El Madrid se entrega al arrebato
Los de Laso ponen el 2-0 en la serie tras ganar a Unicaja (89-87) en otro encuentro peleado que se resolvió con un parcial de 25-8 en el tercer cuarto
El Madrid encontró la victoria en mitad del arrebato. Con gesto fatigado y más espesura que fluidez, los blancos volvieron a sufrir para desmontar a un meritorio Unicaja (89-87) en otro partido intenso resuelto con una emotiva ráfaga mediado el tercer cuarto liderada por Llull y Felipe, los dos mejores del conjunto de Laso. Un parcial de 15-2 que cambió la inercia de la mañana y enderezó el rumbo de un equipo ciclotímico que no termina de reencontrarse. No le bastó a los de Plaza con su apabullante dominio en el rebote (18-38) gracias a un agigantado Fran Vázquez, ni con el acierto de Granger y Suárez. El Madrid, como el Barça, está a un paso de la final y la podrá sellar el martes en Málaga (22.00, RMTV/Auton.). Los dos grandes ya se citan de reojo, pero en la foto fija de las semifinales, los azulgrana muestran mejor cara. En el Palacio, donde no alcanzó el libro de estilo llegó el arrebatamiento.
R. MADRID, 89 - UNICAJA, 87
Real Madrid (22+22+26+19): Rudy Fernández (18), Mirotic (5), Carroll (14), Llull (17) y Bourousis (10) -equipo inicial-, Darden (3), Rodríguez (7), Slaughter y Reyes (15).
Unicaja (26+22+18+21): Suárez (16), Granger (18), Vázquez (18), Toolson (11) y Caner-Medley (7) -equipo inicial-, Urtasun (5), Calloway (2), Kuzminskas, Hettsheimeir (2), Vidal (2) y Stimac (6).
Árbitros: José A. Martín, Emilio Pérez y Carlos Peruga. Sin eliminados.
Palacio de Deportes de Madrid, 8.309 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento, en accidente de tráfico, del exjugador Carlos Montes.
Laso retocó su quinteto habitual dando entrada a Carroll por Darden para cargar de puntos el perímetro y su apuesta dio pie a un efervescente concurso de triples de salida. Los blancos, que en el primer partido de la serie firmaron un pobre 2 de 10 al descanso desde el 6,75 (7 de 21 al final), hicieron diana en sus tres primeros lanzamientos (Carroll, Rudy y Mirotic) y completaron un 11-4 de parcial en apenas tres minutos como carta de presentación. No se amilanó Unicaja, que en los siete minutos restantes del cuarto devolvió el golpe con un 11-22 cimentado en su abrumador dominio bajo los aros (3-9 en rebotes en los primeros 10 minutos; 7-23 al descanso).
El poderío de Fran Vázquez, la brega optimista de Stimac y la producción reboteadora de Caner-Medley consolidaron la apuesta visitante bien nutrida de puntos gracias a un inspirado Granger. Se defendió el Madrid con el dinamismo de Sergio Rodríguez y Llull (5 y 3 asistencias respectivamente al descanso). Entre ambos activaron a Bourousis y Felipe que, a pesar de ver aro con relativa facilidad eran incapaces de equilibrar la pelea por el rebote. Los de Laso alternaban la inspiración en ataque con la dispersión defensiva mientras el conjunto malagueño trabajaba su plan con menos recursos pero más aplicación. La tercera personal de Calloway poco antes del descanso fue de los pocos contratiempos de los verdes que, como ya ocurriera el pasado viernes, se marchó a la caseta por delante (44-48, m. 20).
En el primer capítulo de la serie, Unicaja superó al Madrid en todos los porcentajes de tiro, capturó más rebotes que su rival y dio las mismas asistencias, pero acabó perdiendo en la prórroga. Se le escapó el partido de las manos en el balance pérdidas recuperaciones (7-12 para los blancos; 13-3 para los verdes). En esta ocasión, se notó un especial cuidado en los de Plaza en no confundir la velocidad con la prisa en su valiente apuesta, que tomó vuelo cuando encontró los puntos del perímetro. Un triple de Suárez y otro de Toolson estiraron la renta visitante hasta los ocho puntos (46-54, m. 22). Achicó agua el Madrid, como tantas otras veces, desde la emotividad y las piernas de Llull. Y, como tantas otras veces, la agitación surtió efecto.
Los blancos completaron un 11-4 de parcial en apenas tres minutos como carta de presentación
El espíritu kamikaze del base menorquín desencadenó otra tormenta perfecta para el Madrid. Del 53-61 del minuto 26 se pasó al 68-63 en el 28. Una ráfaga de 15-2 en dos minutos. Un corajudo arreón que contó con la puntual aparición de Felipe y el acierto febril de Carroll (11 puntos con un 3 de 4 en triples en el tercer cuarto). Un 25-8 de parcial en ocho minutos coincidiendo con los problemas de faltas de Fran Vázquez. El chaparrón descompuso a Unicaja que, a pesar de los triples reconstituyentes de Suárez, perdió el paso y la partitura (78-69, m. 32). Sin la participación de Mejri, espectador desde el banquillo como en el primer partido por problemas en un gemelo, la estadística de los rebotes seguía creciendo a favor del conjunto de Plaza, pero para entonces el conjunto de Laso ya había encontrado el punto de ebullición.
Apareció la precipitación en Unicaja (seis pérdidas en el tercer cuarto) que, sin embargo, tuvo la virtud de no firmar una rendición prematura (80-76, m. 37). Agarrados de nuevo a Fran Vázquez, los verdes apretaron los dientes en el último repecho y un triple de Caner-Medley les dejó a un palmo del premio (84-83, m. 39). Replicó Rudy con otro bingo desde el 6,75, con dedicatoria al banquillo visitante, y Urtasun devolvió el acierto con otro triple estratosférico. Sergio Rodríguez anotó dos tiros libres y Granger solo uno de los dos que dispuso en el intercambio de faltas (89-87, a 6,7s). Le tocó el turno a Felipe, que falló sus dos intentos, y Granger dispuso de cinco segundos para dar la victoria a su equipo. Su carrera y su lanzamiento postrero no encontraron el aro y el Madrid puso el 2-0 en la serie.
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