_
_
_
_

El ‘casting’ de los pivotes

La sanción de Alonso obliga a Ancelotti a realizar pruebas rutinarias a Illarra, Khedira y Casemiro El entrenador del Madrid observa que ninguno le ofrece plenas garantías

Diego Torres
Modric, Casemiro y Khedira en un entrenamiento del Madrid con Benzema y Marcelo.
Modric, Casemiro y Khedira en un entrenamiento del Madrid con Benzema y Marcelo.Chema Moya (EFE)

Cinco meses de inactividad por una lesión de rodilla dejaron a Sami Khedira algo rígido. Ocurrentes, ahora los chicos de la cantera le llaman El Robot de Futurama.

Los muchachos del juvenil, los colegas del primer equipo, el personal de apoyo, y el entrenador, Carlo Ancelotti, han concentrado su atención en Khedira, Casemiro e Illarramendi. La sanción que impedirá a Alonso participar en la final de la Champions ha provocado un vuelco en la ciudad deportiva del Madrid, donde desde hace dos semanas se hacen estudios para arbitrar una solución que remedie la ausencia del conductor del equipo. Esta tarde, contra el Espanyol, continuarán las pruebas.

Dicen los empleados del club que en las oficinas hay gente de gustos tecnocráticos, personas que se revuelven cada vez que la solana aprieta y ven que Carlo Ancelotti coge su gorra de béisbol y se la encaja en la frente. El entrenador adquiere entonces una apariencia alejada del ejecutivo convencional para aproximarse al cosechador de aceitunas. Como la semana pasada, cuando preparó dos sesiones de partidos con chicos del filial y del juvenil B y se encasquetó la gorra para examinar a Illarra, Khedira y Casemiro, los tres sujetos del casting.

La competición y las pruebas confirmaron lo que Ancelotti sospechaba: que ninguno de los candidatos es un valor seguro. Ni Illarra, ni Khedira, ni Casemiro exhiben ventajas determinantes sobre sus competidores. Hoy los tres tienen las mismas posibilidades de ser titulares el día 24 en Lisboa.

El técnico expuso a sus interlocutores en el club, tras su contacto inicial con la plantilla hace un año, que Alonso sería el jugador más importante, el coordinador general del juego. Para su desgracia, tenía razón. El destino le deja sin la pieza clave en el día más importante del madridismo en una década.

Illarra es la primera opción para Lisboa”, avisa el técnico en un discurso prudente

Khedira no llegará a Lisboa ni al 50% de sus posibilidades. Lo dicen los preparadores físicos, que afirman que para que un futbolista recupere su forma después de la inactividad debe primero hacer un trabajo intensivo de “carga” que lleve su cuerpo al límite, y luego, sazonarlo con un periodo de lo que denominan “descanso activo” o puesta a punto.

La carga varía según el parón haya sido de un mes, como en las vacaciones, o de cinco, como es el caso del alemán. Si la inactividad dura cinco meses, para que el organismo alcance la máxima expresión deportiva necesita casi dos meses de labor y un mes de puesta a punto. Las cuentas cerrarían perfectamente si Khedira dispusiera hasta septiembre. Pero el Mundial y la baja de Alonso precipitaron las necesidades y los técnicos rediseñaron su plan de afinamiento con el objetivo de que esté lo mejor posible el 24 de mayo. Los ejercicios concentrados de fuerza, potencia y resistencia han endurecido las piernas de Khedira restándole elasticidad y velocidad en los giros y los movimientos laterales. Esa rigidez robótica llama la atención a los canteranos.

Consideraciones físicas al margen, Ancelotti ha concluido que si pone a Khedira no puede hacerlo en la posición de Alonso pues el alemán no se siente cómodo dando el primer pase. Ya lo verificaron todos en Estambul. Por delante de los centrales, el más seguro para ofrecerse, controlar y pasar es Modric. Si Khedira juega lo hará escoltando a Modric.

Los preparadores físicos creen que el alemán, tras la lesión, no llegará al 50%

Si a Khedira el casting le ha descubierto sus carencias físicas, a Casemiro le ha revelado como a un joven entusiasta hasta límites insospechados. Sonriente y afable fuera de la cancha, cuando el balón está en juego se transforma en un tipo áspero. Desde que intuye que le juzgan para ponerle en la final de la Champions el brasileño, de 22 años, va a más. Entra a cada balón como si fuera el último. Lo que más espanta a sus compañeros es el uso que hace de los puños cada vez que entra en contacto con un rival. Es un hábito inconsciente. Lo hace con maestría, de modo que golpea debajo de las costillas, con fuerza y disimulo. En el partido contra los juveniles acabó por aislarse. Nadie se le arrimaba. Nadie le discutía una posesión. “Da palos como billetes de 500”, bromean en el vestuario. Hay compañeros que, por aquello de “puños fuera”, le han puesto mote: Mazinger Z

Casemiro chocaba y miraba de reojo a Ancelotti, que le observaba desde la banda, durante el casting. Soslayando su inquietud ante la agresividad del chico, el técnico se acariciaba la sien compulsivamente, se quitaba el sudor de la frente, y se iba echando la visera de la gorra hacia atrás. El italiano piensa que Casemiro tiene un gran potencial, pero le falta rodaje y aclimatación, y si juega la final con la determinación que pone en los entrenamientos acabará expulsado antes del descanso.

“Illarra es la primera opción para jugar en Lisboa”, avisó ayer Ancelotti, “porque tiene la costumbre de actuar en la posición de Alonso y porque lo hemos fichado por esta razón”. El entrenador, cuidadoso con sus subordinados, hila un discurso prudente. No estaría evaluando a Casemiro ni a Khedira si Illarra no se hubiera despistado. El vasco, fichado por 40 millones de euros, era el sustituto estratégico de Alonso. Pero parece aturdido. Como si le resultara difícil concentrarse. En Zorrilla lo hizo tan mal que aceleró el casting de los mediocentros.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_