Sabella deja la selección argentina
El técnico bonaerense, de 59 años, abandona su cargo al frente de la albiceleste, al que llegó en 2011, tras alcanzar la final en el Mundial de Brasil
Un día antes de la final de Brasil 2014 en que Argentina cayó 0-1 ante Alemania en el tiempo extra, el representante del seleccionador albiceleste, Alejandro Sabella, anunció que su cliente dejaría el cargo después del partido. Sabella dijo entonces que su prioridad era la final y mantuvo el suspense hasta ahora. Dos semanas después, la prensa argentina confirmó este martes que Sabella, el entrenador que volvió a colocar a su país en la final de una Copa del Mundo después de 24 años, renuncia después de tres años en esta función y pese a las peticiones del eterno presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, para que permaneciera. El anterior director técnico que había llevado tan lejos a la selección argentina había sido Carlos Bilardo, campeón en 1986, subcampeón en 1990 y actual manager de los equipos nacionales de su país.
Tuvieron que pasar por el cargo de seleccionador argentino Alfio Basile (en dos oportunidades distintas), Daniel Passarella, Marcelo Bielsa, José Pekerman, Diego Maradona y José Batista hasta que apareció el que devolvió al país sudamericano a la elite mundial, Sabella, junto con Lionel Messi, Javier Mascherano y el resto de sus dirigidos. Pero Pachorra, como apodan al entrenador campeón de la Copa Libertadores de América con Estudiantes de La Plata en 2009, prefirió dar un paso al costado porque quiere volver a la vida de club. No le faltarán buenas ofertas, más allá de que en los últimos días Maradona lo criticó: “Esta selección no jugó a nada. Conmigo, Messi jugó (en Sudáfrica 2010) cinco veces mejor que con Sabella. No me vengan con que se sacrificó por el equipo”. Es cierto que en el Mundial de Brasil el seleccionado argentino, que era temido por sus atacantes, comenzó desorientado y poco a poco se fue consolidando porque mejoró desde la defensa hasta el medio campo. Messi en 2010 no convirtió ningún gol y llegó a cuartos de final. En 2014 marcó cuatro tantos y fue clave en otros dos.
Por algo el representante de Sabella anunció su retirada de la albiceleste en pleno Mundial. La prensa brasileña, después del 1-7 que sufrió su selección en semifinales ante Alemania, llegó a publicar que el argentino podría reemplazar a Luiz Felipe Scolari en la Canarinha, pero finalmente será sustituido por Dunga, que como jugador fue campeón mundial en 1994 y como entrenador ganó la Copa América 2007, la Copa Confederaciones 2009 y la liga del estado de Rio Grande do Sul en Inter de Porto Alegre en 2013.
No se sabé aún quién conducirá ahora la selección argentina, que tiene el reto de vencer el año próximo en Chile en la Copa América, trofeo que no obtiene desde 1993, y de conseguir el tercer Mundial en Rusia 2018. Aquella será quizá la última o penúltima Copa del Mundo de Messi, que contará para entonces con 31 años.
En la danza de nombres para reemplazar a Sabella figuran Pekerman, Gerardo Martino, Diego Simeone, pero también se menciona a Miguel Ángel Russo, Mauricio Pellegrino y Ramón Díaz. Pekerman viene de llevar a Colombia a su mejor actuación en la historia de los mundiales, al alcanzar los cuartos de final, y la federación de fútbol de ese país quiere que continúe, pero él ha pedido tiempo para pensar sobre su continuidad. La prensa argentina hace encuestas que lo muestran como el favorito de los argentinos y no se descarta que Grondona le ofrezca regresar al cargo. Hasta que se conociera la dimisión de Sabella, Pekerman, de descanso por Argentina, se resistía a negociar. El seleccionador de Colombia consagró a la albiceleste campeona mundial juvenil en 1995, 1997 y 2001 y la condujo hasta cuartos de final de Alemania 2006 en un partido en el que cayó ante el anfitrión por penaltis. Aún muchos reprochan a Pekerman por excluir de aquel juego a un Messi de 19 años y de haber puesto en su lugar a Julio Cruz, entonces atacante del Inter de Milán, y por haber retirado del campo a Juan Román Riquelme.
Martino está descansando en su natal Rosario, la ciudad de Messi, después de su deslucida temporada como entrenador del Barcelona, donde admitió que no dio la “talla”. Sin embargo, en Argentina hay quienes lo quieren por su pasado como técnico de Paraguay (llegó a cuartos de final en Sudáfrica 2010 y fue subcampeón de la Copa América 2011) y Newell’s Old Boys (campeón de la liga en 2013). El Tata baraja otras dos opciones: volver a dirigir la selección paraguaya o asumir en la colombiana en el caso de que Pekerman recale en la albiceleste.
“Si se da, que sea más adelante”, se autoexcluyó tras el Mundial Simeone, a quien en Argentina acusan de quedarse en el Atlético de Madrid por dinero. “Estoy convencido de que el entrenador de una selección tiene que ser una persona más grande, con más tranquilidad y equilibrio emocional, con un recorrido que le dé esa estabilidad en los tiempos que tiene para poder seleccionador. Lo vi en Luis Aragonés, lo veo en (Vicente) Del Bosque y en otros entrenadores que tiene una tranquilidad muy diferente a mi verborragia y mi ansiedad por dirigir, por estar todos los días entrenando, algo que en una selección no lo tenés”, dijo El Cholo, que como jugador de la selección argentina disputó tres mundiales y ganó la Copa América en 1991 y 1993 y como entrenador obtuvo tres ligas (con Estudiantes en 2006, River Plate en 2008 y Atlético en 2014) y llegó a la final de la última Champions League.
Con menos antecedentes aparecen Russo y Pellegrino. Russo, de la escuela de Estudiantes, como Bilardo y Sabella, ganó como director técnico una liga con Vélez Sarsfield en 2005 y la Libertadores con Boca Juniors en 2007. Pellegrino dirige a Estudiantes, después de su fugaz paso por el Valencia, y de momento no ha ganado títulos.
El que se postuló como seleccionador, pero en principio carece del apoyo de Grondona y Bilardo es Díaz, el entrenador que más ha ganado en la historia de River (seis ligas, la última en 2014, y una Libertadores en 1996). El Pelado Díaz, que renunció al millonario tras el último título, había sido excluido por Bilardo de la ‘albiceleste’ en los mundiales de 1986 y 1990, pese a sus dotes goleadoras, porque estaba peleado con Maradona.
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