La cabeza de Camacho funciona
Dos tantos con la testa del medio del Málaga fulminan al Granada y dejan a los de Schuster con la permanencia a falta de rúbrica
Cuando se utiliza la cabeza para encontrar soluciones, aparecen. También en el fútbol. Vale, por ejemplo, para decidir cuándo es mejor filtrar un pase por arriba o por abajo, al espacio o al pie, enviarle el balón a este o a aquel, o para hacer el uso más rudimentario de ella. O sea, utilizarla para golpear el balón. Y así, por ejemplo, se consigue marcar en los saques de esquina. En ellos se mueve bien Camacho, un futbolista no llamativamente alto (182 centímetros), pero que encuentra siempre el hueco por el que toparse con la pelota. Para ello se lanza en plancha si esta no lleva mucha altura, o pega un bote de pívot para pillarla en la estratosfera. Su última demostración la pagó el Granada, que con dos testarazos acabó acogotado y el Málaga con la permanencia a una cabezada.
Hasta que Camacho golpeó el balón con la cabeza por primera vez los de Schuster tampoco habían demostrado que estuvieran especialmente lúcidos. Entre ellos Pablo Pérez, que en un error difícil de comprender cedió el balón hacia su defensa, entre la que se encontraba Brahimi para aprovechar el regalo y plantarse ante Caballero. Su remate con la pierna izquierda tras regatear al portero argentino no encontró portería. A ese error le acompañó la lesión de Riki, que con un pinchazo en el muslo dejó su sitio a Piti, y un minuto más tarde el primer testarazo de Camacho a ras de césped inclinaba del todo el partido.
MÁLAGA, 4 - GRANADA, 1
Málaga: Caballero; Gámez, Angeleri, Flavio, Antunes; Samuel (Juanmi, m.65), Camacho, Darder, Amrabat; Pablo Pérez (Eliseu, m. 69); Santa Cruz (Rescaldani, m. 78). No utilizados: Kameni, Casado, Iakovenko, Portillo.
Granada: Roberto; Nyom (Foulquier, m. 76), Ilori, Murillo, Angulo; Fatau (Buonanotte, m. 46), Iturra, Fran Rico; Brahimi, Riki (Piti, m. 15); El Arabi. No utilizados: Karnezis, Mainz, Coeff, Pereira, Christian Bravo.
Goles: 1-0. M. 14. Camacho, de cabeza. 2-0. M. 36. Camacho, de cabeza. 3-0. M. 50. Amrabat. 4-0. M.72. Juanmi. 4-1. M.77. El Arabi.
Árbitro: Teixeira Vitienes. Amonestó a Flavio, Antunes, El Arabi, Murillo, Buonanotte, Angulo, Caballero, Iturra
La Rosaleda. Unos 26.500 espectadores.
Sin llegar a perder del todo el ritmo del partido, y principalmente agarrado a Piti el Granada conseguía pisar el área local. Al Málaga le sangraba la banda derecha, donde Brahimi arrancaba jugadas que, sin embargo, pocas veces llegaban dirigidas a la portería. Con El Arabi desconectado poca potencia ofensiva tienen los chicos de Lucas Alcaraz. La defensiva volvió a flaquearles en el mismo punto cuando Camacho, ahora con los pies más despegados del suelo volvía a dirigir con la frente el balón por encima de las manos de Roberto.
Pudo meterse en el partido cuando el árbitro señaló falta de Samu sobre Brahimi cuando este pareció golpear el aire dentro del área. El Arabi fue quien agarró el balón pero su lanzamiento se topó con una gran estirada de Caballero. ¡Willy selección, Willy selección! coreó la Rosaleda para engrandecer la figura del argentino, una de las más queridas en Málaga.
Pero si alguien tenía el sol de cara era Camacho, que después de marcar un doblete como ya hiciera ante el Celta hace tres jornadas, cayó derribado dentro del área por Murillo, que en la persecución de su marca terminó por derribarlo. Amrabat engañó a Roberto y dejó a Juanmi, canterano de 20 años y que había salido en la segunda mitad, el placer de redondear con el cuarto gol una soleada mañana en Málaga. Solo se nubló anecdóticamente el cielo de La Rosaleda con el tanto de El Arabi, que recibió un buen pase de Buonanotte tras un mal saque de portería de Caballero y batió al argentino con un remate raso.
Con la victoria ante el Granada el Málaga suma 38 puntos y deja la permanencia a falta de rúbrica. Es lo que tiene usar bien la cabeza.
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