Primera subida, primeros daños
Valverde gana encabezando al grupo de favoritos en el que se retrasó Nairo Quintana
Quizás porque era la primera, quizás porque era una recta de cuatro kilómetros con algunas zonas duras, quizás porque las piernas aún no tienen el pedaleo de las cumbres, quizás por el calor, quizás por nada de eso, la primera llegada en alto de la carrera causó los primeros daños y no precisamente colaterales. Con el termómetro reventando, sorprendía ver a Nairo Quintana, abrochado el maillot hasta la nuez, con su cimbreo habitual sobre la bicicleta. Podía quizás parecer hasta insultante y el prólogo de una victoria. Pero el colombiano cedió cuando el ramillete de estrellas seguía la estela de un poderoso Valverde. Allí, bajo el cielo azul y entre una carretera estrecha, se juntaron Contador, Nairo Quintana, Froome, Purito Rodríguez y Valverde en el primer mano a mano de la Vuelta. No se jugaban más que una partida. No había fortuna que arriesgar, si acaso miedo que vencer. Valverde había dicho que la bicefalia en el equipo Movistar “se resolvería en la carretera”. Y la carretera le dio el primer galón al ciclista murciano.
Clasificaciones
ETAPA
1. Alejandro Valverde (Movistar) en 4h 35m 27s
2. Christopher Froome (RU/Movistar) mismo tiempo
3. Alberto Contador (Tinkoff-Saxo) m. t.
4. Joaquim Rodríguez (Katusha) a 8s
5. Nairo Quintana (COL/Movistar) a 12s
GENERAL
1. Alejandro Valverde (Movistar) en 22h 48m 08s
2. Nairo Quintana (COL/Movistar) a 15s
3. Alberto Contador (Tinkoff-Saxo) a 18s
4. Chris Froome (RU/Sky) a 22s
5. Esteban Chaves (COL/Orica) a 41s
Fue él quien asumió el reto de liderar el grupo, cuando aún eran diez los aspirantes. Todos en fila. Nairo Quintana y Contador con su estilo elegante que disimula el esfuerzo o la impotencia si llega el caso. Y Froome con ese cabeceo que afea la figura de un campeón. Valverde los llevaba apretando la mandíbula y Purito calculaba el momento para sancionar lo que suele ser su dominio en los finales explosivos. Y Purito calculó mal. O bien, pero se quedó corto. A su rueda saltó Valverde y tras él Contador y también Froome... y se quedó Quintana, con el maillot abrochado, pero sin el aliento necesario para seguir la jugada de sus rivales. Sentado sobre la bicicleta, el colombiano los vio partir, no lejos pero sí más de lo esperado. Y Valverde se volvió a vestir de líder, aunque tras la meta ya aseguraba que el colombiano sigue siendo el líder del equipo aunque el maillot rojo lo porte él.
Fue en La Zubia donde se inició el cambio de miradas, el primer análisis del rival y el primer autoanálisis de cada uno. Contador sonreía porque entendía que para él “esto ha sido como una victoria” y porque las piernas funcionan “aunque a veces me dan algunos pinchazos en la rodilla dañada” tras la caída en el Tour. Valverde también sonreía con esa cara blanquirroja que deja el sol en los ciclistas por culpa de las gafas. Los demás no sonreían, pero tampoco lloraban. Los cinco habían tramitado su primer expediente x y los cinco aparecieron en la escena principal.
El descubridor del intríngulis fue Valverde, que fue desmigando el pelotón como cuando se parte el pan con las manos. Poco a poco, con un ritmo durísimo lo dejó en diez. Los cinco magníficos, un escudero de lujo (Nieve, el de Froome) y algunos outsiders interesantes, Aru, Chaves, Navarro, Gesink o Barguil. Valverde estrujó un poco más el pan y se desmigó aún más. El ataque final de Purito ya hizo el resto, incluso deshilachó el ramillete de los favoritos que caminaron uno a uno. Valverde, más fuerte y más rápido, los distanció aún más, un poco más, aunque al final al murciano, a Contador y a Froome les asignaron el mismo tiempo. Purito cedió ocho segundos y Quintana 12. Las bonificaciones ampliaron las ventajas de los tres primeros.
Los 167 kilómetros anteriores sirvieron para que el balear Lluís Mas y el holandés Ligthart se atracaran de asfalto, para morir en las primeras rampas de La Zubia. Los cuatro últimos kilómetros eran los que contaban. Decir que todo lo anterior era un calentamiento sería ofender al sol. Y ahí, en ese tramo, en esa subida, Valverde se llevó al triunfo, el maillot de líder y el maillot de la general combinada. No fue un mal botín para ser el primer salto de un largo trayecto. Quintana perdió el ritmo, pero nada más. Si acaso, un daño moral. Al final, los cinco estuvieron ahí, aunque los milímetros en el ciclismo cuentan tanto como las miradas.
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