Sergio Rodríguez lidera un acelerón imponente ante Croacia

España exhibió su endemoniada capacidad para cambiar de marcha en un santiamén y, tras un decepcionante primer tiempo, arrolló a Croacia con un vendaval de juego en la semifinal del Torneo Ciutat de Badalona preparatorio para la Copa del Mundo.

Como si a Orenga le hubiera bastado con apretar un interruptor, la monotonía, la descoordinación, la escasa finura resolutiva y el empecinamiento en el triple del primer tiempo (5 de 19), se transformaron en una contundencia y eficacia defensiva abrumadora, una rapidez en la transición espléndida y un ataque en alta definición. Mucho tuvo que ver la irrupción de Sergio Rodríguez y el arreón de Navarro y Pau Gasol en el tercer cuarto. Bogdanovic, espléndido en su duelo con Rudy, se apagó y Croacia claudicó, cedió hasta 42 tiros libres y solo anotó siete puntos en el último cuarto.

A España le costó arrancar, ponerse a la altura de lo que exigía el partido. Jasmin Repesa, el seleccionador croata, lo planteó de una forma minuciosa. Simon y Bogdanovic se aplicaron a la hora de romper la rapidez con la que tan a gusto se encuentran Ricky, Llull –titular en el puesto habitualmente ocupado por Navarro- y Rudy Fernández. La defensa croata se pudo cerrar e incomodar a los hermanos Gasol. El tapón inicial de Pau a Saric fue un tanto engañoso. El equipo español tiró por la calle de en medio. Se hinchó a lanzar triples. Con muy escaso acierto.

En defensa, Rudy se las vio y se las deseó para atar en corto a Bogdanovic, el alero que la próxima temporada vestirá la camiseta de los Brooklyn Nets. La rapidez y eficacia de Bogdanovic llevó por la calle de la amargura a la defensa española. El marcador osciló con cortas ventajas para unos y otros. Le faltaba finura a España y ritmo al juego. Los croatas se fueron al descanso con dos puntos de ventaja y la gratificante sensación de estar a la altura del equipo que ya le arrolló dos veces en el último Europeo y uno de los dos grandes favoritos para el Mundial que empieza el 30 de agosto.

El tercer cuarto lo cambió todo por completo. España apretó de firme en defensa. Sergio Rodríguez imprimió más velocidad y precisión en ataque, Navarro se desmelenó por momentos, al igual que Ibaka. Y Pau Gasol, como casi siempre, no paró de sumar hasta cuadrar números de lujo: 18 puntos y siete rebotes en 26 minutos. España pasó de lanzar 20 triples en el primer tiempo a solo tres en el segundo, pero fue mucho más efectiva cerca del aro y forzó infinidad de tiros libres. Croacia se desmoronó y solo fue capaz de anotar siete puntos en el último acto. Volvió a llevarse el mismo desengaño que hace un año en Eslovenia: la selección española continúa resultando inaccesible para ella.