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David Luiz conquista Brasil

El central, que suma dos goles, es hoy el mejor jugador del torneo según la FIFA

David Luiz festeja su gol a Colombia.
David Luiz festeja su gol a Colombia.EITAN ABRAMOVICH (AFP)

Hace cuatro años, cuando acudió al Mundial de Sudáfrica —no jugó ni un minuto—, David Luiz Moreira Marinho (Diadema, São Paulo; 27 años) era bastante desconocido en Brasil. En el Benfica, después de tres temporadas, había adquirido ya estatus de estrella: varios grandes europeos pujaban por él, y, sólo unos meses después, cambió el estadio da Luz por el exclusivo barrio londinense de Chelsea. Se despidió de su afición por carta: “Soy un eterno benfiquista”. Hoy es titular indiscutible de la seleçao y se ha convertido en el defensa más caro de la historia tras haber sido traspasado al PSG por 50 millones de euros hace un mes. Encabeza por ahora la clasificación de la FIFA del mejor jugador del Mundial, por encima de James Rodríguez.

Sólo Neymar hace sombra a David Luiz en la concentración de Teresópolis: es el más accesible, simpático, fotogénico y se expresa con soltura. Las fans enloquecen a su paso. Su golazo de falta contra Colombia y su imagen abrazando al nuevo y desconsolado crack colombiano tras el partido han redondeado definitivamente su imagen. “Estuve el año entero entrenando en el Chelsea. Sabía que un día Dios me iba a bendecir”, dijo sobre el césped de Fortaleza. A sus 27 años, parece tocar el cielo con la punta de los dedos. “¿Cómo no voy a estar feliz?”, reconoció hace unas semanas. “Aprendí de niño a valorar la sonrisa, a celebrar la vida. Tengo la mejor profesión del mundo”.

Es el defensa más caro de la historia tras su traspaso al PSG por 50 millones

La explosión de popularidad de David Luiz es cuantificable: tiene contratos con Pepsi, TAM, Nike, la telefónica Vivo y la cooperativa sanitaria Unimed. Acumula tres millones y medio de seguidores en Twitter y otros tantos en Instagram, uno de sus pasatiempos favoritos. Su facilidad de palabra le permite dar ruedas de prensa de casi una hora. Después, en lugar de desaparecer rápidamente, atiende a medios, firma autógrafos, se saca fotos con aficionados y hasta encuentra tiempo para volar una cometa (otro de sus pasatiempos) y convertirse en el objetivo perfecto para los cientos de fotógrafos apostados en la tranquila Granja Comary, adonde ha regresado el equipo para preparar la semifinal contra Alemania.

El fútbol latinoamericano es pródigo en infancias traumáticas y adolescencias complicadas. Tampoco la trayectoria de David Luiz ha sido un camino de rosas. Nacido en São Paulo, se marchó de casa a los 14 años para probar fortuna en el Vitória de Salvador de Bahía (que ahora, por el fichaje del PSG, recibirá más de un millón de euros por el Mecanismo de Solidaridad de la FIFA). En su ciudad natal no había cuajado: era considerado demasiado bajo (hoy mide 1,89). En Bahía, jugaba de mediocentro, pero tampoco convencía a los técnicos. Pero cuando iba a ser traspasado, tuvo que sustituir un día a un defensa lesionado y... ahí se quedó. A los 20 años ya estaba en Portugal. “Sé cuánto luché”, afirma ahora, con una Champions en el bolsillo (Chelsea, 2012) y a 180 minutos de conquistar el Mundial.

Alegre, comunicativo, atento con los micros y los aficionados, el central lidera al grupo brasileño

Ante la lesión de Neymar y la atonía de Fred, Brasil se ha encomendado a su zaga. En La Canarinha y a partir de agosto en el PSG, David Luiz forma la pareja de centrales con Thiago Silva, capitán de la selección, el tercer defensa más caro de la historia. Scolari dirige la dupla de centrales más prestigiosa de la historia del fútbol brasileño. Con el dúo sobre el campo, el equipo tiene un porcentaje de victorias del 85%; sin ellos, se reduce al 50%. Además de guardar la portería del renacido Julio César, ordenar al equipo y tener sobrada capacidad técnica para lanzar a Neymar y Hulk con pases largos, los centrales marcaron los dos goles contra Colombia. Ausente Thiago Silva por acumulación de tarjetas, David Luiz será el líder de Brasil el martes en Belo Horizonte. Al borde de las lágrimas, pálido como si hubiesen sido derrotados, el jugador reaccionó emocionado a la noticia de la fractura vertebral del 10 brasileño: “Haremos algo para apoyarlo y para demostrar la fuerza del equipo sobre la cancha”.

Las paradojas de la vida han llevado a David Luiz a jugar de nuevo de mediocentro, como ocurriera en varias ocasiones con Mourinho en el Chelsea en esta última temporada. “Siento la presión”, reconocía el central el día del anuncio de la convocatoria brasileña para la Copa. “Todo el pueblo brasileño está esperando una victoria. Pero te hace sentir vivo”. No parece que sea el caso más difícil de tratar para el equipo de psicólogas contratado por Scolari para ayudar a los jugadores a manejar la responsabilidad que conlleva jugar un Mundial en casa. “Estoy muy orgulloso y me siento un privilegiado. Es un momento único, mágico. Alemania e Italia disputaron dos Mundiales en casa. Ganaron una. Nosotros perdimos la primera… [El Maracanazo de Uruguay en 1950]. Esta no se nos escapa”.

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