El ‘sprint’ de Villa

En breve, los dirigentes del Atlético de Madrid y David Villa se sentarán para dirimir su futuro. El acuerdo firmado el año pasado, que convertía al goleador de 32 años en uno de los mejores pagados del equipo, alrededor de cinco millones de euros netos, se cerró por un año, prorrogable a otro más a cambio de dos millones a pagar por el club rojiblanco al Barcelona. Sin la continuidad esperada por la irrupción de Raúl García, el escenario es diferente del que en un principio se podía prever a su llegada. Tanto que en una negociación en la que la continuidad fuera puesta encima de la mesa porque ambas partes estuvieran por la labor, el jugador aceptaría una rebaja de su sueldo actual.

A Villa empiezan a sondearle de Inglaterra, de la Major League Soccer estadounidense e incluso algunos clubes de Dubái, Brasil, Turquía, Grecia y China se han interesado por su situación. Ahora mismo, su continuidad en el Atlético depende tanto de cómo acabe la temporada como de lo que opine Simeone sobre él en términos de peso en el proyecto del próximo año. No se ve como tercer delantero, pese a que acepte que haya sido desbancado por los goles de Raúl García y porque este haya terminado por cerrar el once definitivo de su técnico al adaptarse mejor al esquema y a la idea de juego. El navarro le da un despliegue físico en defensa por detrás de Diego Costa, ayudando en los costados, que ha sido decisivo en los peores momentos del equipo. “Raúl es más centrocampista por naturaleza y con él ocupamos un lugar más en la mitad del campo y, consecuentemente, el equipo tiene buena llegada de segunda línea. David es mucho más cercano al delantero que fue toda la vida, con mejor resolución en los espacios cortos y nos hace jugar un poco diferente, más con un 4-4-2, salvo algún partido que con él hemos jugado 4-2-3-1”, explica Simeone sobre lo que le aportan uno y otro.

Admiran en el vestuario del Atlético la figura de Villa como la de una estrella sin actitudes altivas desde el primer día que pisó el Cerro del Espino. Y admiran también la profesionalidad con la que acepta sus suplencias, pese a que en los últimos partidos ha sido decisivo para que el equipo alcance el liderato con sus dos goles en Vigo y la asistencia que le dio a Diego Costa en el complicado partido ganado al Espanyol. Para lo que ha jugado, sus números, 15 goles, también son admirados en la caseta. Simeone lo tiene en la cabeza para el duelo ante el Granada y el propio futbolista trata de animarse, es su última bala para acudir al Mundial, con las posibles oportunidades que pueden llegarle en este tramo decisivo de la Liga y de la Liga de Campeones. Partidos para los que el propio Simeone ha reconocido que Villa es de los más capacitados para jugar por su experiencia. Avisó el técnico nada más terminar la eliminatoria con el Milan que habría oportunidades porque el calendario le exigía rotar. “Compromiso no tengo con nadie lo único que aspiramos es a ser competitivos, en este final son imprescindibles los chicos que menos minutos han tenido. El equipo va a tener que rotar y buscar las mejores alternativas en todos los partidos. Confío en todos los muchachos, en el momento que crea oportuno y necesario, no lo voy a dudar, ellos lo están esperando”, ha vuelto a incidir Simeone. En ese grupo está Villa, para el que su futuro en el Atlético se juega en estos dos meses.