Una jugada redonda de Márquez

Parece esconder siempre medio segundo. Ese medio segundo que le da la pole position en el último intento, cuando los rivales creen haberle ganado, por fin. Ese medio segundo que le permite cambiar el ritmo de una carrera para dejar en la estacada a quien sea que fuere su compañero de viaje durante una veintena de vueltas. Márquez saca ese poquito más al que siempre llega como consecuencia de ese impulso que le lleva a explorar los límites de cada pista, de su moto, de su cuerpo. Como este sábado en Jerez, el circuito en el nunca ha ganado, el único del calendario mundialista que se le resiste, más bien por mala suerte que por rendimiento, como ha demostrado todo el fin de semana.

Sí, Jerez le gusta menos que otros, porque es más estrecho y se le acumula el trabajo entre curva y curva, tiene giros rápidos y no es de su estilo, pero los números le salen como en cualquier otro trazado. Números que parecen no estar al alcance de sus rivales. No, al menos, en este inicio de la temporada, en el que suma pleno de poles y de victorias. Con un tiempo que marca un nuevo récord (1m,38,120s) y superado el registro de Lorenzo del año 2008 (1m,38,189s) en algunas milésimas de segundo. Lo consiguió en el último intento y tras apostar por un cambio de estrategia. De modo que arriesgó en el cómo, el qué y el cuándo. Su ingeniero de pista, Santi Hernández, calculó que sería posible hacer dos paradas (en lugar de una, como se hace desde que se instauró esta clasificación en 15 minutos) para poder así aprovechar tres neumáticos blandos nuevos. Y la jugada les salió redonda.

Apenas unos segundos antes de la bandera a cuadros Márquez aparecía lanzado en la pantalla de tiempos: mejoraba en dos décimas el tiempo de Lorenzo (primero hasta entonces) en el primer parcial, y otras dos en el tercero; además, no perdió en el último, el que parece atragantársele más del circuito jerezano, de Peluqui a la curva que lleva el nombre de Lorenzo desde el año pasado. Y así, bajó casi medio segundo. Y dejó a Lorenzo a cuatro décimas (y, cabe señalar, con un ritmo excelente tal y como demostró en el último entrenamiento libre), y a cinco a su compañero de equipo, Pedrosa. Es su cuarta pole y desde la primera posición buscará este domingo seguir batiendo récords: el de las cuatro victorias iniciales de un Mundial.

Kallio saldrá el primero en Moto2

En Moto2, entre el primer clasificado, Mika Kallio, y el octavo, Maverick Viñales, había menos de medio segundo. Entre uno y otro, en el sexto lugar y a cuatro décimas de su compañero de equipo, Tito Rabat, el líder de Moto2. Ha sufrido el de Barcelona este fin de semana por las elevadas temperaturas registradas, que hacen arder el asfalto y provocan el desgaste rapidísimo de las gomas. “Tenemos problemas para hacer girar la moto en las curvas”, decía. Su colega en el equipo MarcVDS no sufrió tanto y se llevó la pole, la segunda en muchos años, además de la segunda que logra en Moto2. En la primera fila le acompañarán Sandro Cortese y Luis Salom, que subió al podio en Argentina y parece dispuesto a impedir que su compañero en la estructura de Sito Pons, Viñales, le robe todo el protagonismo. Ambos (novatos los dos) se están adaptando a la categoría magníficamente.

Tercera 'pole' y récord para Miller

Se subía por los pianos y se iba más allá, dibujando una trazada tan abierta, lanzado como salía de las curvas, que hasta tuvieron que cancelar algunos de sus tiempos por exceder los límites de la pista. Pero también era capaz de quedarse Jack Miller dentro de la pista jerezana y no le restaba aquello ni una pizca de velocidad. Voló el australiano en el circuito gaditano para sumar su tercera pole consecutiva del año y sellar, de paso, un nuevo récord: casi ocho décimas más rápido que el anterior récord de la pista (1m,46,9s; Salom); medio segundo más veloz que la pole de Rins del año pasado (1m,46,6s). Y así, volverá a salir el líder de Moto3 desde la primera posición de la parrilla en busca de la tercera victoria del curso. Le acompañarán en la primera fila Antonelli, que pareció aparecer de la nada (a seis décimas de Miller), y Rins, mucho más cómodo con su Honda en este circuito en el que tanto trabajó el equipo en pretemporada.