Luzenac, acceso denegado

La Liga francesa ha rechazado este viernes que el club Luzenac, dirigido por el exportero de la selección gala campeona del mundo en 1998, Fabien Barthez, suba de Tercera a Segunda División. Las instancias dirigentes del fútbol galo alegan en un comunicado que el estadio del modesto club pirenaico no cumple con los requisitos de seguridad, poniendo énfasis en las medidas de video-vigilancia. La LFP ha tomado esta decisión tras reunir a su Consejo de Administración, que votó de forma unánime la negativa de incluir al Luzenac en la Ligue 2.

La sentencia de la Liga francesa condena así al Luzenac a permanecer un año más en National, el máximo nivel amateur, pese a que sus futbolistas se habían ganado el derecho de jugar en la categoría superior sobre el césped tras acabar segundo del campeonato la pasada temporada. Sin embargo, el Luzenac estudia la posibilidad de recurrir el fallo de la LFP ante el Consejo de Estado, considerado como la última instancia de la jurisdicción administrativa francesa, según informaron este viernes fuentes del club.

La hipotética inclusión del Luzenac obligaba a un nuevo reparto de los derechos televisivos

La decisión llega después de que el gendarme financiero de la Liga gala —la Dirección Nacional de Control de la Gestión—, aprobara este jueves las cuentas del Luzenac, unos 5 millones de euros, que al principio consideró descompensado. Pero la LFP no puso en duda la viabilidad económica del club dirigido por Barthez sino la seguridad de su recinto. El presidente de la Liga, Frédéric Thiriez, afirmó en una entrevista a la AFP que el estadio que debía albergar los partidos del Luzenac, el estadio Ernest-Wallon de Toulouse, no dispone de un sistema de video-vigilancia, lo cual considera como "un elemento imprescindible para luchar contra la violencia". Dicho recinto deportivo alberga los partidos del Stade Toulousain, el más laureado club de rugby galo y europeo, con 19 títulos nacionales y 4 Copas de Europa. 

La sentencia de la Liga francesa, en caso de que no la recurriera el Luzenac, pondría fin a un lío administrativo mayor, ya que la inclusión del club de Barthez supondría que la Segunda tuviera 21 equipos, lo que generaría un inédito desordenamiento en el calendario desde que se profesionalizó el fútbol francés en 1993 y que obligaría a un nuevo reparto de los derechos televisivos, que alcanzaron los 88 millones de euros la pasada temporada, según datos oficiales.