Pau Gasol, un legado de lujo y un reto mayúsculo
El desafío del pívot español en un ‘grande’ como Chicago Bulls está a la altura del balance superlativo que deja en los Lakers
Los Bulls son uno de los grandes de la NBA. Chicago, Windy City (la ciudad del viento), la tercera de Estados Unidos por número de habitantes (casi tres millones, casi diez incluyendo su área metropolitana), respira baloncesto. Los Bulls, con seis títulos, están muy lejos de los dos dominadores en la historia de la NBA (los Celtics, con 17 anillos, y los Lakers, con 16), pero una estatua a las puertas de su pabellón, el United Center, recuerda al hombre que enorgullece a su afición. Es la estatua de Michael Jordan. Para muchos el mejor de todos los tiempos. Jordan les dio seis títulos. El último, hace 16 años. Desde entonces se han sucedido los proyectos, pero los Bulls nunca han vuelto a disputar la final. Su techo, desde entonces, fue la final de la Conferencia Este en 2011. La perdieron ante Miami (4-1).
Su jugador franquicia, Derrick Rose, sufrió una grave lesión y desde abril de 2012 solo ha jugado 10 partidos. Ni los aficionados ni la franquicia desisten en su empeño: ganar el séptimo anillo, y cuanto antes. Por eso ansiaban el fichaje de una estrella como Carmelo Anthony. Pero el jugador de Brooklyn, con la misma filosofía que empujó a LeBron James a volver a casa (Cleveland), decidió renovar por los Knicks. Ahí es donde aparece Pau Gasol. El pívot español, contractualmente libre, no quería renovar por unos Lakers “en reconstrucción”, según declaró. A sus 34 años, Pau desea aspirar otra vez al anillo. Ése es el reto, al margen de un contrato que aún debe especificarse pero que puede reportarle de seis a diez millones de dólares anuales durante las dos o tres próximas temporadas, inferior económicamente, por ejemplo, al que le ofrecían los Lakers por renovar.
A los 34 años no quiso renovar por un equipo en “reconstrucción”. Desea ganar otro anillo
El contingente para alcanzar metas tan ambiciosas está claro: Rose, Butler, Gibson, Noah y Mirotic, que hizo oficial su incorporación este domingo, más otros jugadores complementarios como posiblemente Hinrich, Brewer, Dunleavy o Snell, bajo la dirección de Tom Thibodeau. “Los pívots son grandes pasadores y Pau tiene una gran versatilidad y creatividad. Además, los Bulls forman un equipo que rinde espléndidamente en defensa. Seguro que pueden estar entre los favoritos, pero la Conferencia Este estará llena de ellos, con Cleveland, Washington, Brooklyn, Toronto, Charlotte...”, analizó George Karl en ESPN.
El desafío de Gasol está a la altura del legado que deja en Los Ángeles. Llegó al Staples Center en febrero de 2008, en un traspaso que Gregg Popovich, entrenador de los Spurs, calificó como el mayor robo del siglo (los Grizzlies recibieron por él y David Ebanks a Kwame Brown, Javaris Crittenton, los derechos de Marc Gasol, Aaron McKie y dos rondas del draft en las que fueron eligidos Donte Greene y Greivis Vasquez).
Pasa bien, es versátil y creativo. Los Bulls estarán entre los favoritos del Este" George Karl
La llegada de Pau, transformó a los Lakers. Su tramo final en la fase regular de la temporada 2007-2008 resultó espectacular con 22 victorias y solo 5 derrotas. En los playoffs continuaron en la misma dinámica y llegaron a la final. Solo pudieron con ellos los Celtics, pletóricos con Pierce, Rondo y Garnett. Su duelo con Garnett resultó especialmente interesante. Un año después, los Lakers ganaron el anillo en una final ante Orlando en la que fue determinante en su emparejamiento con Dwight Howard.
En 2010 llegó la hora del desquite ante los Celtics. Gasol, con unos promedios de 18 puntos y 11 rebotes, se quitó la espina ante Garnett y los Lakers ganaron de nuevo el anillo. Pero la siguiente temporada, el rendimiento del equipo de Phil Jackson empezó a bajar y fue barrido (4-0) por Dallas en las semifinales del Oeste. Todo fue de mal en peor. Mike Brown relevó a Jackson. Los Lakers volvieron a ser eliminados en las semifinales de Conferencia por Oklahoma (4-1).
Los fichajes de Steve Nash y de Dwight Howard en 2012 levantaron unas expectativas enormes. Mike Brown fue despedido tras los primeros cuatro partidos oficiales saldados con derrotas. Llegó Mike D'Antoni y sus esquemas nunca se adecuaron ni al equipo ni a Gasol. La profesionalidad y la calidad de Pau, pese a ello y pese a las lesiones, quedaron demostradas. “Han sido siete años increíbles”, le agradeció el equipo a través de su cuenta de Twitter oficial. “Gracias por todo lo que nos has dado Pau”. Al mismo tiempo el Chicago Tribune lanzaba una encuesta: “¿Está contento del fichaje de Pau?”. El primer escrutinio: 2.237 síes (77%) y 685 noes (23%). El rojo espera al toro Pau.
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