“El riesgo es adictivo”

Carlos Checa (Sant Fruitós de Bages, Barcelona; 1972) acaba de descubrir la nueva Ducati Monster, pura estética, nada que ver con las motos de carreras. “Ya veis para lo que me he quedado”, bromea. Y luego posa para la foto con un puñado de aficionados que aún recuerdan aquellas victorias en 500cc, en el Jarama y Montmeló, a donde ha vuelto este fin de semana. Al año siguiente de su retirada, Checa reflexiona sobre la vida del piloto, sobre el talento de Márquez y la capacidad de Lorenzo.

Pregunta. ¿Qué hay después de las motos?

Respuesta. Yo no me he despedido de las motos, sí de la competición. Ahora me estoy sacando el título para pilotar avionetas, estoy viajando y haciendo mucho deporte.

P. ¿Por qué lo dejó?

R. Quería dejarlo. No fue fácil, pero tras un año difícil como el pasado, con caídas y una lesión, lo tuve claro. Fue una decisión meditada. Ya no tenía las mismas ganas de competir, me faltaban estímulos para luchar por aquella décima, para pelearme hasta el final por una quinta posición.

P. ¿Qué se le pasa por la cabeza cuando vuelve al paddock?

R. Después de llegar al circuito cuando eres el centro de atención, hacerlo ahora supone un gran cambio. Tengo que asimilarlo, pero me encuentro muy a gusto, aquí tengo a mi segunda familia.

P. Después de correr hasta los 41, ¿cómo se le queda a uno el cuerpo?

R. La última caída me dejó un poco más tocado de la cadera, pero aún así voy en bici, en moto... Y tengo ganas de hacer más, de escalar y esquiar, pero aún me estoy recuperando. Para los 20 años que he estado corriendo y todas las hostias que me he metido estoy bastante entero.

Lorenzo hizo cosas importantes, pero el relevo de Valentino es Márquez" Carlos Checa

P. Usted dijo: “Cuando tengo problemas pienso en Donington”.

R. Lo hago para relativizar. Pienso: aquello sí que era un problema [en 1998 sufrió un grave accidente]. Me gusta ser práctico. Si un problema no se puede solucionar, se olvida. Nadie escapa de la adversidad, así que hay que estar preparado para afrontarla. Yo soy de preocuparme por cualquier cosa. Y no sirve de nada preocuparse tanto.

P. ¿Para un piloto los días de hospital valen la pena?

R. Si algo no es difícil, no es emocionante. Si no hay cierto riesgo, no puedes sentir la adrenalina. Es adictivo. Y yo quiero vivir la vida en su máxima expresión y con unos riesgos controlados, pero riesgos en definitiva. También ahora. He hecho paracaidismo, ahora estoy con la avioneta... No soy un descerebrado, pero no quiero tener una vida pasiva. Una vida tranquila, para mí, tiene más riesgo de caer.

P. ¿De caer?

R. Sí, de caer en un tipo de vida que no quiero tener. No quiero sumar días, quiero vivirlos.

P. ¿Le ha marcado ser nieto de payés?

R. No lo sé, pero me crié así, con un montón de animales en la casa. Me levantaba a las cinco de la mañana para ver a los cerdos pequeños, las conejeras... Era muy divertido, tengo grandes recuerdos de mi infancia. Si tuviera hijos algún día preferiría un entorno así a que nacieran con un iPad en la mano.

P. Su primera moto llegó tarde.

R. Sí, en casa no concebían la moto como algo lógico. Yo le robaba el Vespino a mi abuelo y me llevaba unas broncas tremendas. Luego mi padre me compró a los 13 una moto pequeña, una Mecatecno Tanga. En el pueblo el que tenía una moto, en aquella época en la que no llevábamos ni casco, era el amo. Cuando la moto se convirtió en mi profesión [debutó en el Mundial con 21 años] todo se volvió más estresante.

P. Compitió contra el mejor Rossi, ¿cómo era correr contra él?

R. A mí estar al lado de los mejores me hizo descubrir dónde debía mejorar. Luego, siempre hay épocas en las que hay alguien que destaca. Llegó Valentino y parecía difícil que pudiera haber otro como él. Creo que Lorenzo hizo cosas importantes, pero es Márquez el relevo de Valentino. Porque tiene esa simpatía, parece que todo le ponga, no se le ve ningún defecto. Encima: llegar y ganar; y ahora estar dominando como lo hace... Ha sorprendido a todos. Es uno de esos pilotos que harán historia. Bueno, ya la ha hecho.

P. ¿Qué le impresiona más?

R. Como sé lo difícil que es llegar ahí arriba, me admira lo rápido que lo ha conseguido. Me alucina su capacidad técnica, su talento, pero también la manera de ser y las ganas de seguir aprendiendo después de todo lo que ha conseguido. También su profesionalidad. Trabaja muy bien el físico. Y es muy inteligente. Todo eso le hace estar un poco por encima de los demás ahora mismo.

P. Da la sensación de que solo hay un piloto capaz de ganar a Márquez.

R. Sí, Jorge. Es un gran piloto. Jorge llegó y destronó a Valentino, algo que parecía que no pasaría nunca. Es un gran rival. Cometió algunos errores a principio de temporada: la caída de Catar le marcó. Si hubiera salido de allí con un buen resultado difícilmente hubiera cometido aquel otro error en Austin. Es un piloto ganador que se vio un poco descolocado por el efecto Márquez. Pero seguro que vemos más carreras como la de Mugello.

P. ¿Qué es lo mejor de venir de visita al paddock?

R. Que no tengo prisa. Todo va a otro ritmo ahora.