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Marcelinho, punto final del Valencia

Una canasta del brasileño en el último segundo da al Barça el triunfo 75-77 y el pase a la final de la ACB

Juan Morenilla
Marcelinho celebra la canasta decisiva.
Marcelinho celebra la canasta decisiva.Gustavo Grillo (EFE)

Necesitó el Barcelona una versión sublime de Marcelinho y de Tomic, todo su arsenal de rotaciones, mucho sufrimiento y una canasta en el último segundo del base para ganar el quinto partido de semifinales ante el Valencia y alcanzar su octava final consecutiva de la ACB, a partir de este jueves contra el Madrid al mejor de cinco encuentros y con el factor cancha para los blancos.

Fue un tiro a tablero de Marcelinho el que escribió el 75-77 definitivo como broche a una serie extrañísima, con pleno de victorias visitantes, y que se cerró con una Fonteta despidiendo en pie a los naranjas después de una exhibición de entrega y fe.

VALENCIA, 75; BARCELONA, 77

Valencia: Van Rossom (10), Ribas (2), Lafayette (6), Doellman (18), Lishchuk (8) —equipo inicial—; Triguero (4), Sato (17), Lucic (2) y Rafa Martínez (8).

Barcelona: Marcelinho (22), Navarro (11), Oleson (2), Nachbar (0), Tomic (20) —equipo inicial—; Dorsey (5), Sada (0), Abrines (4), Papanikolaou (4), Lorbek (9) y Lampe (0).

Parciales: 20-18, 23-16, 14-27 y 18-16.

Árbitros: Hierrezuelo, Pizarro y Conde.

Pabellón Fuente de San Luis. 8.500 espectadores. El Barcelona gana la semifinal por 2-3 y disputará la final contra el Madrid. El primer partido, el jueves 19 de junio (21.30, Tdp y Esport 3) en el Palacio de Deportes de la Comunidad.

Debía ser Marcelinho, quién si no, el que bendijera a los azulgrana. Pascual le mantuvo los 40 minutos seguidos en pista, sin un segundo de descanso en el banquillo, desmontando así esa creencia moderna de que los jugadores deben entrar y salir para estar finos. Marcelinho lo desmintió. Suyos fueron los siete primeros puntos del Barcelona, y suya la canasta final. El Barça se aferró a su gran plantilla de solistas, Marcelinho, Tomic y Lorbek sobre todo, para imponerse a un Valencia más coral y en el que Doellman fue la punta de lanza en la que pudo ser su última noche con el Valencia, ahora que los grandes pelean por este cuatro versátil, escaso el mercado de jugadores como él. Los azulgrana necesitaron bailar mucho en la pintura con todas sus piezas para relevarse en el marcaje al estadounidense.

El Valencia se sobrepuso a casi todo. A las bajas en el juego interior, zona en la que el Barça cargó el juego; a la plantilla corta; y a las faltas que mermaron aún más sus fuerzas, como las cuatro de Doellman antes del último cuarto. Todo lo suplió con esa intensidad marca de la casa este curso con Perasovic. La muñeca de Doellman, el músculo de Sato y Lafayette y el nervio de Van Rossom despejaron el camino para los valencianos mientras el Barça se buscaba a sí mismo (20-18, 34-27, 43-34...). En los dos primeros cuartos el Barça sobrevivía de los estirones de Navarro (más juego que puntos), y de los mates de Tomic. Hasta que después del descanso los locales comenzaron a cargarse de faltas y Marcelinho se agigantó.

Más información
Primer partido: El Barcelona se agiganta
Segundo partido: Tomic apaga el corazón del Valencia
Tercer partido: El Valencia deja perplejo al Palau
Cuarto partido: Un espléndido Valencia vapulea a un errático Barcelona

El Barça había estado en la cornisa (49-39) pero se salvó a tiempo. Apareció Lorbek como socio y los de Pascual dieron la vuelta a la pelea (57-61). Ya se sabe sin embargo que Perasovic ha prohibido la palabra rendición, y los triples de Van Rossom y Rafa Martínez hicieron creer en el milagro a una Fonteta que gritaba ¡sí se puede!, recordando la gesta futbolera del Atlético. Aunque esta vez se impuso la realidad. Marcelinho cogió el balón a falta de 6,8 segundos con empate a 75 y, como si acabara de empezar la noche, sorteó camisetas naranjas hasta la red. El sueño del Valencia se acabó. La final de la ACB vuelve a ser cosa de los más poderosos.

Partido entero del brasileño: Solozábal, último precedente

Marcelinho Huertas jugó los 40 minutos del encuentro, un hito cuyo precedente más cercano en el FC Barcelona en un partido de playoff de la Liga Endesa y sin prórrogas, se remonta a 1992. Entonces, hace 22 años, Nacho Solozábal completó los 40 minutos del segundo partido de octavos ante el OAR Ferrol.

Teniendo en cuenta la Liga Regular, hay que remontarse nueve años para encontrar un partido completo de un jugador azulgranas: fue Juan Carlos Navarro contra el Bilbao Basket en noviembre de 2005.

Globalmente, no se veía un partido completo de un jugador en el Playoff Liga Endesa desde las semifinales 2004-2005, cuando Sergi Vidal jugó los 40 minutos con el Baskonia contra el Unicaja. Lo curioso del caso es que en el siguiente partido de esa serie, el propio alero jugó los 50 minutos (tiempo reglamentario más dos prórrogas), siendo éste el último precedente.

En la Liga Regular, no se había visto ni un solo partido íntegro en la presente temporada, siendo el último precedente de Rob Kurz con el Fuenlabrada en mayo de 2013.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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