_
_
_
_

El ‘sello Nairo’ impreso en el Giro

Con su victoria en la cronoescalada, el colombiano ya aventaja a Urán en más de tres minutos

Carlos Arribas
Nairo Quintana, en la cronoescalada.
Nairo Quintana, en la cronoescalada. Fabio Ferrari (AP)

El jueves ya tarde, mientras José Luis Arrieta disfrutaba del crepúsculo de junio en los Dolomitas por encima del Bassano que tanto inspiró a Hemingway mientras conducía ambulancias en la Gran Guerra, Nairo Quintana, en su habitación del hotel en la ciudad, un hotel que parece inglés, con camareros de aires aristocráticos y lentos y una grappa que sabe a regaliz, única, recibía masaje. Le rodeaba, sentados en la cama y una silla, casi toda su familia, sus padres, silenciosos, su mujer, Paola, su hijita de cuatro meses, Mariana, que tomaba silenciosa un biberón. Eran ya las nueve y Arrieta aún aceleraba para que no se le fuera la luz con una cámara GroPep en el morro del coche de director del Movistar que grababa los últimos kilómetros hacia la cima monumental del Monte Grappa, fúnebre. Era lo único que no conocía su pupilo de una cronoescalada que quería ganar como símbolo perfecto de su dominio excelente en el Giro, en un Giro que ya sabía que había ganado. Arrieta descendió después analizando el terreno, eligiendo el lugar exacto en el que Nairo cambiaría de bicicleta, en el que dejaría en el suelo la cabra, pesada y aerodinámica, con la que haría los siete primeros kilómetros, los de la salida de Bassano, desde la plaza de la Libertad, bajo la mirada severa de piedra desgastada de San Bassiano, el patrón, poco más allá del puente cubierto sobre el Brenta donde venden grappa de colores a los turistas, los kilómetros más llanos, y la cambiaría por una bici más ligera, más tradicional, ideal para la ascensión final. También aprovecharía para cambiar el casco, dejando el casco aerodinámico en manos del jefe del equipo, Eusebio Unzue, y colocando en su cabeza el habitual, con agujeros refrescantes y libertad para sus orejas.

Más información
Un antiácido para el Giro
Tantas Colombias como colombianos
Un Bahamontes con cabeza
Todo sobre el GIRO

Eran más de las 11 de la noche, y Nairo aún estaba cenando, aún su familia en la mesa, rodeándolo, aún Mariana, tan calma como su padre, succionando de la tetina del biberón, cuando Arrieta pudo sentarse a cenar. Así de tranquilo estaba todo, aunque en el cielo resonaran truenos y brillaran los relámpagos de una tormenta eléctrica. Todo estaba preparado para un día que todo el equipo, que Nairo, sobre todos, llevaban meses esperando. O años. Hace 20 años, justamente, Arrieta, dorsal número 2 del Giro del 94, sufrió como gregario la derrota de su Miguel Indurain a manos de Berzin y Pantani. La paciencia, la virtud que siempre intentó inculcar a todos los suyos el patrón de aquel equipo, José Miguel Echávarri, se vería al fin recompensada en el Grappa: Arrieta ganaría, ya como director. Pero a tanto no se remontó esa noche de escasa luna el técnico de la Barranka. "Desde que la vimos en marzo pasado, ya la consideramos decisiva, ya pensamos en la estrategia", explicaba Arrieta, mientras, un poco más allá, en el patio del hotel, Nairo despedía a su familia, que marchaba a otro alojamiento, y decía, con su tranquilidad y su sonrisa de siempre, su aire habitual, que muchos toman, equivocadamente, por despreocupado, lo importantes que son para él las señales: "Seguramente ganaré la crono, sí. Quiero dejar mi sello en el Giro. Y la cronoescalada es mi especialidad".

Clasificaciones

ETAPA:

Etapa.

1. Nairo Quintana (Col/Movistar) 1h05'37".

2. Fabio Aru (Ita/Astana) a 17"

3. Rigoberto Urán (Col/Omega Pharma-Quick-Step) 1'26"

4. Pierre Rolland (Fra/Europcar) 1'57"

5. Domenico Pozzovivo (Ita/AG2R) 2'24"

General.

1. Nairo Quintana (Col/Movistar) 79h03'45"

2. Rigoberto Urán (Col/Omega Pharma-Quick-Step) 3'07"

3. Fabio Aru (Ita/Astana) 3'48"

4. Pierre Rolland (Fra/Europcar) 5'26"

5. Domenico Pozzovivo (Ita/AG2R) 6'16"

La ganó, sí. La ganó al sprint, como si dijéramos, porque el rival no fue su compatriota Rigoberto Urán, del que ya sabía que apenas le inquietaría -"nos llevamos muy bien, Rigo y yo", dice, "y nos hablamos con sinceridad, y él, ya antes del Stelvio, de todo aquel jaleo, ya me dijo que a su equipo le había dicho: 'vale, sí, tengo la maglia rosa, pero en la montaña no tendré nada que hacer con Nairo, y este Giro es montaña"-, sino Fabio Aru, el sardo del 90, como él, joven y ligero, aunque mucho más alto, pero mucho más fino, y también hijo de campesinos, como él, nacido en medio de un huerto en medio de la isla mediterránea, entre melocotoneros y mandarinos. Que Aru era su rival --y que también será su rival en el futuro, en el Tour del 15 ya, seguramente, cuando la generación actual de Contador, Froome, Valverde, Evans y demás veteranos se vea ya sobrepasada, aparcada-- lo sabía ya Nairo desde las primeras subidas en los Apeninos, donde ya apreció su valor de atacante, su inquietud, y que a Aru, que disfruta también de las cronoescaladas, solo le podía ganar Quintana lo sabía sobre todo su fan, quien con una bandera de los cuatro moros al cuello, la bandera de Cerdeña, y una cerveza en una mano, le decía a Quintana que se tomara con calma el cambio de bici y casco, que no se apresurara.

Se apresuró lo justo Quintana, quien poco después de cambiar de bici (17s de pit-stop, el más lento de los favoritos: qué piernas las de Torralbo empujando a Majka) ya había enjugado y desbordado los 16s que le sacó Urán en el llano, y luego se mantuvo controlador, marcando los tiempos de Aru, partido unos minutos antes, sabiendo como sabía, que el último kilómetro, el más duro, sería el decisivo. Bajo el triángulo rojo Aru perdía ya por 4s; en la línea final, después de Quintana, siempre clamo aparente, acelerara de pie sobre la bici, los segundos eran 17. Y 1m 26s la diferencia sobre Urán, que sigue segundo, pero a más de 3m en la general. Y hoy, en el Zoncolan, se jugará con Aru Urán el derecho a ser el segundo tras el intocable Quintana.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_