Musculo ghanés, fútbol inglés

Una mano de Luis Suárez, célebre delantero del Liverpool, privó del gol a Ghana y el delantero Gyan (Al Ain, de los Emiratos Árabes), encargado de patear el penalti, lanzó el balón al larguero al tiempo que el equipo también perdió, ya en la rueda de los penaltis, la oportunidad histórica de alcanzar la semifinal del pasado Mundial. Un varapalo que ha marcado el carácter de la selección de las Estrellas Negras, que se conjuraron para tener una nueva oportunidad en Brasil. Dicho y hecho

Cuádruple campeón de África, Ghana pasó apuros en la fase de clasificación hacia el Mundial, pero aplastó sin problemas en la ronda de eliminatorias a la poderosa Egipto con un expresivo 6-1 en el duelo de ida. Essien (Chelsea) es el comandante de un grupo donde prima el músculo y la velocidad antes que el toque, con Muntari y Asamoah como fieles escuderos en el eje del campo. La electricidad y el quiebro lo pone Ayew, el disparo y la llegada aparece con Boateng –figura discutida porque a los 24 años decidió dejar la selección mediante una carta en la que pedía tiempo para centrarse con el Milan; regresado la temporada anterior-, y el gol corre por cuenta de Gyan.

Fútbol de altos decibelios que se esmera en darle forma Kwesi Appiah desde el banquillo, enamorado del fútbol inglés, puesto que en abril de 2013 paso un mes en la ciudad deportiva del Manchester City y en el pasado marzo tomó buena nota de los métodos de Brendan Rodgers en el Liverpool. Le hará falta eso y algo más, en cualquier caso, para superar a Alemania y Portugal en la fase de grupos, también emparejado con Estados Unidos.