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AL SEGUNDO PALO
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La jugada que salva al juego

Argentina aún no se encontró como equipo y Messi aún no se encontró con el fútbol, hay que llevarle el balón a domicilio

Jorge Valdano
Messi celebra su gol a Irán.
Messi celebra su gol a Irán.GUSTAVO ANDRADE (AFP)

Argentina aún no se encontró como equipo y Messi aún no se encontró con el juego. Mientras Argentina aparece, a Messi le basta con una jugada para demorar el debate sobre el funcionamiento del equipo y para confirmar su condición de genio. Bosnia, Irán y Nigeria no son una unidad de medida para saber las posibilidades de Argentina en el Mundial, pero precisamente por esa razón cada partido parecía una buena oportunidad para que el equipo creciera hasta la altura de los desafíos que encontrará a partir de octavos. Mi sensación es que Sabella sale del laboratorio hecho un lío.

Porque hasta ahora, se ha destacado Romero como héroe por su partido ante Irán, y no por ayudar a alcanzar la gloria sino por evitar el fracaso. Y el campeonato ha consagrado a Messi como salvador por ejercer de crack esporádicamente. Hay un buen número de jugadores que han perdido confianza por no encontrar todo lo que buscan. Higuaín busca los espacios con la inteligencia de siempre, pero no encuentra el gol; Agüero busca la pelota con desesperación, pero no se encuentra con Messi para crear la atractiva y eficaz sociedad que esperábamos; Di María busca auxiliar con la generosidad física de siempre, pero no se encuentra con la pelota para darle profundidad al juego. Ellos son los alrededores de Messi y no se puede dudar de su categoría.

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Hacia atrás, Mascherano cumple con las obligaciones con la puntualidad de siempre y Gago intenta darle fluidez al juego jugando a uno y dos toques. Si es encontrando a Messi, mejor, pero a Leo lo marcan como al genio que es y además busca espacios vacíos caminando, y todos sabemos que hasta para desmarcarse hay que saber engañar con todos los medios que el fútbol autoriza: acelerando y frenando, amagando ir para terminar volviendo, pidiéndola al pie, pero también al espacio... Caminando es imposible que nada de eso ocurra. Su falta de movilidad contrasta con la claridad mental y la calidad muscular que requirió la maniobra de su extraordinario gol en el minuto 91. Pero lo cierto es que a Leo hay que llevarle el balón a domicilio y eso atenta contra toda posibilidad de sorprender. Messi salva la nota con prodigios individuales que sólo están a su alcance. Los demás, pagan con falta de espacios la falta de dinámica y eso termina asfixiando el juego colectivo.

En defensa hay poco que reprochar. Conceder un par de ocasiones por partido entra dentro de lo posible aún ante rivales modestos, pero siempre mundialistas. Además, no es por la defensa que Argentina apuntaba al campeonato. Pedirle a los del fondo que proyecten a la Selección hacia la excelencia no es realista. Con que cumplan, alcanza.

¿Por dónde empezar a construir un equipo competitivo? ¿Cómo responder a tantas expectativas? ¿Cómo ganarse el respeto de los rivales? ¿Cómo disimular la falta de dinámica, de juego, de gol...? Hasta ahora, la respuesta a todas las preguntas es una sola: Messi. Pero el nombre que ilusiona a los argentinos y deslumbra al mundo, frustra al entrenador, que pretende que el equipo sea sólido detrás de Leo para hacerlo sentir seguro y tenga movilidad delante de él para darle opciones de asociación. Si el entrenador logra esas respuestas colectivas podremos confiar en el juego, de lo contrario habrá que seguir esperando la jugada del 10.

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