El equilibrio versátil
Los pívots españoles lideran la estadística de asistencias y los jugadores exteriores impulsan el rebote y la defensa.
Antes del comienzo de la fiesta, el anfitrión proyecta seguridad y convicción, se maneja con porte sereno y equilibrado. “El equilibrio estaba, sabía que iba a llegar”, sentenció satisfecho Orenga en su primera rueda de prensa en Granada antes de comenzar el reto del Mundial. “Al principio se hablaba sólo del poderío de nuestro juego interior, pero durante la preparación hemos compensado la estructura del equipo. Tenemos que tener la capacidad de jugar en largo y en corto, por dentro y por fuera. Todo eso está. Lo bueno es tenerlo y poder sacarlo cuando lo necesitemos”, analizó el seleccionador en la víspera del debut ante Irán (22.00, Cuatro y Energy), con la firmeza del que llega al examen con los deberes hechos.
De naturaleza versátil y complexión polivalente, el conjunto de Orenga tiene a los hermanos Gasol entre sus máximos asistentes y a la pareja Rudy-Ricky entre sus mejores reboteadores. Bases de 2,15m y pívots de poco más de 1,90m. Un desafío a los convencionalismos y una muestra de plenitud. Una diversificación productiva que durante la preparación resultó inabarcable para los rivales (ocho victorias en otros tantos partidos). Sólo Sergio Rodríguez (2,8 de media) ha repartido más asistencias que Marc (2,5) y Pau (2,4); al tiempo, Rudy Fernández y Ricky Rubio rebotean a un ritmo de 3,4 capturas en defensa por partido, solo dos menos que Pau. “Nuestro juego interior es inigualable y eso permite que el juego exterior brille más. Hay que complementarlos. Jugaremos mucho al poste bajo, buscaremos ser contundentes y eso liberará a los tiradores”, explica el seleccionador español, que presume de tener una pareja de All Stars en la pintura en un equipo que acumula más partidos en la NBA que la propia selección estadounidense.
“Tienen a tres de los diez mejores interiores del mundo”, avisa Djordjevic
El reto para el seleccionador es retroalimentar la doble amenaza interior-exterior. “Sería malo estar ya al ciento por ciento en lo táctico. En los amistosos previos hemos puesto en juego el 80% de lo que queremos hacer. Nos falta todavía un poco de ritmo y fluidez cuando tenemos balones interiores. El equilibrio con el exterior no solo viene con el tiro sino con el movimiento de los jugadores del perímetro. Nos falta acabar de descifrar esos espacios, pero cada vez vamos mejor”, apunta el técnico. Todos los análisis propios y ajenos coinciden en que, con los Gasol e Ibaka en el equipo, el apogeo de España pasa por sus pívots y los tres lideran la valoración del equipo. Sin embargo, es Juan Carlos Navarro el que encabeza la estadística más-menos, la que marca la diferencia entre los puntos anotados y recibidos por el equipo estando él en pista. El capitán del Barcelona, que ha anotado 11,3 puntos de media por partido durante el rodaje, tiene un +12 en ese apartado que indica quién impulsa al equipo.
“Tácticamente son impecables”, dice Magnano, el técnico brasileño
“No tienen puntos débiles. Todas las posiciones están muy bien cubiertas con su titular y su sustituto. Son una rotación fortísima por profundidad, intensidad y polivalencia”, repasa el seleccionador del Brasil, Rubén Magnano, que, como la mayoría de rivales, centra sus elogios en los hermanos Gasol. “Son los armadores. Leen el juego como nadie. Tácticamente son impecables, no hacen cosas de más ni de menos. No dejan nunca de ser productivos. Por fuera, por dentro. Sólo se les puede contener desde la concentración defensiva. Desde el esfuerzo colectivo de intentar incomodarles”, analiza. “Tienen a tres de los 10 mejores pívots del mundo y con ellos España está a la altura de las grandes selecciones de la historia”, añade Sasha Djordjevic, seleccionador serbio.
El juego interior, con los Gasol al mando, acapara la atención rival, ofrece las soluciones y gestiona las alternativas. El perímetro, con Navarro al frente, mantiene la amenaza de tiro y tensa la defensa. “Hay que amoldarse a las virtudes del equipo. Los jugadores exteriores tenemos que hacer ese trabajo que se ve menos. Ayudar en el rebote y en la defensa, que siempre es clave. El trabajo sucio que solía hacer Carlos Jiménez, que no siempre sale en las estadísticas pero es igual de importante. Aprendí mucho de él”, cuenta Rudy Fernández. “Es maravilloso ver el juego entre los pívots, el bloqueo y continuación, el juego poste alto-poste bajo, la velocidad sin balón de Navarro, la intensidad de Rudy, su coordinación con Sergio Rodríguez…”, completa el exseleccionador Pepu Hernández, recopilando las virtudes de un equipo que esta noche en Granada comienza su misión.
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