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El primer bostezo

Irán y Nigeria empatan a cero en un encuentro de escasa calidad y demasiadas precauciones

Rafael Pineda
Odemwingie y Hajsafi pelean por el balón.
Odemwingie y Hajsafi pelean por el balón. AMR ABDALLAH DALSH (REUTERS)

Decepcionó Nigeria y fue feliz Irán, que logró un valioso punto en su estreno mundialista mientras su seleccionador, Carlos Queiroz, se queja de la falta de recursos para competir en igualdad de condiciones con el resto de equipos que disputan este Mundial. Nigeria, tan fogosa como imprecisa, se apagó como una de sus estrellas, Moses, que fue sustituido después de hacer un partido de lo más flojo. No hay Mundial donde no se hable del potencial del fútbol africano para hacer grandes cosas en la Copa del Mundo. Mientras se habla de su capacidad competitiva, actuaciones como las de Nigeria no le hacen ningún favor al fútbol africano. Sí gozó Nigeria de más ocasiones de gol, no muchas, sobre todo en la primera mitad. Cuando más empujó, no tuvo eficacia ni puntería. Cuando se paró, como en la mayoría del encuentro, el partido apenas tuvo pulso. El resultado así lo refleja. Un cero a cero doloroso en un torneo donde se están registrando excelentes registros anotadores.

No es problema de Irán, un combinado ordenado, de cierta velocidad, pero sin la calidad suficiente como para hacer daño a sus rivales de grupo. Fue un conjunto voluntarioso y gozó de una gran ocasión a los 34 minutos de la primera mitad, cuando un remate de Reza, su único delantero, fue muy bien resuelta por Enyeama. Probablemente el portero del Lille es uno de sus mejores argumentos, sólido y con experiencia, una referencia para sus compañeros. Solo Mikel, el centrocampista del Chelsea, le acompañó a la hora de liderar a una selección demasiado fogosa, con un excelente despliegue físico que apenas encuentra buen trato de balón.

La segunda parte fue sosa, sin capacidad en ninguno de los dos equipos para llegar al área rival. El barullo y los balones al área se hicieron continuos, sin capacidad para el desborde, sin líneas de pase ni desmarques al espacio dignos de tener en cuenta. En definitiva, un partido que fue todo un borrón en un torneo que está ofreciendo muy buenas sensaciones. El grupo, con este empate, le abre las puertas a Argentina, que se postula como el gran favorito. Bosnia, por ejemplo, mostró más que esta Nigeria tan explosiva pero de tan escaso tino. No solo de potencia se vive en el fútbol.

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