“¡Pura vida! ¡Y hala Madrid!”

El cráneo oval iluminado por la hilera de dientes brillantes, destacó sobre la camisa, la corbata y el traje de cóctel de rigor. Keylor Navas, largo y distinguido, miró a la audiencia, sonriente como un ministro, y puso punto final a su discurso de presentación con una coda feliz: “¡Pura vida…! ¡Y hala Madrid!”.

El que fuera elegido mejor portero de la última Liga BBVA acababa de firmar su contrato con el Madrid y lo celebraba en el palco del Bernabéu ante la junta directiva y unos cuantos miles de aficionados chillones, este martes. El presidente madridista, Florentino Pérez, le había precedido con tono beatífico: “Tenemos una plantilla excelente, pero hay que seguir creciendo. El fútbol no para y por eso seguimos trabajando para traer nuevos talentos. Keylor es uno de los mejores porteros del mundo. Tenía ofertas de algunos de los clubes más importantes del mundo pero él quería jugar aquí”.

“Keylor”, le señaló el presidente mirándole desde sus gafas de cardenal, “estás ante el mayor desafío de tu carrera. ¡Confiamos en ti!”.

El apunte de Florentino Pérez vino muy a propósito porque la muchedumbre amontonada no le permitía hablar sin elevar la voz, tal era el griterío. “¡Fuera Casillas”, vociferaba uno. “¡Iker te queremos!”, rugían otros. “¡Keylor y Diego!”, clamaba un grupito. El ruido era el fiel reflejo de la división sin precedentes que suscita la portería del Madrid en los últimos tiempos. La afición lleva un año y medio debatiéndose entre Casillas y Diego López. A partir de ahora, y siempre que López siga empeñado en luchar por un puesto, los madridistas deberán debatirse entre López, Casillas y Navas. “Esta afición”, concluyó el mandatario, “te acompañará siempre si cumples la máxima de este club, que es no rendirse jamás”.

Navas se mostró encantado hasta que los periodistas lo saturaron con preguntas incómodas sobre su competencia con Casillas y López. “Sé que acá hay dos grandes porteros”, replicó, con elegancia diplomática. “Durante muchos años lo han demostrado y siento que con ellos puedo aprender y crecer como futbolista. Y, si se me da la oportunidad, mostraré mi capacidad de hacer las cosas bien”.

“Estoy muy tranquilo”, repitió el costarricense, de 27 años, ante la insistente cuestión de si le alarmaba meterse en un avispero como el de la portería del Madrid. “Yo solo sé trabajar muchísimo y esforzarme. En el Madrid siempre están los mejores en cada puesto. Siempre ha habido excelentes porteros. Solo Dios sabrá lo que va a pasar en el futuro. A mí me toca entrenar, estar a disposición del cuerpo técnico, y estar preparado cuando me den la oportunidad de jugar. Yo siempre voy a entrenar con la misma intensidad y las mismas ganas, independientemente de la situación. Mis prioridades son trabajar y aprender”. “Yo siempre me he fijado en Casillas y en Diego López”, prosiguió, “que durante muchos años han sido los mejores del mundo. En la Liga española mi aprendizaje ha sido diario conviviendo con porteros de su talla. Ellos son referentes para mí”.

“Conmigo”, finalizó Navas, cuando le preguntaron si su fichaje era un problema o una solución, “el Madrid va a tener más alternativas. Espero que esto suponga un bienestar para todos y no haya problemas para nadie”.