2017? Probablemente de esos cuatro pilotos que dominan MotoGP hoy sólo uno durará, al menos, diez años más", explica Davide Brivio, jefe del equipo de Valentino Rossi en Yamaha durante años y ahora responsable del proyecto de Suzuki, que volverá a MotoGP el año próximo. "Marc es un piloto con un gran talento que ha hecho algo excepcional y también sé que no hay tantos Márquez por el mundo, pero tendremos que intentar ganarle, alguien podrá hacerlo. Hay que buscar a ese otro piloto que pueda retarlo", añade el italiano. Él y Suzuki han apostado por Maverick Viñales (19 años), el único capaz de ganar a Márquez cuando eran pequeños.

Suzuki apuesta por Viñales (19 años), el único capaz de ganarle cuando eran pequeños

Maverick lo tiene claro: "Cuando veo cómo gana Marc pienso que él va al límite y los otros no. Lo veo en la forma de pilotar. Lo ves a él y parece que se vaya a caer en cada curva. A los demás no se les mueven ni las motos", espeta. "Es mi opinión", puntualiza, directo. Y su visión de las cosas (cierta o no) no hace más que reafirmar la idea de que MotoGP necesita aire fresco. Nuevos talentos que, vista la caducidad de la generación de pilotos más brillante de la historia reciente —Rossi, Lorenzo y Pedrosa, además del retirado Stoner— puedan tomar el relevo y dar guerra a Márquez.

Se han puesto en marcha la propia Honda y también Yamaha, aunque con diferente suerte. La fábrica alada ha atado al australiano Jack Miller (19) y lo hará debutar en MotoGP ya el año próximo, directo desde Moto3, categoría de la que es líder. Estará en el equipo de Cecchinello. Yamaha intentó la misma maniobra con Àlex Rins (18), también en Moto3, pero el de Barcelona prefiere tomarse las cosas con más calma: "Lo pensé, pero creo que es de locos ir a MotoGP directamente. He decidido que iré paso a paso: de Moto3 a Moto2 y más adelante ya subiré a MotoGP".

"Pienso que Marc va al límite, como si se fuera a caer; los otros no", dice Maverick

Los casos de Miller y Rins, además de evidenciar la impaciencia de las marcas, han abierto el debate. ¿Es conveniente acelerar el salto de categoría? "A mí lo de Miller me parece un experimento", señala Viñales, que debutará tras un año en la categoría intermedia. "Le puede salir muy bien o muy mal. Moto2 enseña mucho: a mejorar, a coger otro ritmo de carrera y mentalmente tienes que estar al 200%". "No está escrito que pasar por todas las categorías previas o llegar desde Superbike sean las únicas formas de debutar en MotoGP", indica Livio Suppo, director deportivo de Honda y uno de los impulsores del cambio.

"No es tanto la categoría la que te enseña a pilotar, es cierto que estos chicos tienen que ganar experiencia, pero que lo hagan con una Moto2 o con la MotoGP no cambia nada. Hoy, en MotoGP, entre los cuatro mejores y el resto hay una gran diferencia. Hay que encontrar alguna solución", concluye Suppo. "No soy crítico con esto, sólo tengo curiosidad por ver cómo funcionará Miller. Es una incógnita", cierra Brivio.